Los catadores de la 'Guía Peñín' le toman el pulso al nuevo jerez

Jerez/Como cada año por estas fechas, el equipo de cata de la Guía Peñín, encabezado por su director, Carlos González, recaló ayer en Jerez, y más en concreto en la sede del Consejo Regulador, para pasar revista a los vinos del Marco en el inicio del itinerario anual por las principales zonas productoras de España. En su recorrido, que se prolongará durante los seis primeros meses del año, los catadores evaluarán las novedades y añadas de las distintas regiones vinícolas, cuyas puntuaciones, y esto es novedad, se publicarán por primera vez en tiempo real, lo que quiere decir que en el plazo de una semana o poco más, los suscriptores podrán conocer en primicia los resultados a través de la versión digital de la publicación -antes había que esperar hasta septiembre para conocer los resultados-.

El comienzo de las catas en Jerez es un clásico del repertorio de González y compañía, que en esta ocasión evaluarán del orden de 220 referencias del Marco, vinos amparados por la Denominación de Origen salvo contadas excepciones de algún blanco, espumoso y vermú.

Por norma general, explica el director de la Guía Peñín, en la visita a Jerez nos ceñimos a los vinos amparados, mientras que los vinos tranquilos de la Tierra de Cádiz y otros no acogidos a ninguna indicación de calidad, suelen catarse en Madrid.

La exigencia es alta tanto por la calidad más que contrastada de los vinos de Jerez, los que mejores puntuaciones promedian habitualmente, como por las limitaciones de tiempo de la visita, apenas dos días antes de proseguir su recorrido por Cava, Extremadura...

González, conocedor del jerez desde los tiempos de vacas flacas, saluda el buen momento que atraviesa la D.O., en la que "es de agradecer la cantidad de novedades que hay ahora y la llegada de nuevos actores que, además, están apostando por la máxima calidad".

A su juicio, de lo más destacable del Marco es que la corriente de los vinos en rama de los últimos años, fundamentalmente finos y manzanillas, que considera la expresión más pura del estado natural de los vinos y su crianza en la bota, "se está asentando, y ya casi no nos mandan vinos frescos -filtrados-", pero también le llama la atención la vuelta a los orígenes, a lo histórico, que espero no sea una moda pasajera, porque el vino de Jerez era de los únicos que salían al mundo sin mostrar lo que hay en las botas".

El trabajo que el equipo de cata realiza en estos días en Jerez también se verá a partir de septiembre en la edición en papel de la 'Guía Peñín de los Vinos de España 2019', publicación que recoge en su actual edición las valoraciones de 11.500 vinos de todo el país.