La defensa de los intereses de Jerez en la PAC "avanza por buen camino"
La secretaria general de Agricultura confía en dar la vuelta a la propuesta de reforma y ve bien encaminada la negociación en algunos de los sectores más afectados de la comarca
En la negociación de la Política Agrícola Común (PAC), que entra en su fase decisiva, "todo está en el aire", pero "hay motivos para pensar en positivo" y "vamos a hacer todos los esfuerzos para que el futuro de la agricultura y la ganadería sean viables". La secretaria general de Agricultura, Isabel García Tejerina, es optimista sobre las posibilidades que tiene España, en alianza con otros Estados Miembros, para darle la vuelta a los aspectos más dañinos de la propuesta de reforma de la PAC para los intereses del sector agrario español y provincial.
En una jornada organizada por Asaja-Cádiz con el patrocinio de La Caixa, la alta responsable ministerial dio a conocer ayer en Jerez la última hora del estado de las negociaciones para la reforma de la PAC, que calificó de "singular" por el contenido de la propuesta inicial de la Comisión Europea dada a conocer en octubre del año pasado y repleta de "dificultades añadidas", que España combatirá por el "papel esencial" que desempeña el sector agroalimentario como "uno de los motores de la economía que estoy segura irá a más".
La provincia de Cádiz tiene mucho en juego por la diversidad de su agricultura y ganadería, en las que tienen presencia todos los productos amparados por la PAC y las políticas comunes de mercados y precios salvo el tabaco. Y en el caso de la campiña jerezana, hay sectores como la remolacha y la viña especialmente afectados por la propuesta inicial, pero en los que las negociaciones para amortiguar el impacto de la reforma "va relativamente bien", aseguró la secretaria general del Ministerio de Agricultura, quien ensalzó la figura de su titular, Miguel Arias, como garantía de la defensa del sector en Bruselas.
"Rajoy -Mariano, presidente del Gobierno- anunció hace un año en Jerez que recuperaría el Ministerio de Agricultura y con el nombramiento de Arias como ministro, cuando se especulaba con que ocuparía otras carteras, dejó claro que con la agricultura española no se juega", significó García Tejerina, quien puntualizó que antes de entrar en el fondo de la PAC "hay que acordar el marco financiero plurianual, es decir, el presupuesto de la UE para el periodo 2014-2020, porque es necesario saber con qué dinero se va a disponer".
Aunque ambas negociaciones discurren en paralelo, la mano derecha de Arias en la negociación subrayó que "España, junto a otros países, condiciona el debate de la reforma a la aprobación de los presupuestos, negociación no exenta de tensiones por el momento de crisis económica".
Mientras el principal escollo en la negociación del marco financiero es la propuesta de reducción de 25.500 millones del presupuesto para las políticas agrarias, dentro de la revisión de la PAC, la gran preocupación es la reforma del reglamento de los pagos directos, la llamada convergencia que propiciará un flujo de ayudas entre comunidades autónomas, cultivos, agricultores... con el establecimiento de la tasa plana, que según Tejerina, "compromete la viabilidad de muchos cultivos", ya que supone una reducción del 40% de la ayuda media en España, desde los 229 euros por hectárea actuales a 125 euros.
Ante la imposibilidad de consolidar el modelo actual, que no obstante todo apunta a que se prorrogará hasta 2015 por el retraso acumulado en las negociaciones, el objetivo de España junto a un bloque de países en el que figura Irlanda, que ostentará la presidencia el próximo semestre, es lograr la mínima convergencia interna.
Al margen de la negociación pura y dura de la reforma y sus otros muchos aspectos inquietantes -greening, desarrollo rural, ayudas asociadas...-, el otro reto para España, "nuestra obligación" según Tejerina, "es trabajar para que los agricultores tengan cada vez menos dependencia de las ayudas, -que suponen un 30% de sus rentas- y más participación en los beneficios del mercado".
A modo de conclusión, la secretaria de Agricultura apostilló que "el trabajo de los agricultores es fundamental para la recuperación económica del país, un ejemplo a seguir, admirable y, pese a los problemas, hay motivos para el optimismo, porque el sector está en un momento que puede sacar pecho".
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