Los contratos se desinflan en agosto pese al empuje de los indefinidos
La contratación se hunde un 18% en el último mes, en el que las altas fijas se disparan un 25%
Jerez/Agosto se lleva la palma como uno de los peores meses en lo que va de año para el empleo. A la ya conocida subida del paro, que sumó 275 desempleados respecto a julio (+1,13%) pese a mantener un recorte de algo más de un millar de demandantes en el último año, se une el fuerte descenso de la contratación, que se desinfló en agosto con una variación mensual a la baja de 1.870 altas laborales (-18%) y 525, también en negativo, en el último año (-5,73%).
El municipio encadena tres meses de caída de la contratación tras marcar en agosto su peor registro del año, en concreto 8.640 contratos que se quedan por debajo incluso de las 8.664 alcanzadas en febrero. El resto de meses no se bajó de las nueve mil altas, con mayo y sus más de 14.000 contratos, en lugar destacado.
Los datos de contratación del octavo mes del año, en su comparativa con julio y desde el punto de vista sectorial, son malos se miren por donde se miren. Únicamente puede hacerse una excepción puntual con la subida mensual de las altas en agricultura -agosto coincide con la vendimia y otras campañas agrícolas que requieren mucha mano de obra-, en la que se registraron 1.581 contrataciones y 284 más que las computadas en julio.
Claro que el año pasado por estas fechas, el sector agrícola despuntó con cerca de 2.500 contratos, de los que se queda muy lejos el registro de este sector en el último mes.
El resto de actividades productivas pincharon en hueso, aunque el grueso de la caída corresponde al sector servicios, que se apuntan un descenso de más de dos mil contratos entre julio y agosto. Además, las 5.724 altas correspondientes al sector servicios apenas superan en 200 las alcanzadas un año antes.
Los meses estivales tampoco acompañan a la construcción, que cede 84 contratos en el último mes, casi tantos como los que gana en el último año (77).
La industria se mueve en la misma línea, con un descenso mensual en su caso de medio centenar de contrataciones y un aumento interanual de 38.
En medio del torbellino que ha supuesto el verano para la recuperación del empleo, y en el que posiblemente tengan mucho que ver las temperaturas más suaves de lo habitual, llama la atención el repunte de los contratos indefinidos, que se marcan el mejor agosto de la serie histórica con cerca 473 altas, casi cien más que en julio tras un incremento del 25% y 211 más que hace un año (+80.53%).
El dato de las altas indefinidas cobra más importancia si cabe si se tiene en cuenta el descenso generalizado de la contratación de agosto, ya que aquellas vienen a representar 5,5 de cada cien contratos frente al 3,6% que supusieron en julio y el 2,85% en el que se quedaron en agosto de 2017. Pero no deja de ser un hecho puntual, que cabe desear se convierta en tendencia conforme avance el año.
Los contratos temporales, por contra, se dejan un 2,57% en el último mes con un volumen de 1.867 altas y tras un recorte de 1.900 respecto a julio. En el último año, las contrataciones que llevan incorporada fecha de caducidad bajan en 736 (-8,26%).
Lo que no cambia, y esto se arrastra de siempre, es la brecha entre hombres y mujeres, que se agranda mes a mes sin que las políticas igualitarias terminen de cuajar. En lo que atañe al mes de agosto, los hombres se beneficiaron de 5.313 contratos frente a los 3.327 altas a mujeres, lo que en el primero de los casos supone un descenso de 780 contrataciones (-12,78%), mientras que la bajada se dispara entre las segundas por encima de las 1.100 (-25.13%). Dentro del último año, sin embargo, las mujeres salen mejor paradas con un descenso mínimo de 24 contratos (-0.71%) frente a la caída de medio millar de altas de los hombres (-8.61%).
En septiembre puede pasar cualquier cosa, pues si bien los contratos cayeron el año pasado, los ejercicios anteriores estuvieron marcados por un aumento de la oferta de empleo. Y luego llegará el otoño, en el que tampoco hay una regla fija en el término municipal según se observa en la alternancia de las subidas y bajadas de los últimos años.
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