La crisis dispara la oferta de mano de obra para trabajar la vendimia

Parados rebotados de otros sectores se ofrecen para hacer la campaña en las viñas del Marco, que apenas generan demanda al tener las cuadrillas cerradas y por el avance de la mecanización

Cuadrilla de jornaleros en una viña del Marco durante la última vendimia.
Cuadrilla de jornaleros en una viña del Marco durante la última vendimia.
A. E. / Jerez

04 de agosto 2008 - 01:00

8.000

Los capataces de las viñas del Marco las pasaron canutas durante años para completar las cuadrillas de jornaleros dispuestos a hacer la campaña de la vendimia, que otrora despertaba el interés de los parados, principalmente estudiantes de bachillerato y universitarios, que sacaban un dinero extra atendiendo las labores de corta de la uva o las auxiliares en bodegas para hacer frente a sus gastos.

La vendimia ya no es lo que era. Los sucesivos recortes de la superficie de viñedo -el Marco llegó a ocupar en los años setenta 20.000 hectáreas de las que actualmente quedan sólo la mitad- y la paulatina incorporación en los últimos tiempos de las cosechadoras mecánicas han reducido considerablemente la oferta de empleo que generaba la vendimia, en buena medida en respuesta también a la falta de mano de obra que acompañó al desarrollo económico y social de Jerez a partir de la década de los noventa.

En tiempos de crisis, como el actual, la situación varía por completo, ya que la vendimia se convierte en foco de interés para muchos de los nuevos parados rebotados de otros sectores, principalmente de la construcción, que recurren a las campañas agrícolas como mal menor ante la dificultad de encontrar en estos momentos salida laboral en el mercado.

Algunos de estos desempleados, cuyo perfil no se corresponde precisamente con el del estudiante de antaño, sino más bien con el de personas entradas en edad y que se están viendo asfixiados por la crisis, se acercan en estos días por la federación agroalimentaria de CCOO, antiguo sindicato del campo y por las viñas para ofrecerse a vendimiar.

Pero las bodegas y viñistas tienen las cuadrillas cerradas desde hace tiempo, ya que repiten año tras años con jornaleros llegados principalmente de los pueblos de la sierra de Cádiz, hasta completar los 8.000 que atenderán las necesidades de las viñas del Marco, en una campaña, además, llena de incertidumbre por la falta de precio de la uva, los excedentes que arrastra el sector y en la que se espera una caída de la producción del 15%, que tampoco ayuda a animar la contratación.

La crisis económica ha acabado de un plumazo con la escasez de mano de obra que caracterizó durante años la vendimia del Marco, pero la crisis estructural que atraviesa el sector ha puesto freno a la demanda. Las cosechadoras mecánicas, que este año completarán la recolección de unas 3.000 hectáreas -el 30% de la superficie total- siguen ganando terreno a la recolección manual, que a su vez se caracteriza por el espectacular aumento de las mujeres.

Y mientras en el Marco escasea la demanda, la vecina Francia ha lanzado una campaña para la captación en Andalucía de mano de obra para la vendimia de sus principales zonas productoras, en particular Burdeos. La vendimia francesa ocupó el año pasado a 10.000 jornaleros andaluces, de ellos unos 300 de la provincia, atraídos por las buenas condiciones laborales y salariales que ofrecen en el país galo y que se resumen en un jornal un 40% superior (8,63 euros la hora frente a los 6 raspados del Marco), una jornada semanal de 35 horas (en Jerez son 40), alojamiento, ayudas por hijos y otras prestaciones sociales.

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