Jerez Íntimo
Marco Antonio Velo
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Patrimonio y turismo
Jerez/Se confirma una nueva pérdida de patrimonio para la ciudad. El Museo Taurino de Jerez, situado en la calle Pozo del Olivar, ha dejado de existir. Desde hace un año se venía hablando de esta posibilidad después de que desde el Ayuntamiento, propietario de la bodega en la que se ubicaba, se hubiese decidido no prorrogar el contrato del que los propietarios de la colección que allí se exhibía, una de las mejores de España, venían disfrutando desde el año 1998.
Atrás queda casi un cuarto de siglo en el que este espacio fue todo un referente a nivel nacional en el campo del patrimonio taurino gracias al tesón y la generosidad del aficionado Alfonso Rodríguez Álvarez, empresario sevillano afincado en Jerez y actual propietario del prestigioso Catering Alfonso, que ha dedicado su vida a reunir una de las mejores colecciones de documentación en la materia.
Desde el año pasado hasta fechas recientes, los propietarios del Museo y el Ayuntamiento se han reunido para hablar del futuro de este atractivo de la ciudad que ha sido constantemente visitado por investigadores de la historia de la tauromaquia de nuestro país. Aunque el contrato de arrendamiento del local de propiedad municipal, una bodega con más de doscientos años de antigüedad, expiró hace varios años, Alfonso Rodríguez y sus herederos han estado pagando puntualmente, mes a mes, la cantidad estipulada que le ha seguido siendo girada por el Ayuntamiento.
La decisión del Ayuntamiento, sin embargo, estaba tomada hace un año. Quería vender el edificio, para el que puso un precio de 480.000 euros 480.000 euros, y desalojar el Museo cuanto antes. Los hasta ahora arrendatarios le propusieron, a la vista de la dificultad de vender un local con ese precio y con unas grandes limitaciones de uso (existen viviendas a su alrededor) y altos costes de mantenimiento (a la vista está que no hay ofertas) que mientras no llegase un comprador el Museo Taurino siguiese allí y que, en caso de que finalmente se vendiese, en menos de 15 días sería desalojado incluso pagando una alta penalización por no hacerlo.
Nada. El Ayuntamiento ha preferido que el local esté vacío, expuesto a que se vaya cayendo poco a poco como sucedió con el restaurante El Bosque, antes que permitir que el Museo Taurino de Jerez siga un día más allí. "No ha existido acuerdo porque no han dado opción a ello", afirman fuentes cercanas a la negociación.
Así las cosas, hace unos días llegó la orden de desalojo a los arrendatarios, que han presentado un recurso contra ella que tiene pocas posibilidades de prosperar. ¿Cuál es el futuro que espera a la colección y al edificio? De momento, la colección irá a parar en pocos días a un almacén, probablemente a la espera de que alguien la adquiera. Ya hay varios ayuntamientos que se han interesado en su adquisición. Y en cuanto al edificio, de 800 metros cuadrados, antigua bodega con crujía a base de tejas y albero que para ese fin albergaban una gran humedad en sus orígenes, precisará de inmediato una gran inversión de mantenimiento como ha venido realizando el propietario del Museo durante un cuarto de siglo para que no se venga abajo.
El Museo Taurino de Jerez, dedicado casi exclusivamente a la historia de la tauromaquia y la ganadería en esta ciudad, está considerado no como el mejor de España pero tal vez, a decir de muchos expertos, como "el más bonito del país". De ello tiene 'culpa' el edificio en el que se instaló hace casi un cuarto de siglo, un casco de bodega cerca del complejo vinatero de Garvey, en el centro de la ciudad, que fue mimosamente restaurado, a sus doscientos años de edad, por los hermanos Antonio y Alfonso Rodríguez Álvarez.
Allí se puede encontrar el visitante, nada más acceder, una réplica a escala del coso de la plaza de toros de Jerez, con grada y tendidos. Además, dispone de una galería de arte, con obras de destacados pintores y escultores, desde Mariano Benlliure a Carlos Ayala, con bustos en terracota de Paula y Juan Antonio Romero. Hay tablas de la escuela de Eugenio Lucas, discípulo de Francisco de Goya, cuadros con la firma de Fernando Toro Ramírez... En una vitrina se luce un vestido que fue de 'Currillo', un traje de luces grana y oro de Rafael de Paula con una cita de José Bergamín.
Hay trajes de luces antiquísimos, casacas, sombreros de ala ancha de los Domecq, orejas que cortaron grandes toreros, cientos de carteles de varias épocas, litrografías, documentación de los orígenes de la plaza de toros y hasta de cuando los lanceamientos se llevaban a cabo en la plaza del Arenal. En definitiva, todo esto y mucho más que es historia de Jerez y además expuesto con un estilo y un gusto exquisitos.
Pues bien, desde hace unas semanas, la ciudad ha perdido este rico patrimonio.
Quienes conocen la historia reciente del Museo Taurino recuerdan que uno de los últimos grandes eventos allí celebrados fue una zambomba navideña, antes de la pandemia, a la que asistieron muchos invitados y entre ellos se encontraba el entonces y ahora alcalde de Sevilla, Juan Espadas. Los propietarios del Museo Taurino de Jerez siempre han recibido muchas visitas ilustres y la suya fue una más, entre empresarios, artistas y políticos de todo el espectro político. Espadas, paisano de Alfonso Rodríguez, acudió acompañado de su esposa ese día pero tuvo que abandonar el acto debido a un grave accidente de tráfico que se produjo cuando estaba allí y regresó a Sevilla. El regidor sevillano prometió a Alfonso que volvería el año siguiente si le era posible a un lugar que le pareció "mágico", aunque hasta ahora no ha podido regresar. Y parece difícil que en el futuro pueda hacerlo debido a que el gobierno de Mamen Sánchez ha decidido vender el edificio y desalojar el Museo a pesar de no tener un comprador. La casualidad ha querido que ahora las carreras políticas de Espadas y Sánchez se vuelvan a unir en un mismo objetivo y quién sabe si la regidora jerezana acabará siendo uno de sus pilares si el alcalde hispalense logra la victoria ante Susana Díaz en las primarias del PSOE. "A la alcaldesa (que gobierna con el apoyo de Adelante y Ganemos en Jerez) nunca le gustó el Museo Taurino, siempre pensó que era sólo un almacén", comenta hoy una persona próxima a las negociaciones por el futuro de este espacio. /R.N.
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