Un caza militar intercepta a tres ultraligeros por violar el espacio aéreo de camino a la Feria de Jerez

El Ejército del Aire activó el pasado 6 de mayo un 'scramble', es decir, un despegue de urgencia de un avión de combate para proceder a la identificación visual de una aeronave desconocida. En concreto, se puso en marcha ante lo que se consideró una amenaza grave: tres aeronaves de pequeño tamaño y tripulantes desconocidos activaron todas las alarmas al sobrevolar la planta petroquímica de Repsol en Tarragona, en zona aérea excluida para ese tipo de aparato.

Tras detectarse estos vuelos, un F18 despegó de su base y en sólo veinte minutos alcanzó su objetivo: visualmente se trataba de tres ultraligeros de tercera generación (pequeñas avionetas) que no respondían a la llamada por la frecuencia de emergencia ni hacían uso del 'transponder', el identificador de vuelo.

Tal como ha contado la redactora jefa de sucesos y tribunales en Levante-EMV, Teresa Domínguez, durante esta operación, el piloto militar aleteó su F18 con el código internacional de interceptación y les anunció, del mismo modo, que quedan bajo su control. Así, los escoltó hasta el aeródromo de Castellón y les obligó a aterrizar, quedando la posible amenaza neutralizada.

Finalmente, tras concluir la operación, se pudo constatar que no eran una amenaza, sino que todo fue fruto de la falta de conocimiento de los protagonistas de esta historia. Se trataba de tres amigos -dos alemanes de 52 y 53 años y un austriaco de 63- que habían programado unas vacaciones con sus ultraligeros al sur de España para asistir, concretamente, a la Feria de Jerez.

A pesar de que todo quedó finalmente en una anécdota, lo cierto es que cuando las tres avionetas tomaron tierra en el aeródromo, que ya estaba alertado de su llegada, allí esperaban a los pilotos patrullas de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, alertadas por el centro de control del Ejército del Aire para que acudiesen a identificarlos y comprobar su plan de vuelo.

Finalmente, los agentes comprobaron que tenían toda la documentación en regla y habían solicitado permiso para aterrizar en la pista de El Serradal, cerca del club de ultraligeros de La Llosa, junto a la playa de Almenara, tal como recoge Levante-EMV .

Por su parte, los pilotos se identificaron ante los agentes y les explicaron que estaban haciendo un viaje por etapas, desde Alemania hasta el sur de España, y que su objetivo final era la Feria de Jerez. Además, pidieron disculpas por la alarma militar generada.