Una clínica dental cierra de improviso y deja tirados a sus pacientes de Jerez
'Dental Line' puso el cartel de 'cerrado hasta nuevo aviso' y los afectados se unen
María del Rosario Jiménez acudió de nuevo al centro que Dental Line posee en Jerez, en el número 12 de Madre de Dios, para seguir con su tratamiento de ortodoncia y se encontró con un cartel en la puerta de la clínica con esta leyenda: "Por motivos ajenos al personal de la clínica, ésta permanecerá cerrada hasta nuevo aviso". Rosario había pagado de antemano 2.114 euros por un tratamiento que se ha quedado a medias. Ayer mismo, Paloma Mariscal Romero, otra usuaria de la clínica desde hace años -también acuden a ella su madre y su novio- volvió al centro y se encontró con el mismo cartel. Paloma pagó previamente 3.270 euros por el tratamiento; también se quedó a medias. Otro cliente -cuenta Rosario-, de nombre Alejandro de la Fuente, coincidió con ella el miércoles. Alejandro pagó unos 3.400 por unos implantes. Le pasó lo que a Rosario y a Paloma: Se quedó a medias.
Tanto Rosario como Alfonso denunciaron por una presunta estafa a Dental Line, una compañía creada hace ocho años por dos emprendedores y que creció como la espuma hasta el estallido de la crisis. Ya son seis, según Rosario, el número de denuncias contra la clínica que han llegado a los juzgados. La empresa, con sede en Granada, pasará a finales de año a tener sólo 20 centros cuando en 2007 llegó a ser la empresa con más clínicas propias en el país, con 68 locales en propiedad. Desde abril, cuando vendió 28 de sus centros a Adeslas, ha cerrado doce centros. Rosario Jimena refirió ayer a este periódico que calcula en un centenar "o muchísimos más" el número de afectados por el cierre de la clínica en Jerez. Por tal motivo, y con idea de que las posibles demandas que se puedan interponer no se 'dispersen', Rosario ha facilitado su número de teléfono (629164254) y la dirección de internet (afectadosdentalline@hotmail.es) para coordinar esfuerzos. Rosario trata, de esta manera, de que todas las actuaciones que se presenten en nuestra ciudad contra Dental Line sean consideradas por un mismo juzgado. Rosario cree que la clínica se encuentra, como menos, obligada a comunicar a sus clientes dónde pueden seguir el tratamiento.
Por más que lo ha intentado este periódico, no ha habido forma de contactar con ningún responsable de Dental Line para aclarar la situación.
Lo más curioso es que los casos se repiten. Hace pocos días, se informaba del cierre de la clínica de El Prat de Llobregat, en Barcelona, cuando los pacientes afectados (con tratamientos de entre 3.000 y 6.000 euros) desconocían el destino de sus tratamientos, según informaba El País.
También te puede interesar
Lo último