"No hay conciliación familiar, es un discurso vacío de Europa"
amaya azcona sanz. directora general de la fundación redmadre
La ONG atiende a mujeres embarazadas con dificultades, a través de una red de voluntarios En 2014 llegaron a ayudar a unas 10.000 personas
RedMadre es una fundación creada en 2007 con el propósito de activar una red solidaria de apoyo, asesoramiento y ayuda a la mujer para superar cualquier conflicto surgido ante un embarazo imprevisto. Así se definen en su web y así lo intentan aplicar a diario en la vida de miles de mujeres. La directora general de RedMadre, Amaya Azcona Sanz, ha estado en Jerez para conocer al equipo de la fundación en la ciudad e intercambiar experiencias.
Sólo durante 2014 atendieron a unas 10.000 mujeres en España, con un equipo de voluntarios cuya "implicación es máxima". "Asignamos una voluntaria a cada persona y la acompaña en todo el recorrido, desde 18 meses, 20 meses. Se han dado casos de mujeres extranjeras que no tenían familiares en España, y ha sido la voluntaria de RedMadre la que le ha asistido en el parto y ha hecho de abuela. Eso es lo más", reconoce Azcona.
-Cuando una mujer llama a la puerta de RedMadre, ¿cuál es la 'mochila' que lleva?
-Pues lleva un embarazo inesperado. A eso se le debe sumar situaciones como que su pareja no quiera tener ese hijo, que no sepa ni siquiera quién es el padre, que haya sido despedida recientemente o que en su trabajo le hayan dicho que no dudaría mucho si se quedaba embarazada... Son situaciones de este tipo, en las que también hay presiones familiares, porque que sea muy joven... Son muchas cargas.
-¿Cómo puede llegar un embarazo inesperado?
-Una mujer sabe desde niña que si mantiene relaciones puede quedarse embarazada, pero luego la sociedad la encamina a que tenga relaciones y que no hay consecuencias. Eso sí, cuando llegan esas consecuencias, la sociedad le dice 'eres tonta'. Pero es que claro, los medios a veces fallan, la circunstancias en las que se tienen relaciones son como son, y la culpa del embarazo recae sólo en la mujer. Es algo injusto.
-¿Cómo ha afectado la crisis a la maternidad?
-Ha afectado mucho. Antes venían más mujeres inmigrantes a pedir ayuda por cuestiones económicas, y desde la crisis vienen más familias españolas que tienen problemas porque están en el paro o por los desahucios.
-¿Qué perfil tiene la mujer que acude a RedMadre?
-El perfil es de entre 20 y 30 años, sin pareja estable y sin trabajo estable, o a veces con empleos en la economía sumergida. La situación es muy complicada y por eso nos piden ayuda. Tratamos también de buscarle trabajo, que es el reto mayor. Les procuramos dar formación, les enseñamos a hacer un currículum, a hacer entrevistas... Es un reto.
-¿Falta información en una época en la que, supuestamente, deberíamos estar más informados?
-Estamos informadas, pero no hay ayudas cuando hay un embarazo que necesita ser ayudado. No hay soporte de las administraciones y las mujeres acuden a las ONG como RedMadre. Lamentablemente para la Administración, el embarazo inesperado o el vulnerable no es un criterio de ayuda, y a veces cuando las mujeres van a los servicios sociales de los ayuntamientos para pedir ayuda, sólo asisten, cuando se asiste, a las más excluidas.
-¿Qué miedos tiene la mujer que acude a RedMadre?
-Tiene muchos. En realidad, cualquier mujer que se queda embarazada tiene miedos, es natural. Pero la que acude a nosotros tiene muchos más porque no ha tenido apoyo en su entorno. Hay quien le dice que aborte porque su vida será más fácil, pero ella tiene algo que intuitivamente le dice que ¿por qué no va a poder ser madre? Cuando nos preguntan hablamos bien de la maternidad, le damos la enhorabuena y aunque no le podemos cambiar su vida, sí le damos esperanzas.
-¿Qué opinión le merece la ley del aborto?
-Estamos horrorizados. Vale que un Estado pueda regular lo que le parezca, pero es una ley muy dañina. Impide que la mujer reflexione, le dan sólo tres días, están abocadas al aborto y no hay ninguna ayuda. No está equilibrada. Es una ley que está causando muchos estragos.
-Hablemos de adolescentes, ¿qué escenario hay hoy día?
-No hay tantos embarazos adolescentes como puede pensar la gente, pero los que hay son delicados. Si son menores de edad, somos respetuosos con la familia y ayudamos en lo que nos piden.
-¿Hace falta más educación sexual en los colegios e institutos?
-Sí, hace muchísima falta. Pero no sólo sexual, hace falta educación afectiva-sexual. Los jóvenes sí tienen mucha información técnica de los métodos anticonceptivos, pero no tanta sobre cómo son las relaciones íntimas. Los métodos anticonceptivos todos fallan, por eso creemos que a veces a los jóvenes se les da una información sesgada.
-¿Existe la conciliación familiar?
-No existe. Es un discurso vacío que viene de Europa, de los funcionarios, de las empresas que lo venden en Recursos Humanos, pero no. Si vemos los horarios de las empresas españolas no coinciden con los horarios de los colegios, con el cierre de las tiendas, no hay gratuidad...
-Hemos hablado de la mujer en la maternidad, pero ¿qué papel tiene el padre?
-Desde mayo del 68 hay una cultura de liberar a la mujer y todo este lío del género contra el patriarcado. Al padre se le ha apartado de la figura de educador, por ir en contra de esa figura anterior de mucho autoritarismo. Pero se ha pasado de luchar contra el autoritarismo, a que no participe en nada, y tan malo es una cosa como la otra. Creo que para educar a un hijo lo mejor es que haya un equilibrio, una complementariedad. Además, el varón también se ha aprovechado de que no tiene que ser responsable de sus actos con la sexualidad y utiliza a la mujer.
-¿Qué retos tiene la sociedad en la maternidad?
-El reto es que la sociedad debería defender la maternidad, hablar bien, dar la enhorabuena a la embarazada y no soltar el 'qué horror, eres joven', 'qué horror, eres vieja', 'qué horror, tienes ya tres hijos'... Y la administración debería ayudar a los casos más graves, porque ahora mismo no actúa.
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