Las empresas piden más reformas para afianzar el proceso de recuperación

César Alierta presenta en Jerez el esperanzador informe del Consejo Empresarial para la Competitividad

El presidente y el director del Consejo Empresarial para la Competitividad, César Alierta y Fernando Casado, ayer en el congreso de la empresa familiar.
El presidente y el director del Consejo Empresarial para la Competitividad, César Alierta y Fernando Casado, ayer en el congreso de la empresa familiar.
Pedro Ingelmo Jerez

29 de octubre 2013 - 01:00

"Más intensidad en las reformas en cinco puntos. Uno, finalizar la reforma de la administración pública con una central unitaria de compras y una tesorería común , a sabiendas de la complejidad por nuestra estructura de administración territorial. Dos, unidad del mercado interior y más eficiencia del marco económico. Tres, profundizar en la reforma laboral en aspectos como la simplificación de contratos. Cuatro, una reforma fiscal, que sea más eficaz, más sencilla y sin más cargas. Cinco, una reforma educativa localizada en la secundaria..." El patio de butacas del Villamarta, donde se encontraban sentados algunos de los empresarios más influyentes del país, aplaudió como si Fernando Casado, director del Consejo Empresarial para la Competitividad, hubiera completado una magnífica aria. Esos cinco puntos, conclusión del estudio España emprende y exporta, condensa lo que el mundo empresarial demanda al Gobierno para que se afiance la inversión de la curva depresiva en la que vivimos desde 2007.

La última ponencia de la jornada inaugural tenía como protagonista al propio Casado y a César Alierta, cabeza visible de Telefónica y presidene del Consejo Empresarial para la Competitividad, una entidad constituida por el Instituto de Empresa Familiar y otras quince grandes empresas españolas. El objetivo era dar una visión real de la economía española: "Nadie la conoce como los empresarios españoles porque la vivimos día a día". Este Consejo ya ofreció en febrero un informe en el que pocos creyeron. Se hablaba en ese informe, recordaba ayer Alierta, de España como país de las oportunidades y de un punto de inflexión en la situación global de nuestra economía. Iban más allá los analistas de este think tank al augurar que en el tercer trimestre la economía española abandonaría el color rojo. Así ha sido, aunque se haya producido por los pelos, un 0,1%.

En su relato a los presentes, Alierta habló de que "España es ahora mismo uno de los destinos más atractivos para la inversión internacional". En el mismo tono optimista que está tratando de transmitir ese ente abstracto que es la Marca España desde hace unos meses, Alierta aseguró que nuestro sector financiero "ya se encuentra en plena forma". Y anunció lo que quizá sea la mejor noticia, si es que realmente se está poduciendo tal y como detectan los analistas del organismo que preside: "Se está produciendo un cambio en el modelo económico gracias a la crisis a la hora de reestructurar las empresas para afrontar el futuro de forma eficiente".

Todo esto que detectan los 'macronúmeros', pero que las voces autorizadas reconocen que aún no se detecta en la economía real podría ser palpable en un plazo prudencial de tiempo si se ahonda en el "espíritu reformista" del actual Gobierno, que Alierta elogió como el más ambicioso de nuestro entorno. Con esa palanca ha sido posible alcanzar unos datos en exportación que son los mejores en casi una década. "Pocos países pueden mostrar esta mejora en nuestra trayectoria competitiva. Tenemos productos que vender. Hemos experimentado un incremento en la venta de bienes y servicios en el exterior gracias a la mejora de nuestra balanza por cuenta corriente y de los costes laborales". Pero la buena noticia para el mundo empresarial quizá no sea esa. La buena noticia está en nuestras posibilidades de crecer. Según los datos que baraja el Consejo que preside Alierta, un 5% de las empresas exportadoras copan un 70% de nuestras ventas al exterior. "Es la hora de que nuestras pequeñas y medianas empresas den ese paso y entren en el mercado exterior".

Puso como ejemplo la multinacional que también él preside, Telefónica, que ha sido una de las pioneras en introducirse con fuerza en los mercados internacionales. "Somos el único operador que ha conseguido introducirse en China y lo hemos hecho porque somos un puente con Latinoamérica por nuestro idioma y nuestra cultura". Al igual que lo ha hecho Telefónica, otras grandes firmas textiles como Inditex o Mango también han conseguido entrar en el complejo mercado de consumo asiático. Alierta piensa que las grandes firmas están abriendo el camino para que sigan sus pasos firmas de menor volumen.

El liderazgo en sectores como el de las energías renovables o las grandes infraestructuras facilitarían, siguió Alierta, la llegada de una segunda línea de empresas españolas. Todo ello sí que permitiría que esos 'macrodatos' se reflejaran en nuestro gran problema estructural, que es el desempleo y el déficit público. Alierta cree que son indicadores suficientes para alumbrar un nuevo tiempo.

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