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"No sé cuántas veces he resucitado y me he muerto después"

joaquín jiménez 'salmonete'. cantaor

El jerezano acaba de concluir su segundo disco en solitario, que saldrá en noviembre

Un momento de la entrevista realizada a El Salmonete en Diario de Jerez. / Miguel Ángel González
Fran Pereira

14 de octubre 2018 - 10:51

Jerez/Como el ave Fénix, Joaquín Jiménez Domínguez 'Salmonete' (Jerez, 1962), resurge de sus cenizas cada cierto tiempo. Su capacidad para resurgir de la adversidad está más que documentada y quizás por ello, y por ese don divino que posee, sigue siendo uno de los cantaores más grandes del momento, simple y llanamente porque es de los pocos capaz de levantar el vello en el escenario. Acaba de regresar de un exitoso recital en el Círculo de Flamenco de Madrid, paso previo a la culminación de un nuevo disco, que grabado en el estudio La Bodega de Jerez, saldrá a la luz el próximo mes de noviembre.

-Resurge usted otra vez, y van...

-Soy inmatable (Risas). Mira, este mes cumplo 56 años y con la edad que tengo, estoy mejor que nunca, tengo la voz de un chaval.

-¿Y cuál es el secreto porque su vida ha sido intensa?

-Ninguno. Siempre he dicho que el cante es nacido, y conmigo vino, por eso sigo ahí, y no ha sido fácil, como tú dices.

-Pero ahora tiene decidido reiniciarse...

-Esa esa la idea. Mi problema ha sido que de los dos caminos, el bueno y el malo, siempre he cogido el malo. Pero eso va a cambiar.

-¿Es consciente de que con sus condiciones, de haber cogido el bueno, estaría rico?

-Eso lo he sabido siempre, pero igual que hay gente a la que le gusta el dinero y todo lo centra en el dinero, en mi caso he cogido otras cosas. Pero bueno, nunca es tarde, a lo mejor me pasa como a Chiquito de la Calzá, que salió a la vejez. ¿Y dónde tenía el don? En los chistes y en las piernas. Se había jartao de cantápabailá y no ganó nada, y se puso a contar chistes y se hizo millonario. Yo creo que todavía estoy a tiempo, y el que lo dude, que escuche el disco que he grabado.

-Ahora que habla del disco, su única grabación hasta ahora la hizo usted con Paco Cepero...

-Sí, hace casi cuarenta años, yo tenía 17 años. También he hecho otros discos pero nunca en solitario. Por ejemplo, recuerdo que cuando gané en Córdoba el Premio Nacional editaron un disco y así me ha pasado en otros concursos, y con las saetas. De saetas hice uno con un sello francés pero con otros artistas, igual que el que hicimos con la Caja de Ahorros.

-Y este que acaba de terminar, ¿cómo es?

-Un disco clásico, con letras populares y cantes tradicionales. Mira, te voy a decir una cosa, yo creo que este disco es tres veces mejor que el que grabé con Paco Cepero, no por nada, sino porque ahora estoy más maduro.

-Explíquese...

-Sí, me veo como los vinos. A lo mejor ya no tengo la fuerza que tenía hace años, pero tengo otras cosas, y eso a la gente le gusta. (Hace una letra de fandangos)

-¿Y por qué un disco ahora?

-Bueno, la verdad es que Josema Pelayo llevaba detrás mía varios años, por lo menos cinco, para que grabara en su estudio, pero entre una cosa y otra, nunca lo hice. Ahora se ha dado la ocasión, y estoy muy contento, he grabado con Domingo Rubichi y ha quedado muy bien.

-¿Y qué ha grabado?

-De todo. Soleá, alegrías, fandangos, tonás, tarantos, bulería por soleá, seguiriyas y una bulería de siete minutos que es una maravilla. Con decirte que yo lo quería dejar en dos trozos pero Pelayo me ha dicho que lo dejara entero.

-Se ha quitado la espina de aquel primer disco...

-(Risas) Eso es, porque aquel disco no tenía ninguna bulería, tenía fandango, soleá, martinete, pero bulerías no.

-¿Sabe cómo se va a llamar?

-A mí me gustaría ponerle 'El cante ha resucitado', no pongo más títulos.

-¿Y El Salmonete también ha resucitado? Porque repasando la hemeroteca usted ha muerto y ha revivido más veces...

-Eso es cierto (risas). He resucitado y me he muerto otra vez al poco tiempo. Pero ya no.

-Porque cada vez nos quedan menos referentes en el cante...

-Eso es verdad, es una pena, porque se nos están muriendo tos. Se ha ido Agujetas, El Torta, José Menese, El Lebrijano, Manuel Moneo...¿Quién queda? ¿Fosforito? Sí, pero ya el pobre no tiene voz, lleva setenta años cantando y no puede más.

-¿Y se ve cantando muchos años?

-Yo sí, me veo como Chano Lobato que murió con 84 años y tenía las facultades intactas.

