"No voy a mover a mi hijo de este colegio"

Educación

Una familia de Chiclana denuncia "bullying de la administración" con el transporte escolar de sus hijos

Los padres del pequeño Álvaro hacen semanalmente 450 kilómetros para ir al CEE La Merced "porque la Junta no nos ha encontrado nadie que lo lleve"

Una presentación del Ampa Campeones, junto a los padres.
Una presentación del Ampa Campeones, junto a los padres.
Fran Pereira

10 de octubre 2022 - 09:36

Casi un mes después del comienzo del curso escolar, la familia de Álvaro, un pequeño de 7 años de edad y con autismo, se marca cada semana 450 kilómetros. Tienen que venir desde Chiclana al CEE La Merced en su vehículo propio porque la Consejería de Educación ha sido incapaz de encontrar un servicio de transporte adecuado.

Los cuarenta y cinco kilómetros que separan Jerez de la localidad costera son un diario para sus padres, Álvaro y Sonia, que han tenido incluso que adaptar su horario laboral a esta situación porque "tenemos que quedarnos esperando a que terminen las clases para marcharnos". No son los únicos, ya que otra familia, también de Chiclana, se encuentra en la misma situación, salvo que por motivos personales, su madre no dispone de carnet de conducir y en los últimos días "no está trayendo al niño a clase", cuenta Lourdes Sampalo, presidenta del Ampa Campeones. "Además, como en Educación han visto que esto es un problema para ellos, le han recomendado que se vaya a San Fernando. Al final lo que quieren es quitarse el problema de encima".

En el caso de Álvaro, sus padres, Álvaro y Sonia, decidieron en marzo, cuando se abrió el proceso de escolarización y tras un periplo "en el que hemos tenido de todo a nivel escolar", decidieron matricular a su hijo en el CEE La Merced, porque "era el centro idóneo para los problemas que tiene. En la provincia hay cuatro centros de este tipo, tres concertados y uno público, el de Jerez, pero decidimos traerlo a Jerez, aunque estaba más lejos que otros porque contaban con un personal específico para el autismo de Álvaro", comenta su madre.

"Cuando matriculamos a nuestro hijo, nos dijeron que por el transporte no había problemas, porque todo el niño de Educación Especial que se matricule tiene garantizado el comedor y el desplazamiento, igual que pasa con otros niños y niñas de Rota, Sanlúcar, Paterna o Medina. ¿Qué pasa? Pues que comenzó el curso en septiembre y educación no había buscado transporte y aquí seguimos", añade.

La realidad es que casi un mes después del comienzo escolar, Álvaro no tiene transporte pues según explican desde la APAE (Agencia Pública Andaluza de la Educación) "ningún taxista acepta la oferta", apunta Lourdes Sampalo. Según ha podido conocer el propio Ampa Campeones, esta decisión se debe a que "les pagan muy poco y no les compensa traer al niño desde Chiclana". Ni siquiera taxistas de Jerez "con los que nos hemos puesto en contacto, han aceptado, siempre por la misma razón, porque además tienen que dar hasta una fianza".

"Hemos llegado a ir parada por parada en Chiclana y en Jerez buscando alguien que acepte la opción, algo que no deberíamos hacer nosotros, pero no encontramos a nadie. De hecho, se lo comunicamos de nuevo a la APAE y nos dijeron, Máximo López, con el que hemos hablado, que nos iban a poner un minibus. O sea, algo para tenernos distraídos porque han pasado tres semanas y todo sigue igual. Ahora ni siquiera coge el teléfono".

A pesar de que debe ser la Junta, en este caso la APAE, quien debería velar por el alumnado buscándole dicho transporte, lo cierto es que nadie desde la administración ofrece una solución, algo que está llevando a la desesperación a las familias. "Hemos hecho fuerza ya no sólo desde el colegio y el Ampa, sino desde la inspección, que estuvo aquí con nosotros, y desde la Asociación de Autismo Cádiz, cuya presidenta también lo ha intentado todo, pero nada de nada. Ha llegado incluso a proponer que Álvaro fuera en el mismo autobús que viene de varias localidades de la costa al colegio de Sordos", prosigue Lourdes.

Lo que sí tiene claro la familia es que "no vamos a mover a mi hijo de este colegio. Si están haciendo todo esto para aburrirnos y que nos cambiemos de colegio, lo llevan claro, porque Álvaro está encantado aquí. Antes ir al colegio era un problema, pero ahora se levanta y dice 'mamá, cole'".

"Es duro que, ahora que se habla tanto de bullying, nos esté haciendo bullying la propia administración", interviene Álvaro, su padre.

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