"Si una mujer denuncia malos tratos la creen, pero a un hombre nunca"

Miguel Gómez cumplirá el próximo lunes 29 años y, pese a ser su cumpleaños, no tiene prevista ninguna celebración. De hecho, lo único que tiene previsto para ese día es ponerse en huelga de hambre en los juzgados para llamar la atención sobre la situación de "discriminación" que asegura sufrir. En concreto, hace año y media "lo dejé con mi pareja porque me puso los cuernos, pero ella me denunció por malos tratos y entonces empezó mi calvario". Desde aquel momento, además, "sólo veo a mis hijos cuando a ella se le antoja y siempre con muchas dificultades".

Malagueño de nacimiento, aunque residente en Jerez desde hace más de ocho años, Miguel Gómez asegura que "cuando existen malos tratos hay que actuar con contundencia contra el maltratador, en eso estoy totalmente de acuerdo, lo que no es lógico es que cualquier hombre pase por un calvario por una denuncia que es falsa, como seguro ocurre en otros casos". De momento, está a la espera de juicio y no hay sentencia firme sobre si existieron unos malos tratos que él niega tajantemente. Lo peor, sin embargo, "es que cuando yo he presentado denuncias, unas ocho contra mi ex pareja, nadie me hace caso. Al contrario, me arañó y fue a denunciarla y los policías se rieron de mí, mientras que tras denunciarme ella, yo acabé en los calabozos".

Por si esto fuera poco, asegura que "nadie me dice nada, nadie me ayuda ni en los juzgados ni en ninguna parte, simplemente creen que soy un maltratador porque me ha denunciado una mujer, con eso parece ser suficiente. Si denuncia un hombre no lo creen, pero si es una mujer, sí".

Así las cosas, adelanta que quiere contactar con otros padres en la misma situación o con asociaciones que lleven este tipo de casos, "porque estoy desesperado. En este tiempo he perdido 20 kilos, estoy totalmente desconocido desde que empezó este asunto". Por eso asegura que la lucha que quiere emprender "no es solamente por mis hijos, que lo es, sino por todos los hombres que se encuentran en esta situación injusta cuando realmente no han hecho nada".

Mientras tanto, Miguel Gómez, actualmente en el paro y dedicado a "hacer chapús", tiene que conformarse con ver a sus hijos cuando le dejan: "Tengo tres, de 3, 4 y 8 años de edad. Lo paso muy mal porque ellos quieren estar conmigo, pero su madre les dice cosa para que no vengan". Algunas veces, incluso, "veo que viene con los zapatos rotos o con algo mal, y tengo que estar pendientes de ellos. Todo no es el dinero, lo fundamental es el cariño y yo se lo puedo dar, si me dejan".

Pese al calvario por el que dice estar pasando, este vecino del Parque Atlántico afirma que "yo no quiero que le quiten a los niños, sólo quiero la custodia compartida, pero cumpliendo con los días y horarios". Algo que, de momento, no ocurre "pero he denunciado estos hechos y simplemente lo han considerado una falta leve".

Ante este panorama reitera que se pondrá el próximo lunes en la puerta de los juzgados para comenzar su huelga de hambre y una lucha por una situación que considera "totalmente discriminatoria". Cree que ésta es la única solución que le queda y lo hará con temor, por lo que le pueda ocurrir tras denunciar estos hechos: "Pero ya no sé qué otra cosa hacer para que me escuchen".