2.500 autónomos de Jerez en la cuerda floja
Crisis del coronavirus
Los trabajadores por cuenta propia se mantienen en cifras récord, si bien ATA prevé a una avalancha de bajas agravada por las nuevas restricciones
"El que piense que con las medidas actuales es suficiente está muy equivocado", asegura Lorenzo Amor
La imagen de cientos de hosteleros plantados en la plaza del Arenal el pasado jueves para reclamar ayudas que les permitan mantener la actividad refleja la desesperación que salpica a todos y cada uno de los sectores productivos ante la pasividad de las Administraciones públicas a la hora de adoptar medidas que amortigüen el impacto de la pandemia sobre la economía y el empleo. “Llegan tarde y mal”, aseguran hosteleros, comerciantes...
Es la imagen de la frustración y la impotencia que invade a los actores económicos, la mayoría de ellos autónomos curtidos en mil y una batallas contra las dificultades de mantener sus negocios, a las que ahora se suman las nuevas restricciones de la lucha contra el Covid-19 frente a la que se ven desarmados y sin medios.
Pese a que tanto Andalucía como Jerez se mantienen en cifras récord de autónomos –el municipio jerezano cerró octubre con 10.391 afiliados al régimen especial de trabajadores por cuenta propia, su máximo histórico–, la federación nacional del ramo (ATA) estima que en la ciudad hay 2.500 autónomos en la cuerda floja.
Las ayudas por el cese de actividad y la exoneración de la cuota prorrogadas hasta enero “no son suficientes”, y aunque el colectivo “se ha mantenido ahí hasta ahora”, el presidente de ATA, Lorenzo Amor, alerta de que “el problema después de tantos meses cada vez se complica más, ya que hay que hacer frente a alquileres, suministros, nóminas... y ya no hay de donde tirar”.
En cualquier caso, Amor puntualiza que los datos de afiliación a la Seguridad Social, como ocurre con el paro donde no se reflejan los trabajadores que están acogidos a expedientes de regulación de empleo (ERTE), “están dopados” –muchos se mantienen en espera de un milagro, no por carga de trabajo– por lo que no se corresponden con la situación real del colectivo, que a partir de ahora afronta su época de vacas flacas, si es que este año puede distinguirse entre temporada alta y baja.
Según el presidente de ATA, a partir de ahora es cuando se va a notar la caída por el aumento de las restricciones y la consiguiente retracción del consumo, que se ha reducido al mínimo. “Quien piense que con las medidas aprobadas hasta ahora es suficiente está muy equivocado; estamos en un contexto extraordinario en el que hacen falta medidas extraordinarias”.
“Después de siete meses de pandemia, ya no hay quien aguante, por lo que entre noviembre y abril se va a ver una fuerte caída de autónomos”. Esa es al menos la previsión de la federación nacional de los trabajadores por cuenta propia en vista de “la situación económica tan complicada a la que nos enfrentamos” y ante la que la UE elevó recientemente la caída del PIB en España al 12,8% por su dependencia de la hostelería y el turismo, entre los sectores más castigados por las restricciones y los que concentran al grueso de los autónomos.
En estas fechas comienza el desfile de autónomos temporales que se dan de baja hasta la primavera, los meses de abril o mayo en los que vuelven a darse de alta, si bien en las actuales circunstancias es difícil saber qué va a pasar el próximo año, pues la incorporación dependerá de la incidencia final de la segunda ola y de si hay una tercera.
“Lo más grave de la segunda ola se espera hasta febrero, pero en 2021 no va a haber ni Feria –Amor desliza que en Sevilla no han sacado a licitación las casetas, calle del infierno..., que ya debería estar cerrada–, ni Rocío ni nada que se le parezca, por lo que todo está por ver”, asegura el responsable de los autónomos, quien antes del anuncio de nuevas restricciones trasladó al Gobierno andaluz la necesidad de arbitrar medidas, como las que en estos días reivindican los hosteleros, “para salvar la actividad de los autónomos, las empresas y los empleos que generan”.
No en vano, Lorenzo Amor recuerda que ocho de cada diez autónomos arrastraban una caída de actividad de más del 40% antes de la entrada en vigor de las nuevas restricciones, con lo que la situación tras el adelanto del cierre de toda actividad no esencial a las seis de la tarde en Andalucía, entre otras limitaciones, no va a mejorar, más bien todo lo contrario.
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