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Álvaro Romero
Tono alcista
Guadalcacín fue uno de los puntos más afectados de Jerez por las fuertes precipitaciones del pasado miércoles. Y este jueves tocaba hacer evalución de daños y de limpieza, aunque con un ojo puesto ante la posibilidad de que se produjeran nuevas inundaciones por la crecida de los arroyos que la rodean.
Según explicaba su alcalde, Salvador Ruiz, en torno a 50 viviendas se vieron afectadas por las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias. Finalmente, no fue necesario el pabellón deportivo de la pedanía para atender a las familias afectadas por las inundaciones del miércoles, donde la Cruz Roja había habilitado camas. Sobre las ocho y media de la tarde del miércoles, se desmontó el dispositivo ya que el grueso de afrectados habían podido volver a su casa y otros habían optado por pasar la noche en casa de familiares.
Si hubo un lugar muy representativo de los daños que ocasionaron las inundaciones del miércoles en Guadalcacín: el Bar Rabanito. Los propietarios del establecimiento se mostraban resignados ante una nueva anegación, la tercera que recuerdan en los 40 años que llevan abiertos. Comentaban que han perdido casi todo el género y lo peor es que aún no saben cuántos electrodomésticos tendrán que tirar a la basura también.
La fuerza del agua llegó a tirar al suelo algunos de los frigoríficos que había en la cocina, ocasionando que se echaran a perder los alimentos y bebidas que en él se guardaban. Solo se pudo salvar el género que estaba en estanterías y las que pudieron salvarse cuando a las dos y media de la tarde empezó a anegarse su interior.
Las casas más próximas a este bar también se vieron afectadas por el agua acumulada tras desbordarse el arroyo que discurre a espaldas de la pedanía. Uno de los afectados relataba que hace apenas una semana había cambiado la puerta principal de su casa, que ha quedado prácticamente inutilizada. Toda la planta baja de su vivienda quedó anegada, provocando daños en todos los muebles.
No en vano, los numerosos arroyos del término municipal fueron una de las principales preocupaciones durante la jornada para los servicios de emergencia. Las lluvias que se produjeron durante toda la jornada, casi 50 litros por metro cuadrado, según lo recogido en la estación meteorológica del Aeropuerto de Jerez hasta las siete de esta tarde, unido a las escorrentías del agua acumulada en una tierra muy mojada, provocaron que efectivos del parque de Bomberos y cuerpos de seguridad como Guardia Civil y Polícía Local tuvieran que desplazarse a distintos puntos del extrarradio jerezano durante toda la joranda para evacuar a personas cuyas viviendas se habían anegado.
Fue lo que ocurrió a varias familias que viven en la barriada rural del Puente de la Guareña. La crecida del arroyo del Cuerpo de Hombre, que cruza este enclave rural, sumado a la basura que fue acumulándose por las conducciones situadas bajo los caminos, hicieron que varias viviendas se desbordara y anegara.
Una vecina de la zona aprovechó la presencia en la zona de la alcaldesa, María José García-Pelayo, para recrimininarle que no se hubieran realizado labores de limpieza previas. “Mi marido se ha tenido que meter hasta la cintura para limpiar el arroyo, donde ha sacado hasta un lavavajillas”, le espetaba. Su vivienda, junto con la de otra familia, fueron las más afectadas por el agua. Incluso, vieron que la inundación acabó matando a los gallos que criaba en su parcela.
Pocas horas después, ocurría lo mismo en otro diseminado próximo, concretamente en Magallanes, donde se desbordaba el arroyo de Vicos e inundaba buena parte de las viviendas construidas en su entorno. Hasta el lugar acudieron tanto efectivos de la Guardia Civil como de la Policía Local para ayudar a salir a las familias, puesto que en algunos casos el agua llegó a superar el metro de altura.
Sin embargo, tuvo que mediar el alcalde de La Barca, Alejandro López, para convencer a algunas familias que dejaran sus viviendas durante unas horas. De hecho, conforme avanzó la tarde el nivel del agua del arroyo fue disminuyendo por lo que se rebajó la inundación en este enclave situado muy próximo a la pedanía de La Barca.
Por otro lado, el Ayuntamiento también tuvo que intervenir de urgencia en el arroyo del Cuerpo de Hombre a su paso por la pedanía de San Isidro del Guadalete aunque, por suerte, no afectó a las viviendas aledañas.
Sin embargo, a partir de las dos de la tarde la preocupación se desplazó a la ribera del río Guadalete. Se anunciaba que había empezado a desembolsarse agua del embalse de Arcos, por lo que eso conllevaría una crecida del río a su paso por Jerez durante los próximos días. Horas más tarde, se activaba el plan de riesgo por inundación y se procedía al desalojo de unas 300 familias de distintos enclaves ribereños.
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