El comercio del centro sufre más de 10 robos desde el pasado 11 de mayo
Acoje reclama que se redoble la vigilancia ante la oleada de delitos y vuelve a incidir en la necesidad de una comisaría en el casco histórico
Once robos y otros seis intentos. Es la llamativa cifra de la inseguridad en los comercios del centros desde que el pasado 11 de mayo se pudieron abrir las puertas. Desde Acoje señalan que las maneras de actuar son distintas, por lo que piensan que "que son distintas personas, no hay un perfil concreto. Son diferentes delincuentes".
La presidenta de Acoje, Nela García, reconoce que "otros años también hemos tenido oleadas de robos, pero coincidían con ciertos permisos penitenciarios, personas concretas... Hubo una vez que uno de los delincuentes sumaba 90 detenciones". La mujer que precisamente intentó robar en la tienda 'Carrusel Juguetes', propiedad de García, ya tiene 17 detenciones en los últimos dos meses.
"Por la crisis del Covid-19 hay menos turistas a los que robar y las opciones de los delincuentes se reducen. El centro nunca ha estado protegido y esto es una muestra", subraya la presidenta de Acoje, quien añade que "precisamente durante el confinamiento sí que había una mayor presencia policial, pero cuando llegó la reactivación de la economía se redujo".
Desde Acoje vuelven a poner sobre la mesa la necesidad de una comisaría en el centro, "con todos los servicios que eso conlleva y no una comisaría que se limite a una placa en la puerta". "Sabemos que esto no puede ser de un día para otro, por eso llevamos ya más de dos años pidiendo que se avance sin que en este tiempo se haya dado un empujón al proyecto", lamenta García.
"Las calles están muy tranquilas por las tardes y están más expuestas. Hay personas que barajan cerrar las tardes, trabajar bajo cita previa, a puerta cerrada. Es muy triste vivir con esta intranquilidad", declara la presidenta del colectivo de comerciantes. "Necesitamos que se redoble la vigilancia, que haya más efectivos tanto de medios como de personal en la comisaría y es preciso que se modifiquen las leyes para que una persona con varias detenciones y reincidente tenga algún tipo de control, porque ahora se sienten impunes", recalca García.
Pastelerías, calzado, juguetes, ropa infantil, productos de belleza... En esta oleada de robos no entiende de sectores ni de horarios, ya que algunos se ejecutan a plena luz del día y otros cuando cae la noche. Cabe recordar el que ocurrió en ‘Carrusel Juguetes’ hace unos días cuando el comercio se encontraba en ese momento abierto. Según relató su propietaria, sobre las seis de la tarde una mujer entró en la tienda sin que la dueña se apercibiera de ello y se escondió, observando sus movimientos. García comenta que tuvo que salir un momento y cerró las puertas del establecimiento, por lo que la mujer se quedó dentro, circunstancia que aprovechó para intentar abrir la caja, pero no lo logró. Es sólo un ejemplo de la inseguridad en la que se encuentran los comerciantes.
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