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El don de Sandeman en Jerez

El Rebusco

Los archivos del hombre de la capa negra

Aldiso conserva algunas botas de sus soleras más antiguas

Dedicatoria de George Sandeman.
José Luis Jiménez

25 de octubre 2021 - 06:00

Jerez/El pasado año las bodegas Sandeman cumplieron 230 años de existencia. Un aniversario que no pudo celebrarse a causa de la pandemia que nos ha azotado.

Libro escrito por Ned Halley en el 200 aniversario.

Esta bodega jerezana, y sus marcas, han sido y son un icono en todo el mundo, aunque actualmente no pase por sus mejores momentos. Desde aquí queremos hacer una breve panorámica de su historia. Resumir más de dos siglos en dos páginas no será fácil, pero lo intentaremos.

La compañía fue creada, de acuerdo con lo que indica sus etiquetas, en el año de 1790 por George Sandeman, un escocés nacido en 1765. Con un préstamo de 300 libras que le da su padre, el joven empresario fundaría una bodega en Londres, negocio que fue ganando clientes y fama. En 1805, Sandeman inició lo que más tarde sería una costumbre en la industria vitivinícola al ser el primero en marcar con un hierro al rojo vivo las siglas de su empresa GSC (George Sandeman & Company) en cada una de las barricas. Ocho años más tarde se instala en Oporto. Y a finales del siglo XIX, en 1879, lo hace en Jerez al asociarse con Walter J. Buck (Mendham, 1843-Jerez, 1917), al adquirir las propiedades y vinos de la prestigiosa firma de Julián Pemartín.

Al morir George Sandeman en 1841, su sobrino, George Glas Sandeman, se haría cargo de la empresa, y en 1868 el hijo de este, Albert George Sandeman, que además fue un exitoso banquero y probo funcionario público. La dirigiría hasta el año 1923, año de su fallecimiento.

Sandeman fue también una de las primeras marcas que invirtió en publicidad creando y comprando diferentes carteles para promocionar sus vinos. En 1928, un ilustrador de origen escocés George Massiot Brown, que firmaba como G. Massiot para hacerse pasar por francés, creó la que sería el emblema de la marca: la silueta en negro de un hombre con sombrero andaluz y capa portuguesa sosteniendo una copa.

La imagen fue tan impactante para los Sandeman que en 1935 apareció por primera vez en una de sus etiquetas con el apelativo de Don. Hasta 1980 Sandeman continuó siendo una empresa familiar, pero ese año fue vendida a Seagram´s y en el 2002 pasó a ser parte del corporativo portugués Sogrape. La profesora de la Universidad de Sevilla Marta Soler Montiel estudió ese último periodo que vivió el sector vitivinícola en su tesis, leída en el 2004, La vitivinicultura del Marco de Jerez en la globalización, 1980-2002. Un ejemplar de su investigación puede consultarse en los fondos del Archivo Municipal de Jerez, al igual que el libro conmemorativo del 200 aniversario escrito por Ned Halley.

Los nombres de Sandeman

Manuel Martel, Rodrigo Ruiz de Villegas y Lorenzo Mesa.

Esta breve reseña estaría incompleta si no se hiciera mención a algunas de aquellas personas que, de una forma u otra, han estado vinculadas con la bodega a lo largo de estos tres últimos siglos.

En primer lugar, destacar el nombre de Walter (Gualterio) J. Buck (Mendham,1843-Jerez, 1917). En 1868 se estableció en Jerez como exportador de vinos, y once años más tarde, en 1879, se asoció con Sandeman, al comprar la firma francesa Laborde-Pemartín, establecida en la ciudad desde 1818.

Otra figura clave, ya entrada la segunda mitad del siglo XX, es la del singular Hugo Ungricht Shaffner (Inglaterra,1910- Jerez, 1980), que marcó toda una época en la bodega. Su fallecimiento en 1980 le impidió ver como Sandeman pasaba a manos de la multinacional Seagram's.

En su equipo contó con el químico Rodrigo Ruiz de Villegas, el orondo capataz Lorenzo Mesa García, toda una institución, y el enólogo Manuel Martel, en el que Sandeman depositó toda su confianza durante los aciagos años de nuestra guerra civil.

La representación inglesa fue de John Lockwood, conocido entre los trabajadores con el apodo de Juan Loco.

Seagram's fichará como nuevo director gerente al alemán Jorge Mundt (Hamburgo, 1938), que ejercía de director técnico en Díez-Mérito. Cargo que ejerció hasta 1999, cuando es sustituido por Jorge Pascual, que previamente había desempeñado otras labores en la casa.

En esos años la dirección comercial la ostentaron, primero, César Saldaña (Jerez, 1961), y posteriormente, del 2000 al 2006, Ignacio López de Carrizosa (Jerez, 1968).

Cuando Pascual es elegido presidente del Consejo Regulador, la dirección la asumirá José Antonio Sánchez Pazo, licenciado en Ciencias Químicas y enólogo con 30 años de experiencia en el Marco de Jerez, responsable del departamento técnico de la bodega Wisdom & Warter.

Se incorporó a Sandeman en 1993 como jefe de Producción.

El actual director gerente es el jerezano José Moreno Silvetti, cargo que ejerce desde el 2007. Hombre eficiente que conoce al detalle la compañía, donde ingresó en 1971.

Sandeman, Seagram's, Sogrape

Grabado de la bodega publicado en 1884.

En el 2001, el consorcio compuesto por el grupo británico Diageo y Pernord Ricard llegaría a un acuerdo para vender Sandeman (firma perteneciente a la división de bebidas alcohólicas de Seagram) a Sogrape, líder del sector vinícola portugués. El precio de la operación podría haber rondado los 108 millones de euros.

