Denuncian que el patrimonio histórico de Jerez “se ha convertido en una barra de bar”
Vecinos del centro critican los “envites del turismo” en las fiestas navideñas y que monumentos BIC sean “el descanso de los cubatas”
Colgado el cartel 'Se vende' en monumentos emblemáticos de Jerez por la 'turistificación'
“Si Jerez sobrevivió a la filoxera de 1894, ¿será el patrimonio del centro histórico capaz de soportar el turismo de eventos, el macrobotellón y unos gobiernos irresponsables?”, se preguntan desde la Asociación de Vecinos del Centro Histórico de Jerez. Los residentes de esta zona, y de otros barrios jerezanos, han denunciado de nuevo “los envites del turismo en su más funesta expresión y, ante una administración que niega la mayor y se afana en promocionar más y más una ‘barra libre’ sin control para los foráneos y para los no tanto”.
Tras semanas de quejas por las consecuencias del turismo de masa de las zambombas y de las fiestas navideñas, que los afectados han sufrido en sus propias puertas con orines, vómitos y suciedad y, a pesar de llevar advirtiendo sobre lo que se avecinaba meses atrás, los vecinos vuelven a criticar que el Ayuntamiento “intenta exprimir una gallina sin plumas. Estamos indefensos ante una ‘prosperidad turística’ que se ha demostrado débil y frágil. Y lo más flagrante no es la indefensión de los vecinos, sino la indefensión y la prostitución a la que es sometido el importantísimo patrimonio histórico de la ciudad, que en estos días se convierte en una barra de bar que nadie respeta”.
“Monumentos declarados Bien de Interés Cultural (BIC) se han convertido en lugar de descanso de vasos de cubata, portadas de iglesias en baños públicos, columnas usadas para pasar las borracheras y calles llenas de historia en un lugar donde realizar las deposiciones. Todo ello debería descalificar a una ciudad aspirante a ser Capital Europea de la Cultura 2031. Nuestro gobierno local promociona y fomenta atentados patrimoniales servidos en bandeja a una industria hostelera absolutamente salvaje”, apunta la presidenta de la Asociación, Tamara Jiménez.
“En su afán de monetizar el patrimonio histórico de la peor manera posible -añade Jiménez-, se ha provocado el terrible deterioro, aún más si cabe, de la rica historia que atesoran nuestras calles de intramuros, destrozando inversiones que, sin entrar en su idoneidad, se han realizado en el centro histórico”. “¿Cómo es posible -cuestiona- que pueda aprobarse esta degeneración progresiva de una ciudad que aspira a ser Capital Europea de la Cultura, que se ha convertido en una ciudad cuya única ley es el enriquecimiento hostelero a costa de destrozar el patrimonio? ¿Tanto cuesta respetar un patrimonio de todos y evitar que edificios del siglo XVI protegidos por la Ley sean usados de aliviaderos?”.
Para los vecinos, “la idea de un centro histórico desprotegido legalmente es potente, pues obligaría al gobierno local a no tener en cuenta los derechos de los residentes. Sin embargo, ese estado de fiesta continua le confiere un carácter de zona excepcional en el que la legislación ambiental se deja sin aplicación demasiadas veces al año. Lo que era excepcional ahora es normal ¿Serán los gobiernos irrespetuosos y permisivos, sumados al turismo de eventos y macrobotellón la filoxera del centro histórico?”.
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