"Es difícil descubrir a un exhibicionista antes de que se presente la conducta, pero hay indicios"
La psicóloga forense María Luisa Vallejo explica detalles de este trastorno tras conocerse el caso de un ex concejal de Chiclana
El Ayuntamiento de Jerez se personará como ‘acusación particular’ en el caso del concejal de Chiclana detenido por presunto ‘exhibicionismo’ en las piscinas municipales

Hace unos días se conoció que un ya ex concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Chiclana, octavo teniente de alcalde y delegado municipal de Juventud, LGTBI+, Salud, Bienestar Animal y Deport, fue detenido en Jerez acusado de exhibicionsimo ante menores en varios gimnasios de la ciudad.
Según han confirmado fuentes de la Policía Nacional, fue arrestado después de que el padre de un menor le denunciara en la Comisaría jerezana por supuestamente exhibirse completamente desnudo y durante horas ante los niños.
María Luisa Vallejo es psicóloga forense y explica que "el exhibicionismo existe desde el inicio de los tiempos, es la condición en la que se siente excitación sexual cuando se realiza una exposición genital a individuos sin su consentimiento. Aunque se pueda considerar un delito menor, en algunos incidentes se han observado valores de escalamiento a delitos sexuales más graves. Tanto es así, que en Estados Unidos se aplica la castración química obligatoria para los reincidentes en la comisión de dichos delitos sexuales. Esta práctica, que implica la supresión de la excitación y el deseo mediante medicamentos, ha sido un tema de controversia entre los científicos debido a que la reiteración de tales delitos no siempre responde a causas biológicas, sino que también se desencadena por factores psicológicos y contextuales".
Vallejo detalla que "no es fácil descubrir a un exhibicionista antes de que se presente la conducta, pero existen ciertos indicios que deben tomarse con cautela, observar y realizar seguimiento. Entre ellos se encuentran determinadas profesiones o entornos que les proporcionan una fácil visibilidad y posterior acceso a menores. Sin generalizar ni estigmatizar a ningún sector, hay depredadores sexuales que buscan específicamente puestos de confianza, como entrenadores deportivos, profesores o monitores infantiles".
La profesional recuerda un caso con gran repercusión a nivel nacional que ocurrió en 2017 por un profesor del Colegio Valdeluz de Madrid, condenado a casi 50 años de prisión por varios delitos de abusos sexuales: "En este caso concreto, las diversas inscripciones del concejal en varios gimnasios fuera de su localidad parece ser parte de una estrategia para evitar ser reconocido y continuar con su conducta sin ser detectado, lo que demuestra hasta qué punto es necesaria la vigilancia en zonas donde los menores pueden estar expuestos a personas con intenciones delictivas".
Otro aspecto importante a tener en cuenta en el caso del concejal de Chiclana, al tener tanta repercusión mediática, "es que se está alejando del juicio real, incluso antes de que la judicatura concluya su investigación. Si bien el enfado social por este tipo de delitos está justificado, hay que tener en cuenta que, aunque en menor medida que en otras poblaciones psiquiátricas, los exhibicionistas y los pedófilos tienen niveles altos de ideación suicida". "El elevado estrés que sufren los acusados por la presión mediática y el estigma que rodea a estos delitos puede generar una alta cota de estrés, que en ocasiones se filtra con una consecuencia fatal antes de que se haga justicia", remarca la psicóloga.
¿Se puede prevenir el exhibicionismo? "En el exhibicionismo y otros delitos sexuales es extremadamente complejo. Sin embargo, podemos actuar ante señales de alerta que pueden ayudarnos a proteger a los más vulnerables: Observar de cerca a los adultos que entran en contacto con los niños, esto es especialmente en el caso de aquellos adultos que lo hacen de manera voluntaria y reiterada, sin una razón justificable", declara la profesional.
Vallejo, con una clínica en Jerez, remarca además que "el exhibicionismo y la pederastia no son sólo problemas de algunas personas, sino amenazas contra el bienestar y la vida de los niños. Para proteger a los menores, la sociedad, instituciones y profesionales, debemos actuar con decisión contra estos delitos sin caer en linchamientos mediáticos, que pueden romper el debido proceso judicial. El diagnóstico temprano, la educación y el refuerzo de los mecanismos de control garantizarían que estas conductas no se repitan y crear protecciones reales para las potenciales víctimas. En términos prácticos, ¿estamos preparados para detectar y prevenir estas acciones antes de que ocurran? Todo comienza con la concienciación y la implicación de todos".
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