Tratar el cáncer con cápsulas 'caballos de Troya': células diseñadas para detectar y destruir el tumor
La investigadora jerezana Sandra Hervás-Stubbs participa en un proyecto que plantea un cambio de paradigma en la lucha contra el cáncer
"El cáncer de mama de rosa tiene poco, aquí hace falta investigación"
Imagine poder tratar un cáncer sólido (el que se encuentra en un órgano en forma de masa) a través de una laparoscopia. Imagine además que mediante esta cirugía mínimamente invasiva se consiga colocar unas cápsulas junto al tumor que irán desprendiendo células, genéticamente modificadas en el laboratorio, para detectar y eliminarlo. ¿Se lo imagina? Pues es una realidad.
En este gran avance médico participa la doctora jerezana Sandra Hervás-Stubbs, investigadora del Programa de Inmunología e Inmunoterapia del Centro de Investigación de la Universidad de Navarra, responsable principal del centro en el proyecto.
La terapia con células CAR-T constituye una nueva forma de abordar el tratamiento contra el cáncer que ha demostrado eficacia en los cánceres de la sangre (tumores hematológicos), pero no así en los tumores sólidos, aquellos que crecen en órganos y tejidos. Esta novedosa terapia emplea linfocitos de pacientes modificados genéticamente para que puedan reconocer y destruir las células tumorales tras ser inyectados.
CARTsol (‘Encapsulación de células CART en sistemas porosos nanoestructurados bioactivos para su liberación dirigida en tumores sólidos’) está coordinado por la Universidad de Santiago de Compostela y, junto al Cima, forman este consorcio interdisciplinar el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca y GALARIA S.A., empresa pública de servicios sanitarios. Parte de estos centros son partícipes del Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (CIBERONC) del Instituto de Salud Carlos III.
"En estos momentos ya hay seis tratamientos aprobados para tumores de la sangre, pero hasta el momento no se ha aprobado ninguno para tumores sólidos", declara Hervás-Stubbs. El primer paso de este nuevo abordaje es la extracción de los linfocitos T del paciente con cáncer. ¿Por qué son tan importantes estas células? Pues porque los linfocitos T son parte del sistema inmunitario y se forman a partir de células madre en la médula ósea, ayudan a proteger el cuerpo de las infecciones y a combatir el cáncer.
Tras la extracción en el laboratorio se realizan dos cosas importantes. "Por una parte se les modifica genéticamente. Se les mete un gen nuevo que expresa un nuevo receptor, que para que la gente lo entienda, es como ponerles unos ojos que les van a permitir reconocer al tumor. Esos ojos, ese receptor, es lo que se conoce como CAR-T. Por otra parte se expanden en el laboratorio hasta tener millones y millones de esas células. Todas esas expresando ese nuevo receptor y luego se infunden al paciente. Esto es así para los cáncer de sangre como para los sólidos", explica la doctora.
En los casos de cáncer de sangre estas células "van 'viajando' por la sangre y cuando encuentran el tumor lo destruyen. Pero en el caso de los tumores sólidos es más complicado, porque no le basta con ir moviéndose por la sangre, sino que las células CART tienen que entrar en el órgano donde está el cáncer". "Los tumores se han buscado muchos sistemas para impedir la entrada de las células que pueden atacarle. Tienen un entramado que no permite que los linfocitos T ni las células CART entren y además han preparado un ambiente muy hostil para ellas. Con el tratamiento que nosotros proponemos intentamos allanar las dificultades que tienen las células CART", describe Hervás-Stubbs.
¿Qué proponen? Un 'caballo de Troya': "Lo que hacemos es que en lugar de inyectar las células CART al paciente por vía intravenosa (como para los cánceres de sangre), lo que hacemos es que las metemos dentro de unas cápsulas que están preparadas. Por dentro tienen un hidrogel en el que las células T están cómodas, hay factores de crecimiento. Además la envoltura tiene como unos agujeros por donde pueden salir las células CART. Estas cápsulas preparadas se implantan, por laparoscopia, muy cerca del tumor o incluso en el lecho que queda cuando los tumores se extirpan por cirugía".
"Estas cápsulas son como el caballo de Troya que van a permitir, en una zona muy próxima al tumor, ir liberando las células CART", declara la jerezana. Pero el avance médico va más allá, porque estas cápsulas además van cargadas de fármacos. "Ahí es donde también está la clave. Estos fármacos van a tener varias funciones. Hay fármacos que van a ayudar a ablandar el tejido del tumor para que las células puedan penetrarlo, otros van a ayudar a cambiar el ambiente hostil y otros ayudan a que las células CART se puedan amplificar, puedan proliferar, aumentar en número. Con esta sinergia lo que buscamos es que este tratamiento sea más efectivo en el tumor sólido", subraya la doctora.
En estos momentos el proyecto está en la fase preclínica y durante tres años se desarrollará el modelo y el prototipo para el cáncer de mama (que con ligeras modificaciones servirá en otras fases del proyecto para otros tipos de tumores).
Más investigación y divulgación
"Es fundamental la divulgación de las noticias de la investigación. Que la gente sea consciente de las dificultades que hay para hacer las investigaciones y lo que aporta la investigación en el tratamiento de las enfermedades", subraya Hervás-Stubbs.
La doctora declara que "no sólo es importante conseguir financiación del Gobierno, algo por supuesto clave, sino también a través de fundaciones que recaudan dinero de empresas y donantes particulares. La información es clave porque si no se informa de nuestros trabajos, no se va a ver la necesidad de donar a la investigación".
Hervás-Stubbs pone también el foco en el compromiso de los propios científicos para hacer públicos sus trabajos "de una forma sencilla para que se vean los avances. Tenemos que implicarnos". La jerezana además remarca la necesidad de apoyar económicamente a los jóvenes: "Es muy importante darles ayudas económicas, porque el problema que vamos a tener en unos años es que no va haber un buen relevo generacional si no apoyamos ahora a los jóvenes, si no traemos el talento que se ha marchado fuera".
"Y por supuesto, es necesario tener líneas de investigación y consolidarlas con unos planes de investigación serios. Que no se dé dinero de una forma gratuita, hay que exigir un buen plan", remarca Hervás-Stubbs.
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