Los consejos reguladores del vino de España se adhieren al 'Manifiesto para la Defensa y Protección del Viñedo'
Energias renovables
La CECRV se hace eco de la "preocupación extendida y compartida" por el sector ante la proliferación de proyectos de energías renovables y de infraestructuras que "amenazan" al viñedo
El manifiesto alude a la "nefasta repercusión paisajística, medioambiental y visual" de proyectos eólicos con aerogeneradores de 200 metros de altura como el de El Barroso en Jerez
La Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV) se ha adherido al 'Manifiesto para la Defensa y Protección del Viñedo Español', iniciativa impulsada por la DO Rioja que han asumido todas las DDOO españolas, entre ellas la del Vino de Jerez y la Manzanilla de Sanlúcar.
El manifiesto alerta de "la proliferación descontrolada de proyectos desproporcionados de infraestructuras de producción de energía y su transporte, así como de actuaciones de carácter viario o industrial con consecuencias irreparables", caso del parque eólico El Barroso, actualmente en construcción en el entorno del pago de Macharnudo, la joya del viñedo histórico del Marco de Jerez y contra el que el Consejo Regulador ha interpuesto denuncia ante la Fiscalía.
La CECRV informa que el 'Manifiesto para la Defensa y Protección del Viñedo Español, una iniciativa del Grupo Operativo para la Protección del Paisaje y Viñedo auspiciado por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja, tiene por objetivo concienciar a Administraciones Públicas, opinión pública, ciudadanía y al propio sector de la necesidad de proteger los paisajes vitivinícolas ante esta "amenaza".
El documento recoge que el sector vitivinícola español “constituye un patrimonio cultural, social, económico y paisajístico emblemático y fundamental para la sostenibilidad de nuestros territorios y el futuro de nuestras gentes”, principios que enlazan con la posición oficial de la CECRV y que ha defendido ante los gobiernos de las Comunidades Autónomas en la Mesa de Coordinación de la Calidad Diferenciada, que coordina el Ministerio.
La posición del CECRV recoge la "preocupación extendida y compartida" por las denominaciones de origen de diversas zonas productivas ante la "proliferación" de proyectos de energías renovables y de otro tipo de infraestructuras (instalaciones de tendido eléctrico, macro granjas de ganado…) que afectan a viñedos, bodegas y paisajes emblemáticos e históricos que reportan mucho valor a sus zonas geográficas adscritas, a diferentes niveles (medioambiental, paisajístico, económico, social, cultural…) y que, "por carecer de protección, se ven afectadas por la amenaza que ese tipo de instalaciones puede suponer para el viñedo de sus zonas".
La Confederación recuerda que, de acuerdo con esta posición, "hemos venido apelando a la comprensión del Ministerio y solicitando su apoyo para dar a conocer esta preocupación y para facilitar la comprensión de la misma a otros niveles de la Administración con los que el MAPA mantiene cauces de interlocución y coordinación, para que muestren sensibilidad con esta preocupación compartida en diferentes zonas productivas".
CECRV entiende el manifiesto como un paso más en esa dirección y anima a los consejos reguladores que forman parte de la organización a adherirse al mismo "para la defensa de nuestro sector en sus propias zonas, si lo consideran oportuno".
'Manifiesto para la Defensa y Protección del Viñedo'
Por su valor, su historia y su proyección internacional, el sector vitivinícola español, en toda su enorme y rica diversidad, constituye un patrimonio cultural, social, económico y paisajístico emblemático y fundamental para la sostenibilidad de nuestros territorios y el futuro de nuestras gentes.
El sector se enfrenta a una amenaza creciente: la proliferación descontrolada de proyectos desproporcionados de infraestructuras de producción de energía y su transporte, así como de actuaciones de carácter viario o industrial con consecuencias irreparables. Estamos ante un riesgo real para nuestra viabilidad y supervivencia. La descarbonización de la sociedad y el impulso de las energías renovables no tienen que ser la excusa para poner en peligro nuestro entorno natural y agrario, la estabilidad de nuestras empresas y el sustento de miles de familias.
Proyectos solares que ocupan centenares de hectáreas; instalaciones eólicas con aerogeneradores de 200 metros de altura, líneas eléctricas de cientos de kilómetros y alto impacto; explotaciones ganaderas sin la previa meditación de su ubicación. Son, entre otras, las amenazas concretas que afectan nuestro medio natural y cultural. Tienen una nefasta repercusión paisajística, medioambiental y visual. Y hacen peligrar apuestas estratégicas fundamentales como la puesta en valor del origen de nuestros productos, la preservación de los medios rurales tradicionales y el desarrollo de la próspera tendencia al alza del enoturismo responsable.
Ante el desafío que supone introducir en nuestro ámbito, que es el de todos, un desarrollo paralelo y ajeno a nuestras realidades y oportunidades de crecimiento sano y sostenible, desde el sector vitivinícola consideramos esencial y urgente establecer una serie de actuaciones estratégicas en torno a los siguientes ejes:
1. Protección de los paisajes del viñedo español.
Es necesario y urgente proteger la riqueza del viñedo para impedir ataques externos que supongan la devaluación absoluta del territorio vitivinícola.
Apelamos a la responsabilidad de las Administraciones para fortalecer los marcos regulatorios que permitan blindar dicha protección y apoyen el desarrollo de alternativas de actividad económica sostenibles (ver punto 4). Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las estrategias comunitarias no pueden servir de pretexto para la especulación y los negocios invasivos a costa del deterioro de nuestro entorno.
2. Sensibilización del propio sector, de otros sectores de la economía y de la sociedad en su conjunto.
Es fundamental concienciar al tejido productivo y al conjunto de la opinión pública para hacer entender los retos y peligros a los que se enfrenta el patrimonio vitivinícola.
Es necesario informar de las actuaciones en defensa del entorno y el patrimonio del viñedo español.
Es esencial transmitir el mensaje de que nuestro sector genera riqueza, fija la población rural, protege el entorno y lo preserva para las próximas generaciones.
Finalmente, es muy importante sensibilizar acerca de la oportuna oposición de nuestro sector ante proyectos energéticos o de otra índole con impacto negativo sobre el medio ambiente, el paisaje y el futuro del viñedo.
3. Protección de los ecosistemas asociados a la viña.
Nuestro entorno natural, tan valioso en sí mismo, es además el recurso esencial de nuestra actividad, por lo que su salud resulta fundamental. Una transición energética eficaz, eficiente y rentable sólo tiene sentido si a la vez contribuye a protegerlo. Reclamamos la máxima atención a su biodiversidad, a su equilibrio y a su preservación.
4. Fomento de prácticas sostenibles.
El sector vitivinícola está comprometido con el desarrollo de prácticas respetuosas, como por ejemplo la implantación de la autogeneración energética en instalaciones bodegueras y almacenes agrícolas.
Apoyamos también el desarrollo de actividades complementarias que contribuyan a la sostenibilidad, como el enoturismoconsciente de los valores naturales y culturales de los territorios del vino. Asimismo, nos emplazamos a reclamar a las Administraciones un marco más audaz y unas medidas más beneficiosas para acentuar el carácter sostenible y de futuro de nuestras actividades.
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