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Camareras de piso del Jerez rural: "No estamos en contra del turismo sino del maltrato laboral que sufrimos"

La plataforma 'Las Grandes Olvidadas' retoma su labor reivindicativa y prepara una nueva movilización

En noviembre el colectivo será atendido en el Congreso de los Diputados

"La mayoría de mujeres que trabajamos como camareras de piso terminamos rotas e inservibles"

Protesta de las camareras de piso, a principios del mes de julio en Chiclana.

Tras el parón de verano, la Plataforma de las Camareras de Piso y Limpiadoras ha retomado su actividad con una nueva reunión celebrada esta semana en La Barca. Dicho encuentro supone el inicio del curso 2024-2025 para retomar sus actividades reivindicativas.

Hay que recordar que el colectivo ‘Las Grandes Olvidadas’ surgió hace ahora un año en esta entidad local autónoma para luchar por mejoras en las condiciones laborales de este colectivo. Por ello, en esta toma de contacto, se abordaron las acciones que se llevarán a cabo en las próximas semanas y meses.

De momento, la Plataforma ya tiene previsto un encuentro en noviembre en el Congreso de los Diputados con representantes de las comisiones de Turismo, Seguridad Social, Trabajo e Igualdad. Se trata de una reunión facilitada por la diputada jerezana, Mamen Sánchez, que ya atendió las demandas del colectivo el pasado mes de abril.

Asimismo, las integrantes de la Plataforma pretenden celebrar una jornada en Jerez sobre la situación de las camareras de piso y aprobaron igualmente reanudar este mes el trabajo conjunto con CCOO. Por su parte, desde Sol Rural -federación que ha impulsado la creación de la plataforma- se propuso en el encuentro hacer chapas con la petición de jubilación anticipada, una de las reivindicaciones de estas trabajadoras.

Demandas

Durante la reunión, desde ‘Las Grandes Olvidadas’ aprobaron realizar una petición a la patronal para que “desbloquee la negociación colectiva para que las camareras de piso se incluya en el catálogo de profesiones penosas, peligrosas e insalubres”.

Otra de las medidas acordadas fue convocar una nueva manifestación en Chiclana la última semana de septiembre, tras el éxito de las dos primeras. No obstante, la fecha exacta la concretarán próximamente de acuerdo las entidades colaboradoras de esta plataforma.

El encuentro sirvió también para conocer de primera mano el relato de dos afectadas, Carmen Toro e Isabel Melgar, delegadas sindicales por CCOO en el comité de empresa de sus hoteles y componentes de la plataforma. Tal como aseguraron, “los dirigentes no quieren que las camareras hablemos de carga de trabajo, que es simplemente ‘lo que la empresa decide que tenemos que hacer en la jornada laboral a destajo’".

De hecho, tal como denuncian este verano 2024 “la carga de trabajo ha sido excesiva. No entran camareras cualificadas, las profesionales cada vez con más edad y más dolencias y hay que hacer contratos nuevos a personas sin experiencia en la profesión”.

“Por ejemplo, tenemos que hacer una media de veinte habitaciones diarias por norma, pero cuando hay salidas tienen que enviar refuerzos y las que mandan no son profesionales, por lo que nosotras tenemos que estar pendientes de ellas ya que no pueden cumplir su tarea si no les ayudamos”, lamentan, añadiendo que se encuentran con “personal más mayor, con más problemas de enfermedades profesionales y poca o ninguna disponibilidad de personal en temporada alta”.

Se da la circunstancia, además, de que en septiembre baja el número de clientes en los hoteles durante los días entre semana y “lo que hacen es que los días libres nos los dan de lunes a jueves y trabajamos todos los días en fines de semana que es cuando los hoteles se reciben clientes”.

Las representantes sindicales critican el “maltrato” que reciben por parte de las mutuas y de la Seguridad Social “que todo lo achacan a los años, cuando realmente el papel de estas mutuas es el de servir de mediadoras entre nosotras y la patronal para obligarnos a trabajar enfermas”.

Como ejemplo de esta situación, narraron el caso de una compañera de 60 años que este verano, en agosto, se cayó por una escalera. “Presentaba el tendón supraespinoso parcialmente roto, bursitis y tendinitis, con un dolor intenso en el hombro derecho. El tratamiento fue a base de Enantyum, Antalgin y Tramadol a dosis máximas; pero el médico de la mutua le dice que es de la edad y del trabajo repetido tanto tiempo y le da el alta”.

Por ello, las trabajadoras reivindicaron la necesidad de eliminar las mutuas y que sea la Seguridad Social la que gestiones de manera directa sus accidentes y enfermedades profesionales. De lo contrario, lo que ocurre es que “si no estas conforme, lo impugnas y a pagar los gastos por nuestra cuenta, cosa que no podemos costear y lo saben. Así que la mayoría se aguanta por necesidad aunque acabemos hechas una piltrafa humana”.

Situación actual

Las delegadas sindicales aseguran que, en la actualidad, “todo está atado y bien atado para tenernos bien amarradas tirando de la rueda del negocio del turismo ganando mucho dinero los empresarios, aumentando el empleo y el PIB a costa de nuestra salud física y psíquica. El maltrato que sufrimos es violencia laboral, aprovechando la situación de pobreza de la que partimos la mayoría de las que optamos por esta profesión, llena de indefensión y aprovechamiento e injusticia para nosotras”.

“No estamos en contra del turismo sino del trato que nos da una patronal depredadora”, recalcan.

Por otra parte, señalan que el Instituto Nacional de la Seguridad Social “también deja mucho que desear. El médico de cabecera te da la baja según un protocolo estipulado sin tener en cuenta para nada las diferencias individuales. Una vez pasados los días fijados te da el alta sin verte estés cómo estés y es que no les importa la evolución del paciente. Aquí lo de que no hay enfermedades sino enfermos, es una consideración psicológica desconocida”.

Carmen Toro e Isabel Melgar, delegadas sindicales.

Mientras tanto, “no tienen la misma línea de controles los organismos que intervienen en el proceso de nuestras enfermedades y encima te penalizan seis meses por haber estado de baja y no puedes causar baja por lo mismo y si es por causa diferente, el médico de cabecera tiene que pedir permiso a inspección”. En este caso, de nuevo, “si no estás conforme con la resolución del INSS, puedes denunciar por tu cuenta pagando los gastos y seguir trabajando mientras tanto. La resolución puede tardar dos años...La mayoría no denunciamos porque es un gasto que no podemos afrontar con un sueldo que, quitando los gastos de desplazamiento, se queda en mil euros escasos”.

Por ello, desde la plataforma aseguran que las camareras de piso “nos vemos y sentimos como las gallinas ponedoras, explotadas en sistema intensivo, las gallinas de oro, indispensables para alimentar el enriquecimiento de la poderosa patronal, apoyada por un sistema político consentidor de la violencia laboral que sufrimos”.

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