El mundo del raid condena la carrera de caballos más larga y extrema del planeta
El Mongol Derby, el concurso que pretende celebrarse este verano, carece de reglas y los expertos hípicos lo han criticado duramente por ser "una salvajada"

El mundo del raid está movilizado para intentar frenar la que se ha llamado la carrera de caballos más larga del mundo. Una alianza sin precedentes formada por expertos, líderes ecuestres jinetes y exploradores ha denunciado la celebración de un maratón hípico absolutamente salvaje y desorganizado.
Con una distancia a recorrer de 1.000 kilómetros, el Mongol Derby es el raid sin reglas más largo que se pretenda intentar. El circuito está previsto para este verano en Mongolia, para lo cual ha sido necesario reclutar cerca de 1.000 caballos nativos de corta alzada y semi-salvajes. La propia página web que promueve el maratón alardea de la carencia de los mínimos requisitos exigidos para un concurso de características semejantes. "No hay un recorrido cuidadosamente marcado, no hay puestos con comida ni agua ni apoyo logístico; se trata de una carrera de caballos a una escala totalmente nueva. Se cambiarán los caballos cada 40 kilómetros, de manera que los animales estén frescos. Riñones sangrantes, extremidades rotas, heridas abiertas y una lista de peligros más larga que un brazo se encuentra entre usted y la victoria".
La carrera la está promoviendo el británico Tom Morgan, cuya empresa, 'The Adventurists' (Los Aventuristas), está especializada en captar a turistas deseosos de aventuras extremas. Así pues, en este singular raid encuentra la horma de un zapato que pisotea el primer mandamiento del catolicismo hípico: respetar al caballo por encima de todo.
Según advierte su organizador, no se contemplan planes de seguridad algunos, subraya que la principal premisa es la aventura y que cualquier atisbo de planificación restaría esencia a la palabra aventura. Sin comentarios. "No tenemos previstos planes de seguridad. Nuestras aventuras están diseñadas para ser tan sólo eso, de manera que organizar un equipo de soporte le quitaría ese sabor amargo y dulce que tiene la aventura (caminar por el filo de la navaja). A la gente se le asesora de que puede estar metiéndose en algo que quizás sea demasiado peligroso".
Para llevar a cabo tan desafortunados planes deportivos, el promotor británico contactó con expertos en el mundo del raid, quienes lógicamente desaconsejaron la celebración del acontecimiento deportivo. 'The Long Rider's Guild', la primera asociación internacional de exploradores ecuestres, ha intentado sin éxito desanimar a Morgan a insuflar emoción a los 25 competidores extranjeros, que han pagado casi 5.000 dólares para participar, ya que los jinetes han detectado en la zona ataques de lobos, plagas bubónicas, rabia, inundaciones, comida envenenada, robo de caballos y asaltos a personas. 'The Long Rider's Guild' insiste en que 'The Adventurists' se ha embarcado en un imprudente contratiempo ecuestre que vuelve la mirada a los serios peligros a los que está expuesto el grupo de competidores.
Pero nada parece frenar la idea del británico, que se ha apresurado en bautizar su idea como 'el más grande y peor asunto equino del planeta'. En su locura le asiste Richard Dunwoody, un jockey británico convertido en guía turístico ecuestre.
Jinetes avezados de países como Nueva Zelanda, Canadá, Suiza, Gran Bretaña, Mongolia y los Estados Unidos confirmaron que ni el gobierno de Mongolia ni la Federación Ecuestre Internacional (FEI), el organismo internacional designado para proteger el deporte del raid de la explotación, se han implicado en organizar esta carrera de resistencia, que nada tiene que ver con el raid federativo, pues como bien afirma un portavoz de la empresa organizador, "esta aventura tiene solo que ver con la resistencia del jinete, en contraposición a la del caballo".
Los competidores van a cabalgar directos al peligro. No habrá rastreadores, la comida será escasa, se facilitará un mapa de pozos pero no se garantiza que estos tengan agua, hay manadas de perros salvajes y hambrientos y las balizas de emergencia solo se podrán activar cuando la vida del jinete corra peligro. Si se pierde, estará perdido. Ah, y como último dato, solo hay un helicóptero de emergencia médica en toda Mongolia.
Cuando se supo que el raid de Morgan parecía violar tres de los principios principales de las carreras de resistencia, concretamente la no explotación comercial del caballo, la de tener una ruta marcada y fuentes de agua confirmados, la más grande coalición del mundo de jinetes, exploradores y editores, lanzaron una petición internacional pidiendo al presidente de Mongolia que parara el raid y urgiera a la Princesa Haya de Jordania, presidenta de la FEI, para que prohibiera de por vida a los jinetes participar en más competiciones.
Adicionalmente, el ministro británico para el Caballo, Jim Fitzpatrick, ha sido instado a investigar el raid no reglamentado de Morgan.
Independientemente de lo que pase en Mongolia este verano, ya está claro que se verán miles de jinetes, exploradores ecuestres y jinetes de raid unidos en un acto de solidaridad sin precedentes, con la intención de parar el espectáculo de Morgan. Para más información acerca de la carrera de resistencia y para firmar la petición, se puede visitar la web 'Long Rider's Guild Mongol Investigation and Petition', o el número de septiembre de la revista hípica especializada Trofeo Caballo.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por la Ibense 1892