-Recuerdo que usted era de los que se ponía a estudiar en su época, ¿lo sigue haciendo?

-Ya no porque no tengo radiocassete. Yo soy de los antiguos, de los que ponen la cinta y la dan palante o pa atrás, pero como no tengo radio. Tenía uno que me regalaron pero tengo un perrito chiquitito que se pone en mi cama a ladrar, y una vez se subió a la mesita de noche y me partió los botones. Estudiar siempre es bueno, pero llevando el cante a tu sitio, si no es imitar. Yo recuerdo que Camarón escuchaba mucho a La Perla y también a Juan de la Vara, y hacía sus cosas a su manera. De Juan el de la Vara hacía yo también los fandangos y como a Camarón le gustaban, y tocaba la guitarra, cada vez que coincidíamos en festivales como el La Parpuja Chiclana, no veas la que me daba. Claro, yo tenía la voz fina y me salían muy bien esos cantes, pero había veces que le tenía que decir, José déjame ya.

-Qué pena de esos festivales que se han perdido como el de La Parpuja de Chiclana...

-Claro, es triste. Lo de Camarón que yo te digo era por el año 77, cuando se hizo por primera vez. Luego ha desaparecido. También se entiende que hoy día no pueden durar los festivales como duraban antes. Ahora pasas de las dos y media y la gente se duerme. La vida ha cambiado en eso también.

-¿Y qué me dice del caché?

-Eso es lo peor. Yo he llegado a ganar cuatrocientas y quinientas mil pesetas por cantar en un festival. Recuerdo que cuando grabé el disco con Paco Cepero en el año 79, yo llegué a tener el mismo caché que Camarón, 375 mil pesetas. Y ahora, si te dan mil euros, siempre contando con el guitarrista, ya te puedes ir contento, porque lo normal es que sea mucho menos. Pero vamos, que es lo que hay. Yo he llegado a cantar por...Bueno, mejor me callo.

-Cambiando de tema. Estuvo usted en Madrid y todo el mundo habla maravillas de su recital en el Círculo Flamenco...

-Eso me han dicho, y yo personalmente salí muy contento. Me jarté de cantar y la gente estaba en silencio y encantada. Me aplaudieron mucho. Canté por lo menos ocho o nueve palos y reconozco que ese día yo mismo me gusté, y no es fácil porque soy muy exigente conmigo mismo. Para yo decir que he estado bien, tengo que estar al cien por cien o al noventa y nueve por ciento.

-¿Se esperaba tener una oportunidad así y en un sitio en Madrid tan puntero como ese?

-Bueno, este verano estuve en un tabanco ahí en la calle Armas de un amigo mío, que llevaba tiempo pidiéndome que cantara. Le dije que sí, canté y por lo visto aquel día estaba allí alguien del Círculo, por eso me llamaron.

-Para usted, ¿qué ha supuesto volver a cantar en un escenario así?

-Mucho, porque hay mucha gente que sigue diciendo que el Salmonete está muerto, que se ha retirado del cante, o está tirao. Ahora menos mal que hay Facebook y ha habido mucha gente a la que gustaron mucho los cantes que hice en el tabanco.

-Dicen los que le vieron que pellizcó más de una vez...

-Mira, yo siempre he pellizcao. Pi, pa, pi, pa.....y transmito, y eso me lo ha dao Dios. Con decirte que una vez me encontré a Jesús Quintero en los Caños de Meca, en la playa. Empecé a cantarle una seguiriya y después de la primera letra me dijo, con lo que he escuchao tengo bastante. Me habló de cantaores de ahora, que prefiero no decir, y a decirme que no pellizcaban. Lo hacen todo bien, pero no transmiten. Y eso me lo dijo él, que sabe del tema y ya sabes lo que lleva recorrido.

-¿Y de los jóvenes que hay ahora? ¿Le transmite alguien?

-Me gusta mucho Jesús Méndez, el chaval lo hace bien y pellizca, a mí me gusta. También el chiquillo de Rancapino, pero acaba de empezar. Pero hay pocos, la verdad, en mi época había más gente, pero bueno, eso va por épocas.

-¿Y ahora qué?

-Ahora espero tener más trabajito, con esa idea he hecho también el disco, a ver si me empiezan a llamar. Date cuenta que aparte de lo de Madrid y el tabanco que he hecho, no cantaba en un escenario desde 2013 cuando hice el festival Trío de Ases con Capullo y El Torta, en los Viernes Flamencos de ese mismo año y luego en el Festival de Jerez unos meses después. Por eso digo que ahora espero tener más cositas.

La enésima reaparición

Fue en Madrid el pasado 27 de septiembre y enmarcado dentro del programa de actividades que ha organizado el Círculo Flamenco de la capital de España para este último trimestre del año. Junto a los hermanos Domingo (guitarra) y José (palmas) Rubichi, El Salmonete se metió al público en el bolsillo con un recital amplio y cargado de matices.

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