El zoco dejará de funcionar en favor de la nueva instalación
La Nave del Aceite será el espacio elegido para albergar el museo dedicado a Lola Flores
Jerez/El nuevo Museo del Flamenco de Andalucía, como es ya sabido, se instalará en torno a cinco edificios, cuatro de titularidad municipal y un quinto, situado en la esquina de la calle Doctor Lillo con la calle Barranco, que deberá ser expropiado. En cuanto a la distribución, según se recoge en el plano planteado, hay que destacar que ese mismo edificio (esquina calle doctor Lillo) albergará al Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, dejando la actual Nave del Aceite para el Museo Lola Flores.
Sin embargo, lo más llamativo del planteamiento radica en el resto edificios, tres en total, donde teóricamente irá destinado el grueso del Museo del Flamenco de Andalucía y un auditorio. Los dos ejes principales donde irá enclavado el espacio cultural coinciden con lo que actualmente conocemos como el Zoco de Artesanía, que a partir de ahora tendrá otro desempeño. Completará el proyecto un auditorio, que servirá, tal y como avanzó Rosa Aguilar para todo tipo de usos.
La nueva instalación tendrá, como ocurre con el Museo Picasso de Málaga, varios accesos, uno por la Plaza Peones, otro por la calle Rompechapines, y otras dos por la misma Plaza Belén. Su estructura será serpenteante, aunque siempre con una idea plural para aprovechar el espacio.
Resulta curioso también que justo en medio quedará uno de los solares a los que en los últimos años le han asignado más finalidades y que de momento seguirá sin ninguna. Hablamos de la antigua edificación situada al principio de la calle Barranco y que conexiona con la calle doctor Lillo. Recientemente, en 2014 se planteó su uso para viviendas, y mucho más atrás, en 2002, Pedro Pacheco pretendió instalar allí un Centro Internacional de Español, que nunca llegó.
Desde la Junta y desde el Ayuntamiento se insistió ayer durante el acto de presentación en que el proyecto museístico "está abierto a todo tipo de propuestas", dando a entender que aún están por definir determinados aspectos. No obstante, la idea fundamental pasa por un enfoque claro, es decir, utilizando otras instalaciones de éxito como puede ser el Museo del Fado en Lisboa, el Museo Mundial del Tango en Buenos Aires. Ambos enclaves figuran en las listas de visita obligada para los viajeros que llegan normalmente a la capital portuguesa o argentina, una circunstancia que se quiere equiparar a Jerez. Otros ejemplos posibles, podrían ser el museo y paseo de la fama del country en Nashville, así como los museos de jazz existentes en diversas ciudades de Estados Unidos, como Nueva Orleans, Harlem en Nueva York o Kansas City.
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