El Consejo Regulador del vino denuncia en la Fiscalía el parque eólico El Barroso
Energías renovables
Aprecia "claros indicios de delito" en el proyecto, una "monstruosidad que supone una agresión salvaje" al viñedo del Marco
El Consejo acude al Ministerio Público ante "a la inacción de las Administraciones y el ninguneo del Ayuntamiento"
Molinos de viento del tamaño de la Torre Eiffel en el viñedo de Jerez
El Consejo Regulador del vino ha dado un nuevo paso en la defensa del patrimonio vitícola y su paisaje contra el avance de las energías renovables, en general, y del parque eólico El Barroso, en particular, en cuya construcción ve “claros indicios de delito” que ha puesto en conocimiento de la Fiscalía.
“Con independencia de la monstruosidad que supone esta salvaje agresión al paisaje, apreciamos claros indicios de delito en todo el proceso de aprobación y desarrollo del proyecto” –del parque eólico El Barroso–, significa el presidente de la institución jerezana del vino, César Saldaña, quien explica que “nos hemos visto obligados a acudir a la Fiscalía ante la inacción de las Administraciones y el absoluto ninguneo del Ayuntamiento de Jerez”.
Sobre los posibles delitos observados, Saldaña no alcanza a entender cómo el Ayuntamiento tiende una alfombra roja a la construcción de este parque pese al informe emitido por Urbanismo en 2019 sobre la prohibición de instalar molinos de viento y huertos solares en la zona del viñedo protegido. “No podemos entender la actitud del Ayuntamiento, que en 2019 se posicionaba claramente en contra de este tipo de proyectos, pero que hoy da todas las facilidades del mundo a la empresa promotora”, señala el máximo responsable del vino, quien subraya que la propia alcaldesa, Mamen Sánchez, admitió entonces la agresión al paisaje de viñas que supone un molino de viento de 25 metros, cuanto más los cinco que el proyecto de Capital Energy contempla instalar en el entorno de los pagos de Añina y Macharnudo, y que miden diez veces más.
Del mismo modo, recuerda, los técnicos de Urbanismo corroboraron la denuncia sobre las irregularidades detectadas en el proyecto y su ejecución, que el propio Saldaña trasladó al pleno del Ayuntamiento, pero “no nos han dicho nada y tampoco han hecho nada”, lo que considera otra prueba fehaciente de la inacción y el ninguneo por parte del Ayuntamiento de Jerez.
El presidente de la institución jerezana del vino, autorizado por su pleno para llevar la interlocución y las riendas de la defensa del patrimonio vitícola del Marco contra la invasión de las renovables, tampoco se explica cómo es que la ley, en aras de la protección del paisaje, prohíbe construir determinados edificios o incluso hacer modificaciones en las casas de viñas y, sin embargo, “se permiten estos monstruos, de una altura superior a dos veces la Giralda”.
“Por más que el proyecto cuente con el visto bueno de la Junta de Andalucía, algo que igualmente nos parece mal, entendemos que la licencia final la da, o no la da, el Ayuntamiento, que debe actuar siempre de conformidad con el PGOU –Plan General de Ordenación Urbana–, en el que se protege de manera especial y explícita el viñedo por su valor paisajístico”.
“El paisaje es una parte fundamental del patrimonio de la Denominación de Origen y el Consejo Regulador no puede mirar para otro lado”, indica Saldaña, quien alude al modelo de otras Denominaciones de Origen, como Rioja, donde “hay una unidad de criterio en este asunto y todos –Consejo Regulador, bodegas, la sociedad civil y las Administraciones– están a una en la preservación del paisaje”.
En este sentido, prosigue, “nosotros vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para evitar esta agresión sin precedentes al paisaje milenario del viñedo de Jerez", toda vez que el presidente del Consejo da por seguro que, “si finalmente se consuma la instalación de estos gigantes, la ciudadanía, una vez visualice y tome conciencia de los monstruos que se van a instalar en el viñedo, pedirá cuentas a los responsables y señalará igualmente a aquellos que no hayan hecho nada por evitarlo”.
El Consejo Regulador y su presidente, al igual que los viticultores afectados por el proyecto de El Barroso, no tienen absolutamente nada en contra del desarrollo de las energías limpias para la lucha contra el cambio climático, que apoyan sin fisuras, más aún en el actual escenario de incertidumbre que evidencia las consecuencias de la dependencia energética de terceros países. Pero unos y otros entienden que el impulso de las renovables debe hacerse de forma ordenada, más aún en un término municipal tan extenso como el de Jerez, en el que hay espacio de sobra para garantizar la convivencia de las eólicas y fotovoltaicas con el viñedo.
También con sus actividades complementarias, como el enoturismo, cuyo desarrollo es “absolutamente incompatible con un parque eólico, especialmente este parte gigantesco”. De hecho, “ya ha habido inversiones concretas que se han frustrado ante el avance de las obras del parque, inversiones que suponían muchos más puestos de trabajo para Jerez que los que va a generar este parque”, apostilla Saldaña.
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