El Consejo mantiene la previsión de un 10% más de cosecha en vendimia
La producción final rondaría los 62 millones de kilos de uva tras otra campaña corta
La recolección de la uva palomino del Marco se generalizará a mediados de la próxima semana
Los primeros kilos de uva entraron en los lagares en la madrugada del pasado martes, pero hasta mediados de la próxima semana no se generalizará la vendimia del jerez con la entrada en escena del resto de grandes bodegas, los viñistas independientes y las cooperativas, al menos la jerezana de Las Angustias, también conocida como Covijerez.
Tras el inicio de la recolección en los viñedos del pago de Macharnudo de Bodegas Fundador y Grupo Estévez, en las próximas horas está prevista la incorporación de la sanluqueña Barbadillo en el jerezano pago de Gibalbín, donde el viernes comenzaron con los pies de cuba que anuncia el inminente inicio de la corta de la uva, mientras que González Byass, en su caso en el también jerezano pago de Carrascal, anunciaba igualmente días atrás el presumible comienzo de su vendimia a partir del lunes 10 de agosto.
El Consejo Regulador mantiene de momento la previsión oficial de un aumento de la producción de en torno al 10% respecto a la campaña anterior, que en números redondos se traduciría en algo más de 60 millones de kilos de uva, unos 62 para ser exactos, lo que no deja de considerarse una campaña corta. Hay estimaciones sectoriales, sin embargo, que disparan el posible incremento del aforo hasta el 15% respecto a los 57,3 millones con los que acabó la vendimia anterior, con lo que la cosecha se elevaría hasta el entorno de los 66 millones de kilos, lejos en cualquier caso de los 81 millones de kilos molturados en 2018 o de los 75 millones que se alcanzaron un año antes.
Las previsiones van por barrios y son tan dispares como el estado actual de la uva, que dentro de las mismas parcelas presenta grandes oscilaciones en el grado de maduración, lo que ha provocado que algunos operadores que tenían previsto iniciar la vendimia días atrás retrasasen el comienzo una semana para permitir que la viña alcanzase los 10.5 grados baumé, el mínimo en el que se mide la concentración de azúcares o potencial de alcohol necesario para su recolección dentro de las Denominaciones de Origen Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda.
Los pagos de la vecina localidad costera, como es costumbre en el Marco por la diferencia de temperaturas entre el interior y el litoral, están más retrasados y el presidente de los viñistas independientes de Asevi-Asaja, Francisco Guerrero, cuya estimación de cosecha es similar a la del año pasado, apunta a un posible descenso de la producción en esta zona.
La empresa especializada en el asesoramiento de viñas, Vara y Pulgar, da cuenta de esa disparidad en el desarrollo de la uva del Marco esta campaña. “Hay viñas que ya han superado con creces los 10,5 baumé y otras que aún están más cerca de los 9 grados, pero esta diferencia puede encontrarse hasta en un mismo racimo porque las uvas todavía están transformando”, señala uno de sus responsables.
Entre el coronavirus y las condiciones meteorológicas, una mezcla de humedad y calor propicia para la propagación de enfermedades, los viticultores tienen asumido que la presente vendimia no ayudará en nada a sus maltrechas economías. castigadas desde hace décadas y sin solución a la vista.
En palabras de Guerrero, “afrontamos otro año ruinoso, uno más, con el precio de la uva igual”, ya que aunque Barbadillo, el principal comprador de uva del Marco, ha subido algo a los viñistas que le suministran, el resto de bodegas que demandan materia prima a los independientes, cuatro mal contadas, “están incluso intentando bajar algo el precio”.
Los productores prefieren seguir hablando en pesetas, entre otros motivos porque, según el presidente de Asevi, “si calculas en euros se te caen dos lagrimones”, y el precio este año, como los anteriores, ronda las 60 pesetas, 62 pesetas a lo sumo –el equivalente en la actual moneda en curso es de 36 y 37 céntimos–, con lo que la palomino del Marco de Jerez ocupa junto a la zalema de Huelva lugar destacado en el furgón de cola de la cotización de las varietales en España.
“La vendimia venía muy adelantada, pero la bajada de temperatura y las blanduras antes de la última ola de calor han retrasado el inicio”, indican desde el Consejo Regulador, no sin recordar que “las lluvias de primavera mejoraron la cantidad, pero también trajo enfermedades, y aunque hubo pánico, al final la producción y el adelanto se han ido corrigiendo”.
Las claves de la campaña
- PROLEGÓMENOSBrotación temprana y primavera de libroLa lluvia tardía, aunque abundantes, en primavera corrigió la escasez de cosecha, pero también disparó las enfermedades, con lo que se extendió el pánico en el sector.
- CAMPAÑA TEMPRANAEl tiempo evita un adelanto mayorLas condiciones meteorológicas de las últimas semanas han corregido el adelanto generalizado de la vendimia con el retraso del inicio en algunas de las principales bodegas, aunque sin evitar el comienzo más madrugador en el Marco.
- DISPARIDADPrevisiones y evolución de la uva muy disparLa disparidad del estado de la uva entre los distintos pagos e incluso en las mismas viñas se traslada a las previsiones del sector, que oscilan entre una vendimia igual que la anterior y un aumento de hasta el 15%.
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