Cinco años de la "nueva era" de Bodegas Fundador
La bodega jerezana celebra el quinto aniversario de su compra por el grupo filipino Emperador, propiedad de Andrew Tan
La "nueva era" anunciada por el magnate filipino se plasma en la modernización y apertura a la ciudad de la bodega, junto al impulso de las marcas y la promoción
Corría el 1 de marzo de 2016 cuando Andrew L. Tan, propietario del grupo filipino Emperador Distillers, cumplía su sueño de juventud con el traspaso de poderes tras la adquisición de Bodegas Fundador, cifrada en unos 275 millones de euros.
El magnate de origen chino afincado en Filipinas, un enamorado confeso de Jerez y su Brandy, completaba así la operación iniciada unos meses antes con la firma del acuerdo de compra de la antigua Domecq, ocasión que aprovechó para visitar las instalaciones bodegueras y plasmar su firma en una bota junto a la frase: “A new era begins” (Comienza una nueva era).
Aquella declaración de intenciones que dejaba entrever el firme propósito del nuevo propietario de rescatar una casa histórica para volver a pasear el nombre de Jerez por el mundo es una realidad contrastada que Bodegas Fundador, con motivo del quinto aniversario del desembarco de Tan en la ciudad, ha querido conmemorar reiterando su compromiso y apuesta de futuro por el vino y el brandy de Jerez.
En palabras de Rafael Rendón, director general de Bodegas Fundador, “han sido cinco años impresionantes y se puede apreciar en cualquier rincón de la bodega”, cuyas instalaciones han experimentado un profundo proceso de recuperación y modernización, que se extiende a la renovación y promoción de sus marcas.
Rendón recuerda que la llegada de Emperador Distillers despertó cierto temor en los trabajadores, que sin embargo no tardaron en percatarse de que volvían a estar "en buenas manos", tras muchos años bajo la batuta de otras multinacionales –Allied Lyons, Beam y Suntory– que dejaron en un segundo plano el negocio del vino y el brandy de Jerez.
Las multinacionales anteriores “dejaron su impronta en la profesionalización, pero las marcas y mercados sufrieron mucho, por lo que había cierto recelo, pero con el paso del tiempo se vio que el nuevo grupo venía para quedarse a través de inversiones a medio y largo plazo que han redundado en el cuidado de todo el proceso de elaboración de los productos, la mejora de la calidad, el packaging, nuevos lanzamientos...”.
Entre otros muchos “hitos” logrados en estos cinco años, la apuesta de la familia Tan por el negocio se aprecia en la renovación de los procesos industriales y la maquinaria, que se plasma en la incorporación de la primera instalación robotizada en un embotellado de Jerez o la recuperación del departamento de I+D, al frente del que figura Manuel Valcárcel y que impulsa varias líneas de investigación en colaboración con las universidades de Cádiz y Córdoba, dos tesis doctorales y otros proyectos internos para el lanzamiento de productos adaptados a nuevos consumidores, explica el director general de Fundador.
En el plano de la recuperación del “patrimonio abandonado”, Rendón apunta a la rehabilitación de la Torre Riquelme o la reapartura de la calle San Ildefonso, una antigua calle del siglo XIII de la ciudad que discurre por el interior de la bodega y que conecta la Puerta de Rota y el nuevo centro de recepción de visitantes con la Tapería Fundador, que simbolizan la renovada apuesta de la casa por el enoturismo y que se extiende a la viña con el proyecto de transformación integral de El Majuelo en Macharnudo.
La reapertura de la Puerta de Rota enlaza con el acercamiento de la bodega a la ciudad, a la que “antes daba la espalda”, indica el directivo de la firma, quien subraya que “la familia Tan tenía muy claro desde el principio que había que reforzar la identidad con el origen, para lo que ahora colaboramos con diferentes asociaciones en proyectos sociales y también fuimos la primera empresa de la provincia en obtener el certificado en responsabilidad social corporativa”.
La buena marcha y el crecimiento de Bodegas Fundador tiene igualmente reflejo en la ampliación de los solerajes de brandy y mantenimiento de los de vino de Jerez, que se traduce en la compra de botas y nuevas instalaciones (cascos bodegueros), así como en el lanzamiento de nuevas marcas como Terry White, Fundados Doble y Triple Madera y la gama de Fundador Supremo.
El incremento de ventas registrado en estos cinco años responde a la recuperación de mercados tradicionales, señala Rendón, quien también destaca los premios logrados por sus marcas en los más prestigiosos concursos en los últimos años, en particular el de Mejor Vino del Mundo y Mejor Brandy del Mundo otorgados al VORS Amontillado y Fundador Supremo 18, respectivamente.
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