La droga que vuelve loco al delincuente

La mezcla de cocaína y heroína conocida como ‘rebujito’ se está convirtiendo en un verdadero problema para las fuerzas del orden. La lucha contra su tráfico no desiste, pero los efectos sociales que genera están siendo muy duros. No en vano, entre los últimos detenidos por delitos realmente graves que se han perpetrado en la ciudad varios de ellos son consumidores de esta peligrosa mezcla de sustancias estupefacientes, que al igual que excita el sistema nervioso central (cocaína) por otro lado lo deprime (heroína). Conforma un cóctel cuando menos explosivo. Retrasa los efectos del ‘mono’ (síndrome de abstinencia) aunque cuando éste llega definitivamente los efectos son devastadores.

Entre los detenidos que han pasado a disposición judicial en los últimos meses el más destacable es el del vecino de El Torno de 33 años, un hombre que ni siquiera tenía antecedentes policiales, que de buenas a primeras se dedicó a atracar gasolineras para pagarse su adicción a semejante cóctel de drogas. Otro detenido con cierto renombre fue el hombre araña que tras pasar por el centro de Jerez robando y asaltando domicilios y negocios —ya fuera rompiendo ventanas o trepando por las mismísimas paredes— llegó a quedarse colgado del vacío durante varios minutos mientras era reducido por las fuerzas del orden auxiliadas por los bomberos. El ‘Cabeza’, un delincuente que se dedicaba a desvalijar de dinero y teléfonos móviles a jóvenes de la ciudad, era otro enganchado a esta mezcla. El riesgo, como se puede comprobar, es evidente. Y mortal.

El ‘rebujito’ es conocido desde hace años. Los tiempos del ‘boom’ inmobiliario marcaron tanto pautas económicas como que la heroína pasara a mejor vida. Quizás sería más correcto indicar que su consumo quedó aletargado. La cocaína, ese estupefaciente falsamente vinculado al éxito y a la buena vida, ocupó su lugar. El dinero corría por entonces alegremente por calles y negocios en una especie de locura nacional.

Cuando los buenos tiempos se fueron, y llegaron los del ‘bajón’, la heroína, hasta entonces olvidada, hizo acto de presencia. Lo hizo además a precios especialmente bajos, más barata incluso que en los primeros años 90. La cocaína, pese a todo, seguía en el mercado y de ahí que comenzase a distribuirse su combinación con heroína. Se podría decir que los traficantes dedicaron un macabro recuerdo a los ‘viejos tiempos’.

¿Qué propiedades tiene el ‘rebujito’? Pues básicamente, señalan fuentes policiales, la más terrible es que engancha con una rapidez enorme. Dichos especialistas no han dudado en asegurar a este medio que “con probarla cuatro o cinco veces se puede considerar que el consumidor ha quedado enganchado”. Su síndrome de abstinencia es especialmente fuerte, por lo que los intentos del enganchado por abandonar su consumo son en muchas ocasiones inútiles.

Los métodos de consumo suelen ser dos: fumada o en ‘bazuco’, o lo que es lo mismo, el ‘rebujito’ es quemado, desprendido de todo despojo hasta que tan sólo queda la esencia de la droga en el papel de plata. Los efectos, al tratarse en esos momentos de heroína y cocaína bastante puras, son más que fulminantes para la mente y el cuerpo del consumidor.

La principal vía de suministro hacia Jerez parte de Sanlúcar. Es hasta esta localidad del Bajo Guadalquivir hacia donde se dirigen los consumidores a hacerse con sus dosis. Su proliferación ha provocado incluso que haya vuelto a detectarse el fenómeno de las ‘cundas’, es decir, coches en los que un toxicómano transporta a otros a cuenta de que estos le abonen una cantidad pactada de antemano o, casi siempre, a cambio de que le suministren una dosis de lo que compren. La ‘procesión’ no sólo parte de Jerez. También hay numerosos drogadictos enganchados en las cercanas localidades de El Puerto y Cádiz.

Fuentes policiales alertan sobre todo de algo que les alarma —y contra lo que lógicamente ya están tomando medidas— como que se trata de una droga que afecta especialmente en estos tiempos a jóvenes de ambientes conflictivos. Sus familias, en primer término, y la sociedad a continuación son quienes van a sufrir los efectos porque “es increíble la forma en la que caen en los robos con violencia o con fuerza en las cosas”. Los efectos de la droga son tan fulminantes y el ‘mono’ tan fiero que recurren a cualquier método para pagarse una dosis.

La mescolanza de estas dos drogas es harto conocida desde hace años. No en vano, cuando las drogas eran habitualmente inyectadas en vena esta combinación era conocida como ‘speedball’ (bola rápida, de la jerga del béisbol). Como ha quedado dicho, la cocaína actúa como un estimulante, mientras que la heroína lo hace como depresor. Es por ello que el consumidor se libra de efectos tales como la ansiedad o la sedación de la heroína pero cae en serio riesgo de muerte por insuficiencia respiratoria.