La cultura y el enoturismo
El Rebusco
El mundo del vino de Jerez

La zona vitivinícola del Marco de Jerez tiene una tradición milenaria. Así lo confirma el catedrático de historia antigua, Diego Ruiz Mata, cuando señala que “Lo que queremos ahora es exhumarla, valorarla y que sea como un símbolo del Marco de Jerez, del vino, como la primera bodega completa que se conoce del mundo”.
Los diferentes pueblos que con el paso del tiempo se asentaron en esta parte de Andalucía, mantuvieron la tradición del cultivo de la vid hasta conseguir lo que actualmente conocemos, un vino excepcional reconocido internacionalmente. En este proceso de siglos, el periodo más importante de su historia es el que tiene lugar entre finales del siglo XVIII y todo el XIX, ya que es entonces cuando tiene lugar la transformación de su viticultura tradicional en una agroindustria vinatera moderna.
Su desarrollo frenético durante esos años afectó a la propia fisonomía de la ciudad, de la que fue responsable la nueva clase burguesa que se fue imponiendo, consiguiendo alianzas de familia con la nobleza tradicional; sin olvidar la importante y activa colonia extranjera que se asentó en la comarca atraída por la industria vinatera.
Pioneros en el enoturismo
A lo largo del siglo XIX, Jerez se modernizó a pasos agigantados. La riqueza generada por la industria del vino trajo importantes novedades y avances para la ciudad, mucho antes que en otras capitales de provincia. En 1854 se abrió una de las primeras líneas férreas de España, con un ramal urbano para el transporte de vinos desde las propias bodegas a las zonas de embarque situadas en El Puerto de Santa María y Cádiz. El alumbrado de gas se inauguraría en 1860 y la conducción de agua potable desde el manantial de Tempul a la ciudad se llevó a cabo en 1869; el teléfono llegó en 1889 y, por su parte, la Compañía Jerezana de Electricidad lo haría en 1891.
En este proceso de crecimiento no hay que olvidar a “los cientos de miles de trabajadores que con su esfuerzo y sabiduría producían y elaboraban unos vinos que, con el paso de los años, se convierten en la principal seña de identidad de la ciudad y el marco geográfico que los producen”.
Si a fines del siglo XVIII la llegada de los viajeros a la provincia de Cádiz se hacía de forma esporádica, la Guerra de Independencia sirvió para focalizar la atención de la Europa romántica en una Andalucía que, hasta ese momento, permanecía oculta a sus ojos, aureolada por exóticas tradiciones, paisajes salvajes y bellos edificios de su gran pasado.
El entonces joven escritor inglés, Lord Byron, a principios del XIX influyó en el cambio de percepción de aquellos pioneros ávidos de aventura que iniciaban el Grand Tour. Durante su ajetreado viaje por España hará una breve parada en Jerez, donde será atendido por su medio pariente, el bodeguero Jacobo Arturo Gordon Smythe. De ella hará mención a su madre en una carta fechada en Gibraltar el 11 de agosto de 1809: "I met a great merchant, a Mr. Gordon of Scotland who was extremely polite and favored me with the inspection of his vaults&cellars, so that I quaffed at the Fountain head…".
Fue otro escritor inglés, William Somerset Maugham, quién, a finales del siglo XIX, y tras pasar unos meses viajando por Andalucía, describió así la ciudad: “La blanca Jerez es, por supuesto, la cuna del sherry, y toda la ciudad se dedica a la preparación de este apreciado mosto. El aire está impregnado de un aroma intenso, el sol brilla sobre Jerez; y su pureza, su prosperidad, son un reproche a los ásperos comentarios sobre la uva”.
El interés por el vino y por conocer las bodegas que los elaboraban se fue acrecentando poco a poco y llegó hasta las más altas dignidades del país.
Tiempos modernos para el jerez
La arribada de estos ‘turistas’ a Jerez será a partir de entonces imparable, favorecida por travesías marítimas más seguras y rápidas, las mejoras de los caminos interiores, el auge del ferrocarril y la apertura del aeropuerto de Jerez para el transporte de línea regular en 1975, el único existente en la provincia junto al de Gibraltar.
Este breve panorama introductorio sirve para adentrarnos en los tiempos actuales, donde instituciones como el Consejo Regulador de las denominaciones de origen Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla de Sanlúcar y Vinagre de Jerez –creado en fecha tan temprana como 1933–, las propias bodegas de Jerez, Sanlúcar y El Puerto de Santa María, y los Ayuntamientos de estas poblaciones han ido generando una serie de actuaciones, en muchos casos, con la colaboración de la Universidad de Cádiz, favorecedoras del fomento y la promoción del enoturismo. La incorporación de Jerez a la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) y a su producto turístico de las Rutas del Vino de España –con la denominación Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez– ha contribuido a situarla como la más visitada entre las rutas asociadas, con un total de 582.351 visitas en 2018. Con esta cifra, el Marco de Jerez repetía por tercer año consecutivo como primer receptor de turismo enológico en España. El 95 % de los enoturistas que recibió el Marco de Jerez visitó alguna de sus bodegas y los visitantes nacionales (340.480) superaron con creces a los extranjeros (241.871). En cambio, llama la atención el dato de las entradas a los museos del vino, donde se indica una bajada hasta la séptima posición, con apenas 28.565 visitas.