Como es sabido, Diageo y Pernod Ricard nunca consideraron estratégico el negocio de Sandeman.

Unos años más tarde, en 2004, Nueva Rumasa, a través de la sociedad Zoilo Ruiz-Mateos, formalizaría, tras un año de negociaciones, la compra de los activos de la bodega jerezana Sandeman a la empresa portuguesa Sogrape. En una nota, Nueva Rumasa explicó que la compra había sido cofinanciada por el Banco Santander Central Hispano y Cajasur. Con esta nueva adquisición Nueva Rumasa, a través de Grupo Garvey y la sociedad Zoilo Ruiz-Mateos, se situaba entre los primeros productores del Marco de Jerez. El acuerdo suponía que Nueva Rumasa adquiriría las existencias de la bodega jerezana (unos 20 millones de litros de vinos y brandies), sus viñedos (repartidos en 11 fincas que sumaban cerca de 500 hectáreas), así como sus bodegas e instalaciones.

Ugo Ungricht y Lorenzo Mesa junto a otros trabajadores.

Esta relación comercial se vería ampliada en 2009, al adquirir Nueva Rumasa el centro de visitas y la bodega. Esta operación se cifró en unos 10 millones de euros,

Con la desaparición de Nueva Rumasa, el Grupo Emperador, del empresario filipino Andrew Tan, se hace con Garvey y Sandeman en el 2017, subrogando el acuerdo establecido con Sogrape.

Los archivos del hombre de la capa negra

Durante estos años la empresa ha generado un importante volumen de documentos, gran parte de ellos se han conservado.

En el 2014, el Archivo Municipal de Jerez recibió por parte de Sogrape el ingreso de este importante fondo, que ha sido estudiado y catalogado por los profesores de la Universidad de Cádiz, Javier Maldonado y Alberto Ramos.

Esta valiosa documentación, que data de los siglos XVIII y XIX, ha pasado a disposición del Archivo Municipal vinatera gracias a las gestiones realizadas por su representante en Jerez, José Moreno Silvetti, en base a un convenio entre ambas instituciones.

En concreto, el material cedido para su conservación, catalogación y difusión, fueron un total de 141 cajas de valiosa documentación histórica.

La entrada de esta documentación en el Archivo Municipal tiene como objeto principal tanto la conservación de esta importante parte del patrimonio documental de la ciudad de Jerez y su histórica industria del vino, como la investigación y los estudios históricos acerca de la bodega, la vid y la viña en el Marco de Jerez.

Los legajos se encontraron durante un tiempo en la Viña El Corregidor, edificio de finales del XVII y principios del XVIII, situada en el pago de Carrascal.

Viña El Corregidor.

Los documentos históricos de Sandeman se suman a otros importantes fondos documentales sobre bodegas de Jerez, ya pertenecientes al Archivo Municipal. Las 141 cajas que Sandeman ha depositado en el Archivo Municipal de Jerez contienen dos fondos documentales: bodega Julián Pemartín y Cía. (1799-1880) y bodega Sandeman, Buck y Cía. (1878-1976). Entre la tipología de los documentos está la de las diferentes correspondencias, libros de contabilidad, documentación contable auxiliar, inventarios, balances, embarques y exportaciones, bodegas, libros de viñas, títulos de propiedad, documentación viaria, fotos, etc.

Para un mayor conocimiento de este fondo, tan importante como los recuperados por las bodegas Tradición de las bodegas CZ hace unos años, remitimos al informe elaborado por el historiador Javier Maldonado Rosso: El archivo histórico de Sandeman-Jerez: fuente para la historia comparada de las economías del oporto y el sherry. Texto accesible en internet.

Diego Marín Gómez en su bodega.

En 2016, con motivo del Día Internacional de los Archivos, se organizó en las dependencias municipales de la Alameda del Banco, una exposición integrada por una selección de los más de 600 documentos pertenecientes a la firma.

José Moreno Silvetti, en representación de Sandeman, destacó el gran valor de unos fondos “que pertenecen a una bodega de 226 años, como es Sandeman, y que por sí solos tienen un importante valor documental, económico y social".

Don Diego de Aldiso.

Cuando Diego Marín Gómez se incorpora a Sandeman en 1971, como aprendiz, tiene 14 años, y lo hace en una bodega señera que contaba por aquellas fechas con más de 400 empleados.

Una empresa con marcado carácter familiar, donde ya trabajaba su abuelo, un tío y un primo. Primero lo hace en la tonelería, y luego como electricista, departamento donde desarrollará gran parte de su actividad laboral, pero que no le impedirá adquirir un conocimiento más amplio de todo el proceso productivo.

Su jubilación, en 2009, coincide cuando Zoilo Ruiz-Mateos se hace con el control de toda la empresa, pero esta circunstancia personal no le alejará de un ambiente que en esos momentos vive profundos cambios.

Folleto promocional.

Junto a su mujer y sus hijos se embarca en la compra de una serie de botas bien escogidas de la misma Sandeman, Garvey y la desaparecida Venta Antonio.

A continuación, en 2016, se hace con un amplio local en la zona del Altillo, donde establece además una tienda de vinos, sobre todo, pertenecientes a Sogrape. Un punto de reunión de colegas y amantes de los vinos de la zona.

Lo bautiza con el nombre de Aldiso, acrónimo de los nombres de sus tres hijos.

Nota: desde esta sección denunciamos el lamentable estado en el que se encuentra el monumento dedicado a fundador de la bodega, George Sandeman, situado en el parque Sandeman.

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