El conflicto vecinal de San José Obrero continúa por tener un muro a dos centímetros de sus ventanas
Los vecinos de la calle Santa Catalina insisten en poder ver el proyecto de obra de la nueva urbanización por la que prácticamente se ha tapiado ventanas y puertas
"Al Ayuntamiento no le importa dejar a quince familias sin aire y sin luz"
El conflicto de las casas de San José Obrero continúa: ahora tapian ventanas y puertas
Vecinos afectados por unas obras de una nueva promoción en la calle Santa Catalina, en San José Obrero, denuncian que aún no han podido ver el proyecto de obra y la licencia de la nueva construcción, unas obras que están provocando serios problemas en las antiguas casas.
Cabe recordar que un grupo de vecinos denunció que la nueva urbanización tapaba con muros las ventanas de algunos inmuebles, impidiendo la correcta entrada de luz y aire en las casas. Ahora, alertan de que algunas habitaciones están teniendo problemas de ventilación a causa de la nueva construcción. "Así se les estaban poniendo las paredes a algunos vecinos de la calle Santa Catalina de San José Obrero por el muro que les pusieron delante de sus fachadas los constructores de las nuevas viviendas", critican al tiempo que difunden varias fotografías.
"El equipo de gobierno de Mamen Sánchez, que hasta este fin de semana dirigía el Ayuntamiento, no nos ha hecho caso en ningún momento. Hemos solicitado formalmente ver el proyecto de obra y la licencia para ver dónde aparecía ese muro y seguimos sin poder ver la documentación porque el Ayuntamiento hizo caso omiso y no se nos entregó. ¿Por qué será?", critican los afectados.
El colectivo recuerda en su comunicado que "también se le había pedido al Ayuntamiento y a su equipo de urbanismo que dejaran detrás de las fachadas una acera, tal como se ha hecho en el resto de la calle, pero se negaron. Y mira que el resto de la calle tienen las mismas ventanas que tienen estos vecinos, no se entiende porque a unos se las tapan y a otros no".
Este caso ya está en los juzgados y mientras llega el juicio "los vecinos tienen que seguir aguantando que sus paredes se apulgaren, que los que ejecutan la obra pongan obscenidades en las ventanas, que enciendan las máquinas de la obra a las 7:30 de la mañana y despierten a todo el mundo y se rían por ello, que de madrugada se escuchen las voces del guarda con sus amistades y no se pueda dormir... Qué más da".
"A los vecinos no les importaría que hubiera un muro detrás de sus fachadas, porque todo el mundo quiere intimidad, pero no a dos centímetros de la ventana. Con que lo hubieran separado un poco para que entrase luz y aire, perfecto, que tampoco los antiguos vecinos tienen ningún interés en ver las casas de nadie. Ahora confiamos en que este nuevo equipo de gobierno nos ayude y que todo sea transparente", remarcan.
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