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Tributos municipales
Una de las medidas que el gobierno del Ayuntamiento de Jerez se ha comprometido a ejecutar para que el Ministerio de Hacienda le permita refinanciar el grueso de la deuda municipal es modificar el callejero fiscal para aumentar los ingresos por el Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Por el momento, el ejecutivo no ha querido adelantar los pormenores de la modificación que está elaborando la Delegación de Economía, pero ello supondrá que se cambien las categorías asignadas a algunas calles y enclaves de la ciudad, una decisión que provocará que haya empresas que empiecen a pagar más por este tributo.
El IAE es un impuesto que deben abonar aquellas empresas que facturen más de un millón de euros al año. Para establecer su cálculo, se tiene en cuenta las tarifas establecidas por el Estado a cada actividad económica, que cada año se revisa en los Presupuestos Generales. Ahora bien, a esta cuantía se le aplican dos coeficientes que son establecidos por cada ayuntamiento.
El primero de ellos es el coeficiente de ponderación en el que se tiene en cuenta la facturación de la compañía. Como es previsible, a mayor cifra de negocio, mayor es este multiplicador. Pero este, a su vez, se le aplica también el denominado coeficiente de situación en el que se tiene en cuenta la ubicación del local del negocio.
Según las ordenanzas fiscales, Jerez está dividida en seis categorías, una clasificación que está recogida en el callejero fiscal. Así, las calles, plazas y enclaves catalogados con más categoría se les aplica un mayor coeficiente de situación a la hora de aplicar el pago del IAE.
Según lo apuntado días pasados por la alcaldesa, María José García-Pelayo, no habrá subidas en los coeficientes, aunque se prevé modificar el callejero por lo que cambiará la categoría de algunas calles.
Buena parte del centro histórico de Jerez está catalogado como calles de primera categoría en el callejero fiscal del Impuesto de Actividades Económicas que actualmente aplica el Ayuntamiento. Así, los principales ejes comerciales del casco histórico conformados por las calles Larga, Lancería, Doña Blanca, Corredera, Plaza Esteve, Évora y Honda están dentro de esta catalogación. A ello se une otros puntos con una importante actividad hostelera como plaza Plateros, Alameda Cristina, Porvera, plaza de la Yerba o plaza del Arenal, entre otras.
También están incluidas dentro de esta catalogación en el entorno de intramuros zonas de la calle Sevilla y avenida Alcalde Álvaro Domecq, Santo Domingo o Callejón de los Bolos, así como algunas calles de Madre de Dios, por citar algunas.
Mientras, el resto de calles del centro histórico están incluidas dentro de la segunda categoría, a la que se le aplica un coeficiente de situación algo más reducido.
Algunos enclaves residenciales repartidos por distintos puntos de la ciudad también están incluidos en el callejero fiscal dentro de la primera categoría. Es el caso de la plaza del Caballo, el conjunto residencial El Bosque, el entorno del centro comercial Hipercor, Jacaranda o algunas zonas de El Altillo también tienen asignado el máximo coeficiente de situación.
También están catalogadas con la primera categoría otros puntos de Jerez como la Hacienda El Polo y entorno de Chapín, el Recreo de las Cadenas, Montealto y Los Álamos de Montealto, así como Montecastillo.
Buena parte de los polígonos industriales repartidos por la ciudad también tienen asignada la máxima categoría para el cálculo del IAE. Es el caso del polígono El Portal, el enclave industrial más antiguo de la ciudad, del Parque Tecnológico Agroalimentario (PTA), la Ciudad del Transporte, el polígono Santa Cruz, la zona de actividades económicas de la Carretera de Sevilla o la zona industrial anexa al Aeropuerto de Jerez. En esta catalogación también está incluido el enclave comercial conformado por Luz Shopping y Área Sur.
Mientras tanto, enclaves como el Parque Empresarial o el polígono Autopista están incluidos dentro de la segunda categoría a efectos del Impuesto de Actividades Económicas.
La última vez que se subió el IAE en Jerez fue en 2018. Sin embargo, los coeficientes aprobados fueron tumbados en marzo del año pasado tras por una sentencia del TSJA (Tribunal Superior de Justicia de Andalucía) tras la presentación de un recurso presentado por una empresa asentada en la ciudad.
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