La cuesta de enero se hace muy larga para la contratación en Jerez
Los contratos caen por encima del 2% mensual e interanual en el inicio del año
El sector servicios y la agricultura imponen la ley de la estacionalidad pese a los buenos datos de la construcción y la industria
Era de esperar. El mal dato del paro del inicio del año, con algo más de 600 nuevos desempleados y un incremento del 2,2 por ciento en Jerez, hacía presagiar que los contratos correrían la misma suerte en enero. Dicho y hecho, la contratación se resiente del final de la campaña de Navidad y salda el primer mes del año con 9.488 altas, 260 menos que las alcanzadas en diciembre (-2,7%).
En esta ocasión, el incremento relativo del paro en el último mes coincide con la caída de la contratación, pero mientras que el desempleo salva el último año con una corrección a la baja del 2% (unos 600 desempleados menos frente a los que había inscritos en enero de 2018), los contratos registran en el mismo periodo con un porcentaje similar, sólo que a la baja, lo que se traduce en 200 altas menos que las computadas el año pasado por las mismas fechas.
Por tanto, el cambio de año deja sendos descensos en la contratación, el mensual, algo más pronunciado ya que alcanza el -2,70%, y el interanual, que también supera, aunque levemente, el 2% de caída.
El municipio paga su dependencia del sector servicios, que si bien aporta 6.373 contratos, es decir, dos tercios de los que se firman en la ciudad, se deja en el último mes más de medio millar de altas tras una caída del 8,15%. Los servicios, en los que se agrupan la hostelería y el comercio convertidos en grandes motores de la economía jerezana por la carencia de otras actividades más estables que generen empleo de calidad, también pierden fuelle en el último año, en el que cede un 6,65% tras la pérdida de unos 450 contratos.
Aunque en menor medida, Jerez sigue teniendo cierta dependencia de la actividad agrícola, el segundo sector en volumen de contratación en enero con 1.539 altas, cerca de 200 menos que las registradas en diciembre y que en su caso suponen un retroceso del 10,8%. Los contratos en la agricultura, que como los servicios están sujetos a las campañas estacionales, crecen no obstante por encima del 12% en el último año, en el que gana 167 altas.
De poco sirven los buenos resultados cosechados en el último mes tanto por la construcción como por la industria, que cierran el último mes con sendos incrementos del 53 y el 35%, aunque con un volumen conjunto de poco más de 1.500 contratos –tantos como los que suma la agricultura sola–.
El sector del ladrillo refrenda su buen momento con un repunte respecto a diciembre de 318 contrataciones, que en el último año se quedan en unas 60. Las chimeneas, por su parte, registran en enero 170 altas más que en diciembre y una treintena más que las computadas en el inicio del año anterior.
La dependencia de los servicios y la agricultura tiene, entre sus rémoras, la inestabilidad del empleo en Jerez, donde barren los contratos temporales con cerca de 9.100 en enero frente a los menos de 400 indefinidos. Es decir, los primeros representan el 96% del total de las contrataciones de enero frente al escaso 4% de los segundos, que sufren un descenso mensual de cerca del 12%, aunque remontan un 27% en el interanual.
Los contratos temporales, por contra, apenas ceden un punto y medio en el último mes, la mitad de la bajada que acumulan respecto a enero de 2018.
La eterna brecha laboral entre mujeres y hombres
Cabe preguntarse de qué sirve la discriminación positiva de la mujer en las políticas de empleo cuando, simplemente, está claro que no funciona. La brecha laboral entre unas y otros en Jerez es digna de estudio y los datos de enero agravan la situación, ya que la discriminación, y no precisamente positiva, del sexo femenino en los contratos clama al cielo.
Los datos hablan por sí solos. Los hombres se beneficiaron en enero de 5.871 contratos frente a los 3.617 suscritos por mujeres; y mientras que los primeros crecen un 0,7% en el último mes y un 1,5% en el último año, los segundos se hunden por encima del 6% y el 9%, respectivamente.
No acaba ahí la cosa, pues el sexo masculino también barre en los contratos indefinidos con 234 altas frente a las 163 de las mujeres; y lo mismo ocurre con las conversiones de temporales a indefinidos, en las que los hombres suman 123 frente a las 82 de mujeres.
Es curioso, además, que éstas superen a aquellos en el nivel de estudios máximo (postsecundarios), pero que luego sean los hombres los que ocupen los puestos mejor remunerados, los de directores y gerentes, con 9 contratos para ellos y sólo dos para ellas.
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