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Toca renovar los vocales. El Consejo Regulador ha puesto en marcha la maquinaria para la convocatoria de elecciones, que presumiblemente se celebrarán el próximo mes de junio, con idea de que el nuevo pleno del vino pueda estar constituido entre finales de junio y principios de julio.
Hasta la sesión plenaria de marzo no se aprobará la convocatoria con la que se abrirá el proceso, pero antes hay que definir las reglas del juego de acuerdo tanto con el decreto que regula el procedimiento electoral de los Consejos Reguladores de las denominaciones de calidad diferenciada de Andalucía como con el reglamento de funcionamiento interno de las distintas Denominaciones de Origen.
En el caso de la institución jerezana del vino, la renovación implicará cambios en el reparto actual de los sillones del pleno, en el que, con toda probabilidad, los viñistas independientes perderán una vocalía dentro del sector productor, que pasaría a engrosar la representación de las cooperativas.
El reglamento establece un reparto de vocalías en el sector productor proporcional a la superficie de viñedo de la campaña anterior, en la que los titulares de viñas asociados a cooperativas ostentaban prácticamente la mitad de la superficie inscrita, mientras que los independientes rondan el 20% –el 30% restante está en manos de las bodegas–.
Las cooperativas, según dejaron entrever ayer en el pleno, van a reclamar ese vocal, que dejaría en tablas su representación en el seno del sector productor con la de los viñistas independientes –le corresponderían cinco vocales a cada uno–, si bien tanto el Consejo Regulador como las organizaciones sectoriales harán en las próximas semanas sus números para elevar sus propuestas definitivas de cara a su aprobación en la sesión plenaria de marzo.
En el sector comercializador, donde los votos por bodega se miden en proporción al volumen total de vino o vinagre expedido, está por decidir si se amplía la representación de la manzanilla, que alcanza ya el 19% de las salidas totales, con un segundo vocal, que en todo caso quedaría en manos de Fedejerez. El vinagre, que supone en torno al 1,5% de las expediciones totales, se quedaría en un vocal, y las cooperativas conservarían su representante por las pequeñas bodegas. Las seis vocalías restantes del sector elaborador seguirán en poder de la patronal bodeguera.
Cabe recordar que, después de agotar la vía judicial sin éxito, Fedejerez ha solicitado amparo al Gobierno andaluz para que modifique el decreto que regula la convocatoria de elecciones y que impide a los bodegueros presentarse por dos censos, el de los comercializadores que se corresponde con su actividad principal, y el de los productores, al que podían concurrir como propietarios de un tercio del viñedo con anterioridad a las últimas elecciones, en las que se cambiaron las reglas del juego.
Por otra parte, los vocales del pleno del vino abordaron ayer diversas cuestiones relacionadas con el Brexit y los aranceles de EEUU, sobre los que no hay novedades destacables, y aprobaron la disolución de la comisión técnica del vinagre para su constitución en comisión específica, decisión que responde más bien a una cuestión formal.
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