"Ha sido una decisión dura y muy dolorosa"

Con apenas 10 años ya trabajaba en aquel establecimiento de la Cruz Vieja, por eso, para Antonio Alzola, uno de los propietarios del Maypa, la decisión de echar el cierre "ha sido muy dura y muy dolorosa, he pasado muchas noches sin dormir, pero más que un acto de cobardía creo que ha sido un acto de valentía, no ha sido una decisión fácil".

Desde que en 1960 su padre y su tío abrieran el negocio, esta ha sido su casa, una casa que ahora tendrá una nueva sede, el bar que hace unos años abrieron en el Parque Empresarial y en el que trabajan "más de once personas", comenta. La jubilación de uno de sus empleados hará que la cara más conocida del popular negocio, Paco Vega, pase ahora al Parque Empresarial.

El pasado viernes a las cuatro de la tarde, toda la familia Alzola, "que afortunadamente siempre hemos estado unidos", se reunió para despedir al que durante tantos años ha sido el negocio familiar y que ahora ha quedado cerrado a cal y canto dejando a la Cruz Vieja desolada. Cuenta Antonio Alzola que "desde que levantaron la calle para poner la estatua de Lola esto no ha sido lo mismo. Nuestros clientes eran casi todos de fuera del barrio y antes paraban y tapeaban, pero después de la obra ya no podían, y eso lo hemos notado. Igual que lo mal que está el barrio". Desde entonces no ha parado de recibir "llamadas de gente que no lo cree. Hasta la hija de un amigo mío, que vive en Miami, llamó a su padre porque lo había visto en las redes sociales". Ahora ya piensa en el próximo Viernes Santo, "que no será igual", y no descarta "volver al centro" en un futuro no muy lejano.