Docentes de Educación Especial solicitan más recursos y amparo en su día a día en los centros

Un informe realizado con el respaldo de la UCA advierte que las agresiones y la atención psicológica a estos maestros son algunos de sus mayores problemas

El Ampa del colegio Tomasa Pinilla habla de "agravio comparativo" de su centro con respecto a otros

Un docente de educación especial, en su centro educativo.
Un docente de educación especial, en su centro educativo.
Fran Pereira

01 de octubre 2024 - 09:31

Docentes de Educación Especial, en concreto de Pedagogía Terapéutica, han denunciado la situación de su día a día en los centros educativos para los que solicitan una bajada de ratio y una mejora de sus condiciones laborales.

A través de una encuesta realizada entre profesionales del sector, con una representación del 30% y que ha contado con el respaldo del departamento de estadística de la Universidad de Cádiz, los maestros, tanto de la escuela pública como de la escuela concertada, vienen a reclamar "la situación de desprotección que están viviendo desde el punto de vista de las agresiones".

"Lo único que pretendemos con esta encuesta, en la que se ofrecen datos significativos, no es criminalizar a nuestros alumnos, porque de hecho son el alumnado más vulnerable, sino que se reconozca de una vez la situación real a la que nos enfrentamos a diario y para la que se necesitan más apoyos y recursos".

Entre los datos más llamativos de esta encuesta destaca, por ejemplo, que en el apartado físico, un 48,78% del profesorado de Educación Especial recibe patadas; un 53,28% reciben casi a diario arañazos, un 37% tirones de pelo o un 59,5% se les tiran objetos. Asimismo, a efectos psicológicos, un 21,7% asegura haber recibido insultos, un 13,4 amenazas y un 6% acoso.

Asimismo, en una situación laboral que catalogan como "muy difícil", el 48% del profesorado reconoce haber tenido que recibir asistencia médica o psicológica durante algún momento de su vida docente, y un 24% han cogido alguna vez una baja médica como consecuencia de su trabajo.

"No somos docentes convencionales, en nuestro día a día, nuestro trabajo tiene una carga física muy importante y a la hora de desarrollar nuestro trabajo realizamos acciones, como ayudar a alumnos de un tránsito de un lugar a otro si tienen dificultades motóricas, ayudarles a vestirles y desvestirles o ponerles los zapatos; o intervención sobre control y modioficación de conducta. A algunos de nuestros alumnos no sirve darles una instrucción, sino que implica unma acción directa con el alumno", explican con detenimiento.

También se enfrentan a momentos de "agitación psicomotriz con brotes de agresividad, por lo que suelen tirarse al suelo y tienes que levantarlos, o simplemente acompañarlos al autobús y ayudarles a subir. Además, hay muchos alumnos que usan silla de ruedas y cuando llegan a clase tenemos que sacarlos de la silla para que puedan estar en su pupitre".

"Nuestro perfil docente en Educación especial es distinto al resto de magisterio", por esta razón "pedimos también que se mejoren las condiciones cuando se acerca la jublicación, porque no podemos trabajar estas situaciones en edades avanzadas".

Ante esta circunstancia, los docentes reclaman a la Junta de Andalucía "la bajada de ratios para este profesorado", además del "aumento de los profesionales". Según estos docentes "la ratio con las que trabajamos son las peores en el ámbito europeo porque la administración se agarra a que hay una horquilla según la tipología de alumnos, es decir, si son autistas, entre 3-5 alumnos, si son plurideficientes, entre 4 y 6, y si están categorizados como psiquicos, entre 6 y 8.  

Para muchos de estos profesionales, que en algunos casos acumulan ya una experiencia docente importante, "nuestro trabajo hoy día es muy complicado. Un ejemplo, hace 15 años, en algunos colegios teníamos 19 unidades y 105 alumnos, y ahora mismo 16 unidades y 104 alumnos. Algo no cuadra, las ratios han ido a peor, y con la excepcionalidad de poder añadir un alumno más. Esto dificulta mucho hacer un trabajo individualizado".

Para ellos, "la educación especial en Andalucía y en España es la cola del ratón, no existimos para la administración, de hecho, los últimos a los que nos llegan los cambios, cuando se cambia la normativa, es a la educación especial. Lo único que pretendemos es que las ratios sean las adecuadas, los docentes tenemos que mejorar nuestras condiciones pero también los centros, que no pueden estar viviendo de las limosnas que nos quedan en los propios centros educativos". 

Desde este colectivo se pide además una mayor presencia de "profesionales especializados en temas conductuales" y entre otras reivindicaciones está que "exista una plantilla tipo para los centros de educación especial e incluso para las aulas específicas de centros ordinarios, no basta con el docente. No sólo faltan PTIS sino muchas más cosas". 

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