El camino hacia la Alcaldía
El calor fue el principal protagonista en la toma de posesión de la nueva Corporación municipal, celebrada en el Cabildo Viejo y ante la presencia de representantes de casi toda la sociedad jerezana
La toma de posesión de la nueva Corporación municipal 'comenzó' ayer en las redes sociales de la mano de la concejal Lidia Menacho, quien a las nueve de la mañana escribía en su twitter que ya estaba "casi lista" para asistir al acto. Apenas media hora después, los concejales populares con la alcaldesa electa, María José García-Pelayo, a la cabeza hacían aparición en la calle Consistorio saludando a los allí congregados. En la misma zona, responsables socialistas como Charo Cano hacían tiempo también para asistir a la toma de posesión de la nueva regidora. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local controlaban los alrededores del Ayuntamiento para evitar problemas. Según se acercaba la hora del acto, concejales de otras formaciones como Rocío Montero (de Foro Ciudadano) paseaba de un lado a otro en busca de la invitación para poder acceder al recinto. También Santiago Casal, candidato del PSA, llegaba al centro en esos instantes. Algunos concejales, incluso, antes de entrar bromeaban con la posibilidad de "salir corriendo". Todos eso sí, coincidían en vestuario: hombres con traje de chaqueta y corbata (en su mayoría) y mujeres con vestidos de distintos estilos, en casi todos los casos.
Ajenos a todo el movimiento político que se avecinaba, decenas de 'guiris' deambulaban por los alrededores del Consistorio haciendo fotos de cada árbol y extrañados ante el despliegue policial. Curiosos y peatones andaban con lentitud por la zona para intentar ver también qué estaba ocurriendo.
Pasaban pocos minutos de las diez de la mañana cuando en el Cabildo Antiguo se iniciaba la toma de posesión de la nueva Corporación Municipal, con María José García-Pelayo como alcaldesa. En el salón contiguo (el de los alcaldes) los periodistas hacían lo que podían para encontrar un sitio donde sentarse y trabajaban a contrarreloj para solucionar los problemas de sonido, con la ayuda de responsables y periodistas del Ayuntamiento.
Mientras, en el interior del salón de plenos del Cabildo Antiguo, los presentes escuchaban a la secretaria del Ayuntamiento pronunciar las primera palabras con las que se abría la toma de posesión. Abanico en mano, muchos de los presentes intentaban refrescarse ante el aumento de la temperatura que ya se dejaba notar. Acompañando a los nuevos concejales, se pudieron ver muchas caras conocidas tanto de los partidos que formarán parte de esta nueva Corporación como de representantes sindicales y de distintos colectivos de la ciudad. Por parte del PP, el secretario general andaluz, Antonio Sanz, el exministro Miguel Arias Cañete y el diputado nacional Aurelio Romero esperaban impacientes que García-Pelayo tomase el bastón de mando. Sanz, eso sí, abandonó el acto antes de finalizar debido a que tenía que desplazarse a la toma de posesión de José Loaiza en San Fernando. También representantes del PSOE como la diputada Mamen Sánchez, la delegada provincial de Educación, Blanca Alcántara, y el exconsejero y actual presidente del Consejo Regulador del Vino, Antonio Fernández, presenciaron el acto. El presidente de Solidaridad, Sebastián Peña, los responsables de las asociaciones comerciales Acoje (Fernando García) y de Asunico (Manuel García) participaron igualmente en la toma de posesión junto a los representantes sindicales José Manuel Trillo (CCOO), Pedro Alemán (UGT) y José García (CGT), entre otros. Miembros de asociaciones agrícolas, del vino y cofrades, pudieron verse ayer también en el Cabildo.
El acto poco a poco iba avanzando con los juramentos de los concejales, con la Biblia y la Constitución como 'testigos'. Cada uno de los representantes municipales realizaba su juramento sobre uno de estos textos, ante la mirada de la secretaria y los concejales de mayor y menos edad, José Galvín (PP) y Aroa Lobo (IU), respectivamente. Un momento importante que fue retransmitido con detalle, al igual que el resto de la toma de posesión, por las cámaras de Onda Jerez. Así, se pudieron observar distintos momentos que llamaron la atención de aquellos de presenciaban o seguían por la televisión el acto: Juan Pedro Crisol, pese a su habitual promesa de estilo scout, optó en esta ocasión por el tradicional juramento; Pilar Sánchez apenas tocó la Constitución durante su juramento; y mientras que la mayoría de concejales del PP tomó la Biblia como testigo de su juramento, Antonio Saldaña optó por posar su mano tanto en la Constitución como en la Biblia para llevar a cabo su juramento. La primera anécdota de la jornada la protagonizó María José Rúa, quien cuando se dirigía a realizar su juramento tropezó y cayó al suelo, aunque afortunadamente sin consecuencias.
Risas provocó poco después el recuento de votos realizado por Galvín, Lobo y la secretaria municipal. Tras contabilizar todas las papeletas depositadas por los concejales para ratificar la elección de García-Pelayo, tan sólo aparecían 14, pese a que el PP tiene 15 concejales. "No cuadra", decían en voz baja José Galvín, al contabilizar los votos. Todo, sin embargo, se debió a un pequeño error debido a que en una de las papeletas un concejal popular había escrito el nombre de la alcaldesa por la parte trasera de la tarjeta y, en un principio, se contó como voto en blanco.
A las once menos cuarto de la mañana, y con María José García-Pelayo ya oficialmente como alcaldesa tras recoger emocionada el bastón de mando de manos de Galvín, dieron comienzo los discursos de los representantes de los grupos políticos de IU, Foro Ciudadano, PSOE y PP. Todos se ciñeron a una intervención más o menos breve de apenas unos diez minutos como hicieron Joaquín del Valle, Francisco Lebrero y Antonio Saldaña. Sólo el exalcalde Pedro Pacheco se extendió algo más en sus palabras, prolongando su intervención hasta cerca de veinte minutos, superando el discurso de García-Pelayo. De fondo, durante estas intervenciones, se escuchaban de forma intermitente los aplausos y palabras de miembros del movimiento 15-M que esperaban fuera del Cabildo Antiguo. La alcaldesa cerró finalmente el acto cuando el reloj marcaba algo más de las doce del mediodía, ante el lógico aplauso de todos los invitados al acto.
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