El mundo del vino, "ejemplo" de la lucha contra el cambio climático y la digitalización

El Congreso Mundial de la Viña y el Vino que se celebra desde este lunes en Cádiz y Jerez aborda posibles soluciones frente a los grandes retos del sector, entre los que cobran especial relevancia el cambio climático, la transformación digital y los nuevos consumos. Desafíos que estarán muy presentes en el congreso y a los que el ministro de Agricultura, Luis Planas ha añadido la necesidad de hacer un uso eficiente de los recursos naturales, el agua, el suelo y el aire, para alcanzar la triple sostenibilidad del sector: medioambiental, social y económica.

Planas ha cerrado el turno de intervenciones durante la inauguración del congreso, durante el que ha mostrado su confianza en que el Marco de Jerez, tierra de vinos únicos con una vitivinicultura milenaria, sirva de inspiración a los congresistas a fin de impulsar y avanzar en la consecución de estos retos. “Deseo que el congreso, que por sexta vez se celebra en España, sea fructífero”.

“El cambio climático está aquí y hay que afrontarlo y adaptarse”, ha afirmado categóricamente el ministro de Agricultura en el acto institucional del congreso que se celebra hasta el próximo día 9 en Cádiz y Jerez bajo el lema ‘Vitivinicultura y Tecnologías de la Información’, un “título muy acertado”, porque “el vino es de los sectores más punteros” y que está a la vanguardia en la “búsqueda de nuevos horizontes” a través de la investigación y la aportación de las empresas tecnológicas.

A su juicio, este foro mundial es una “magnífica oportunidad para reseñar y para subrayar como ministro y en nombre del Gobierno de España la importancia que damos al vino como un sector clave dentro del sector agroalimentario, dentro de nuestras exportaciones y también porque la imagen de España está unida a ese gran producto y al sentimiento que sin duda produce su consumo”.

No en vano, el titular de Agricultura ha recordado que “España es el país con mayor superficie de viñedo del mundo, 940.000 hectáreas, el tercer productor y el primer exportador, con una producción media de aproximadamente 40 millones de hectólitros de la que exportamos 27 millones cada año”. Del mismo modo, ha significado que, “recientemente, hemos alcanzado la cifra récord de 3.060 millones de euros en valor de las exportaciones de vinos amparados por las 144 figuras de calidad, 101 Denominaciones de Origen y 43 Indicaciones Geográficas, que suman la gran diversidad que el sector del vino tiene en nuestro y país y del cual, como ministro, me siento especialmente orgulloso”.

Pese a que el viñedo apenas ocupa un 3% de la superficie arable del mundo, el sector no rehúsa su responsabilidad en la lucha contra el cambio climático, ya que se trata del “cultivo más sensible” y por eso “nunca ha sido negacionista”, ha indicado el director general de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, Pau Roca, durante la inauguración del congreso, que reúne a 800 expertos en vitivinicultura y enología.

Según Roca, el sector, que vive del suelo, el clima, el agua y el trabajo del hombre, quiere ser “ejemplar” en la lucha contra el cambio climático y en la adaptación a los cambios que producirá, que también abre nuevas oportunidades como plantar viñedos en el sur de Suecia y de Inglaterra, si bien “la deslocalización no es una opción” para la OIV.

La lucha contra el cambio climático estará muy presente en las sesiones de trabajo, en el que también se abordarán las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías “desde el viñedo a la copa”, el big data, las tecnologías de la información y la inteligencia artificial.

Las nuevas tecnologías pueden aportar beneficios desde el control de plagas en el viñedo a la mejora de la trazabilidad y la autenticidad del producto que cada vez valora más el consumidor, ha asegurado en su intervención el presidente de la OIV, Luigi Moio, quien ha alertado de la necesidad de "proteger el vino y que el vino se proteja” ante la posibilidad de que llegue “una nueva ola de la ley seca”.

"El sector vive hoy por desgracia problemas, la sociedad podría ir hacia modelos que lo pueden poner en tela de juicio", ha apuntado entre los problemas que pueden afectar al vino, que es "diferente al resto bebidas alcohólicas" y una actividad que "defiende a los territorios" en los que se produce, que es “crucial en la lucha contra el cambio climático”.

Moio concluyó con vivas al vino, a la OIV y a España, a los que el ministro de Agricultura sumó un viva al consumo responsable, “que es la clave de todo” en la apertura de nuevos caminos a los que brinda la oportunidad este congreso, entre ellos el de la llegada a nuevos y futuros consumidores, para lo que Planas ha abogado por la elaboración de “vinos con menos graduación, más frescos y con un mensaje más sencillo”, de ahí el apoyo del Gobierno español a los vinos desalcoholizados, y por “la transformación digital del campo a la mesa”.

En muchas regiones vitivinícolas del mundo hace tiempo que trabajan en la adaptación del sector a los nuevos tiempos, caso del Marco de Jerez y Montilla-Moriles, que investigan con la ayuda de las universidades de Córdoba y Cádiz la crianza biológica (finos y manzanillas) por debajo de los 15 grados que actualmente exige la reglamentación comunitaria para los vinos generosos, en el denominado proyecto Agromis.

Precisamente, investigadores de la Universidad de Cádiz darán a conocer los últimos resultados y avances de este proyecto, muy prometedores, en una de las ponencias del 44 Congreso Mundial de la Viña y el Vino, en el que los asistentes también tienen la oportunidad de conocer las posibilidades gastronómicas de estos vino, su historia, su cultura y sistema de elaboración a través de catas y maridajes que se ofrecen dentro y fuera del Palacio de Congresos de Cádiz.