La reactivación de focos del incendio provoca un desalojo de unas dos horas en la barriada de La Teja

Más de 24 horas después de que se dieran las primeras voces de alerta, el incendio que se originó en la jornada del miércoles en un paraje ribereño entre La Ina y Lomopardo continúa activo. De hecho, en la tarde de este jueves se volvió a complicar la situación ante la reaparición de focos en el extremo este de la ciudad. Esto ha provocado que sobre las cinco y media de la tarde se ordenara el desalojo de los vecinos de la barriada de La Teja, aunque en torno a las ocho se les ha permitido que regresaran a sus viviendas una vez controlada la situación.

Fuentes municipales explicaron que a media tarde se detectó un foco en las inmediaciones de este enclave que, unido al aumento de la fuerza del viento, aconsejó que se procediera al desalojo de esta barriada, al igual que se hizo en la tarde noche del miércoles. Muestra de la complicación de la situación fue que el Infoca también decidió esta tarde no solo reforzar sus equipos que tenía en la zona, sino que volvió a enviar un helicóptero que ayudara a apagar las zonas donde había nuevas llamas y a refrescar otras para evitar nuevos focos.

Este es el segundo desalojo que se decreta en esta barriada en menos de 24 horas. El primero de ellos fue en la tarde noche de ayer ante la nube de humo tóxico que procedía del Vivero Olmedo, uno de los enclaves más afectados por este incendio que lleva activo desde el miércoles y que, hasta el momento, ha afectado a unas 800 hectáreas aproximadamente en una zona que comprende el entorno de la barriada rural de Lomopardo y las fincas de la Hijuela del Serrallo y Montealegre Alto, así como de Los Albarizones. La Guardia Civil aún continúa investigando qué pudo provocar el peor incendio que se ha producido en Jerez en los últimos años.

Según explica el Consorcio de Bomberos, lo que comenzó siendo un incendio de vegetación (la primera columna de humo se vio en un paraje junto al río Guadalete, en las inmediaciones de la Carretera de La Ina), se extendió rápidamente por una zona de pastos. La dificultad para su control y posterior extinción vino motivada no solo por la orografía del terreno (muy ondulada y con algunos cerros), sino también por el fuerte viento de levante que hubo y la dificultad para acceder algunas fincas.

Actualmente continúa activo el plan de emergencia municipal que, tal y como viene informando este medio, se activó a las 19:42 de la tarde del miércoles. Lo hizo aproximadamente una hora después de que la regidora, Mamen Sánchez, hiciera unas declaraciones públicas donde aseguraba que había solicitado a la Junta de Andalucía que activase el plan de emergencias provincial, aunque poco después descartó esta posibilidad alegando que ya se contaban con los medios y la coordinación necesaria para luchar contra el fuego.

A primeras horas de la mañana de este jueves se anunció que el incendio se había podido controlar durante la pasada madrugada. No obstante, sobre las siete de la mañana resurgieron pequeños focos sobre los que hubo que actuar para evitar que se propagaran. El más importante estaba una zona de cañaveral de La Cartuja, aunque también se halló otro de cierta consideración entre Lomopardo y La Ina, donde algunos tocones de árboles seguían humeando y generando preocupación entre los vecinos de esta pedanía.

No obstante, la situación se fue normalizando conforme avanzaba la mañana. Los bomberos continuaron realizando rondas por las zonas quemadas para refrescar el terreno y, de este modo, evitar que se reavivase el fuego. No obstante, fueron numerosas las llamadas a los efectivos tanto de bomberos como de la Policía Local para que se personasen en parcelas de la Hijuela del Serrallo, otro de los enclaves más afectados por el incendio, para que actuasen sobre zonas que continuaban humeantes.

Sin embargo, y a pesar de que todo apuntaba a una mejoría de la situación, en tarde se han reactivado nuevos focos por lo que se tuvo que volver a ordenar el desalojo de La Teja durante algo más de dos horas. Los efectivos de bomberos se afanaron por evitar que el fuego fuera a más por lo que pudo ser controlado.

Hasta el momento, no se tiene constancia de que se hayan producido daños personales, según informó la Policía Local. Sí, al menos, se sabe de la muerte de varios caballos y perros, así como de algunas aves. En cuanto a los daños materiales, han ardido fundamentalmente cobertizos y cuartos de apero, aunque también han ardido varias viviendas (casi todas de madera). También se han visto afectadas algunas explotaciones agrícolas, entre ellas parte de un viñedo.