En cuanto al impacto económico del enoturismo, según ACEVIN, el Marco de Jerez figura en cabeza por el precio medio de la visita a bodega –que se sitúa en 12,82 euros–, aunque no así en el gasto de los visitantes en tienda, que se queda en 16,36 euros, muy lejos de la horquilla de entre 34 y 46 euros en la que se mueven otras rutas. Con todo, las bodegas del Marco de Jerez ingresaron en 2018, solo en visitas, aproximadamente 16 millones de euros, de los que 6,8 millones corresponderían a la entrada y 9 millones a las compras en tienda.
Por otra parte, y desde el pasado año 2019, la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez está desarrollando un atractivo proyecto denominado ‘Los Pagos del Sherry’, una propuesta turística que pretende poner en valor todo el entorno vitivinícola y rural que comprende el Marco de Jerez, integrando en ella la oferta enoturística de las casas de viñas y todos los elementos y recursos naturales, culturales, históricos, gastronómicos y paisajísticos que atesora el territorio.
Todo ello con el objetivo de crear un producto singular, auténtico y genuino acorde con la realidad histórica y cultural de los Pagos de Jerez y como alternativa al enoturismo urbano. Como resultado de todos estos trabajos se ha articulado una propuesta conceptual de producto turístico que se vertebra en torno a tres itinerarios principales, centrados a su vez en tres de los pagos históricos del Marco de Jerez.
Tradición e innovación
De esta forma, el proyecto ‘Los Pagos del Sherry’ se constituye como una propuesta turística y de ocio sostenible y conjunta, que permite el disfrute del entorno de viñedos en todas sus vertientes, integrando las propuestas turísticas ya existentes en el territorio, así como generar nuevas oportunidades de emprendimiento y de creación de servicios, diversificando la actividad enoturística actual del Marco de Jerez y revalorizando de esta forma el medio rural, concretamente la figura de los Pagos, un elemento histórico de la comarca ligado al terruño.
Este proyecto es el último de una larga serie de iniciativas pioneras e innovadoras que jalonan la historia del vino de Jerez. A continuación, se mencionan las más importantes: En 1948 se creó la Fiesta de la Vendimia, la primera organizada en España; al igual que ocurrió en 1998 con la celebración del Salón Internacional de los Vinos Nobles, Generosos y Licorosos (Vinoble), una bienal nacida de la necesidad imperiosa de desmarcar a esos grandes vinos de las ferias vinícolas internacionales, donde pasaban desapercibidos ante la fuerte presencia de vinos más jóvenes y comerciales.
En 2007, y bajo la coordinación de la Universidad de Cádiz, se puso en marcha el I Congreso Internacional de Turismo Enológico.
Siete años más tarde, en 2014, Jerez fue designada como Capital Europea del Vino, elección que tuvo lugar en el transcurso de la XVII Asamblea General de Recevin (Red de Ciudades Europeas del Vino); vínculo europeo que se refuerza con el Día Europeo del Enoturismo, evento que este año 2020 celebra su XII edición.
De entre las muchas actividades enoturísticas desarrolladas por las propias bodegas destaca el caso de González Byass, que en 2020 se ha situado en el puesto 18 de una lista mundial de 50 bodegas seleccionadas por la World Best Vineyard y, además, es la bodega más visitada de Europa. Ha creado también una Fundación que se encarga de preservar su amplio archivo documental, a disposición de estudiosos e investigadores. Por último, a mediados de julio de 2020 ha inaugurado un encantador hotel boutique, integrado en el conjunto monumental del siglo XIX de las propias instalaciones bodegueras.
Otra bodega singular es Tradición, ubicada en el casco histórico de la ciudad –que tiene categoría de Conjunto Histórico Monumental–, ya que elabora sus exclusivos vinos viejos siguiendo patrones artesanales.
Además, su propietaria, Helena Rivero, mantiene una importante colección de pinturas y un fondo de documentos escritos y gráficos de gran valor para conocer la historia de los vinos de Jerez.
Finalmente, en El Puerto de Santa María, las bodegas del Grupo Osborne, fundadas en 1772, muestran entre sus muros centenarios la exposición permanente dedicada a su popular emblema del toro negro, la Toro Gallery, que se abrió al público en 2016.
Del Rebusco al cine
En fechas recientes saldrán a la luz dos nuevas publicaciones en torno a la cultura de los vinos del Marco, cuyo autor es el que esto suscribe. Editadas por Peripecias Libros en unas cuidadas presentaciones.
Una de ellas llevará el nombre de esta sección, El Rebusco, una recopilación de artículos publicados en este Diario desde el 2016 a la actualidad. La otra será una novedad nunca antes planteada por otros vinos de fama mundial; la presencia del jerez en la gran pantalla: Sherry Goes to the Cinema (El jerez en el cine).
Una selección de más de un centenar de films de los más de seiscientos estudiados donde el jerez tiene un papel destcado.
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