"Nunca he estado en una guerra, pero debe ser parecido a esto"
Crisis del coronavirus en Jerez
El personal de la UCI, desbordado, reclama sin éxito refuerzos a la dirección del hospital
En Cuidados Intensivos apenas quedan ya cinco camas libres de 17 y sólo disponen de dos respiradores más
El hospital pide a los veterinarios respiradores de animales para suplir la carencia de equipos
Apenas les queda aliento, pero sacan fuerzas de flaqueza. Acumulan muchos días de tensión en jornadas de hasta doce horas ininterrumpidas que se hacen interminables y todavía no ha llegado lo peor. No quieren ser héroes, sólo profesionales protegidos para cumplir con su labor, la de salvar vidas, pero cada vez se lo ponen más difícil. Están en el ojo del huracán, en la zona de mayor riesgo de contagio, pero pese a la escasez de medios y la falta de refuerzos, no se rinden.
Una enfermera del hospital de Jerez cuenta el día a día de los profesionales de la UCI, desbordados sin que la dirección del hospital, a la que han dirigido un escrito de suplica, atienda su demanda de la necesidad de más medios humanos para atender a los pacientes de covid-19. Su testimonio, desgarrador, pone en entredicho la gestión del centro hospitalario, donde se echa en falta mayor previsión, capacidad de reacción y determinación en la toma de decisiones.
“Nunca he estado en una guerra, pero tiene que ser muy parecido a esto; nos traen a los pacientes como si fueran trozos de carne y ahí te las apañes como puedas”, cuenta esta enfermera, que prefiere preservar su anonimato por temor a represalias, como le ocurre a la inmensa mayoría del personal del hospital desde que se declaró la pandemia.
En la UCI hay ya 13 pacientes con positivo de coronavirus, tres más de los ingresados el pasado domingo en esta unidad, donde ya están ocupadas las diez camas de polivalente y tres de las siete de coronaria. Precisamente, este ala de la UCI se dejó libre para atender los nuevos casos de Covid-19, trasladándose los pacientes con dolencias del corazón que no están contagiados a una planta intermedia, si bien ayer hubo que ingresar a dos nuevos enfermos con patologías coronarias.
Los intensivistas –médicos de la UCI– dan por hecho que pese a las altas por defunción, que las habrá, tarde o temprano terminarán por ocuparse todas las camas disponibles en la Unidad de Cuidados Intensivos, en la que sólo disponen ya de dos respiradores–eso era antes de los últimos ingresos registrados ayer–.
“Desde el hospital se ha pedido a los veterinarios que informen de los respiradores que tienen para animales pequeños y grandes por si hay que tirar de ellos”, explica la portavoz anónima de la UCI, que no tiene constancia de que se hayan sondeado otros centros hospitalarios de la provincia por si tuvieran respiradores disponibles.
El personal de la UCI es el único del hospital que dispone, “por ahora” de los EPIs estipulados en los protocolos del coronavirus. “En el resto de plantas se tienen que apañar con bolsas de basura y sin poder cambiar de mascarilla porque no se atreven a pedirlas. En UCI tenemos claro que sin equipos de protección no entramos en los boxes. Se morirá el primero, pero seguro que así no se mueren más por falta de material. Es duro, pero es que si no nos van a matar a nosotros”.
Lo más sangrante, sin embargo, es la falta de refuerzos, que no alcanzan a comprender cuando en el hospital “hay retenes con experiencia en UCI a los que tienen dando vueltas por otras plantas y también hay personal sin experiencia, como el de mañana de quirófanos que está de baja, pero no mandan a nadie”.
Una de dos, “o no hay equipos de protección suficiente para enviar refuerzos o están esperando por si nos contagiamos y poder tener a quien nos sustituya. No hay otra explicación”, señala esta enfermera, quien asegura que “hay que tener mucho control psicológico para aguantar tantas horas en el box. Sabes que no pueden entrar a ayudarte, hay que economizar material, y sacas fuerzas porque hay gente que depende de ti; creo que eso va en la profesión”.
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