Los caseteros tradicionales harán frente contra las 'casetas-discoteca'
Lamentan que algunas zonas del Hontoria se hayan convertido en "ciudad sin ley" y reclaman aforos limitados y derecho de admisión · El colectivo se reunirá con Fiestas para trabajar en la nueva ordenanza
A falta del balance oficial que ofrecerá hoy el gobierno local, los caseteros tradicionales, integrados en su mayoría en la asociación Unión de Casetas de la Feria del Caballo, solicitarán en la reunión que mantendrán este mes con Cultura y Fiestas la "erradicación" de las llamadas 'casetas-discoteca'; "control estricto de los aforos"; y derecho de admisión en las casetas como medida de "autoprotección". Al mismo tiempo, en el encuentro en el que empezará a perfilarse la nueva ordenanza reguladora de la Feria del Caballo reclamarán más rigidez en la sanciones a quienes incumplan la normativa, "algo que hasta ahora no se viene produciendo".
El vicepresidente del colectivo que aglutina a los caseteros, Juan González Salguero, lamentó ayer, en declaraciones a este medio, la "ciudad sin ley" en la que se ha convertido parte del Real del González Hontoria durante la Feria, a raíz básicamente de la proliferación de casetas que "tienen como único fin vender alcohol y convertirse en discotecas durante estos días". Y es que, en su caso particular, González Salguero ha lidiado de nuevo con un miura en el Hontoria: una caseta en el Paseo Principal de la que es titular la Veracruz y que explota un conocido local de copas del centro. El también presidente de la caseta Círculo de Labradores aseguró que "lo que he visto este año ha sido pura barbarie: peleas constantes, drogas, botellones, tumultos... Ese rincón de la Feria -hay hasta otras dos casetas más convertidas en discotecas en esa zona- ha sido lamentable, desde el jueves me tuve que ir a otras y me cuentan que a muchos en otras calles les ha ocurrido lo mismo". De hecho, algunas voces han expresado su malestar porque las propias casetas de PSOE y PP "no hayan predicado con el ejemplo, pues han sido las primeras en convertirse en 'casetas-discoteca". Eso, pese a que el gobierno local hizo una llamada para que se respetase el flamenco y derivados.
"A nosotros este año nos han reventado el váter, que incluso anegó la caseta y ya avisamos que esto había que pararlo, pero no han puesto impedimentos, no se sabe qué ha hecho el Ayuntamiento", recriminó. En este punto, González Salguero anunció que, a través de la asociación, "presentaremos quejas formales al gobierno municipal, ya que incluso hemos tomado fotografías con los múltiples incidentes".
Menos crítico se mostró Oscar Real, portavoz de la Unión de Casetas, que no obstante reconoció que en la Feria "hay demasiadas casetas, y muchas de ellas se explotan únicamente para recaudar dinero de forma masiva, sin respetar la tradición". Sin embargo, aclaró que "prohibir cierto tipo de música sería absurdo porque la Feria debe ser una celebración abierta". Eso sí, puntualizó, "debe dar la mejor imagen posible de la ciudad porque es una gran escaparate". Real, asimismo, consideró que en líneas generales las actuaciones municipales han estado "a la altura" en materia de limpieza y seguridad y por lo que le han trasladado los asociados, mantuvo, "los caseteros están contentos con el desarrollo de la celebración, ya que aunque el último fin de semana ha sido más flojo, se ha compensado con el puente festivo, que ha cubierto miércoles, jueves y viernes".
Ahora es tiempo de hacer los correspondientes análisis y los caseteros volverán a poner sobre la mesa del Ayuntamiento, a la sazón organizador y regulador de la Feria, cuestiones como la ventanilla única para montar sus casetas, aumentar el confort y condiciones de habitabilidad en las mismas, y establecer "las reglas del juego de una celebración controlada con el fin de sacarle todo el jugo como escaparate de la ciudad", comentó Real.
Sobre la inclusión en las normas del derecho de admisión, los caseteros entienden que "no se trata de cerrar el paso a nadie, sino de normalizar la potestad de las casetas de no permitir la entrad a quienes meten la pata o a que los socios de las mismas puedan estar tranquilos en su zona reservada". "La experiencia de este año ha sido positiva, con la contratación de guardias-jurado, pero será el Ayuntamiento quien deba regular todo eso", apostilló.
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