"Y desde entonces, todos los elefantes fueron grises"
Educación | Literatura infantil y juvenil

El pasado mes de diciembre dejó este mundo Adela Turín, una escritora italiana que en sus libros infantiles intentó combatir las desigualdades de género, llegando a crear en Milán en los años 70 la editorial “Dalla parte de la bambine” (De parte de las niñas). Además de ser feminista de las que unen su lucha a la de otras mujeres en el grupo Rivolta, Adela era de las que pensaban que la literatura infantil tiene un papel fundamental en la sociedad como transmisora de roles, así que se puso a escribir cuentos de esos que no existían. De esos en los que la señora rata es fuerte e inteligente para salir de cualquier apuro y salvar a toda la familia, como en “Una feliz catástrofe”. De esos en los que las pequeñas elefantas van de rosa y no pueden jugar a revolcarse en el barro, hasta que una de ellas rompe moldes y las demás la siguen, en “Rosa caramelo”. De esos en la que la estupidez de unos “Bonobos con gafas” que se creen muy listos es superada por la capacidad de organización de las bonobas. De esos en la que la triste realidad del maltrato en la pareja se hace visible en las tortugas “Arturo y Clementina”. Estos son los cuatro títulos que Kalandraka ha reeditado, pero no son los únicos. El resto de su obra está descatalogada y solo los encontraréis en algunas bibliotecas o librerías de viejo.
Si analizamos la obra de Adela Turín, observamos que ha escogido escenas de nuestra vida real como humanos y les ha puesto cuerpo de animal, para concluirlas con un final en el que triunfa el lado femenino. Las elefantas, que eran rosas, terminan siendo grises, y la igualdad sale victoriosa. Pero la autora no se conformó con escribir cuentos con final feliz. Lo que más me llama la atención de Adela Turín es que no solo tenía esa faceta de escritora, sino que se dedicó a investigar sobre la igualdad de sexos a través de la literatura, analizando sistemáticamente los libros infantiles publicados en París en 1993.
Por su parte en España, el Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil encargó a Adela Turín llevar a cabo un estudio en cuatro colegios de Salamanca con niños y niñas de 9 a 11 años. En el estudio se plantea al alumnado una serie de juegos basados en la lectura de cuentos seleccionados y en la observación de determinados personajes. Se trata, por ejemplo, de elegir el final de un cuento entre tres posibilidades dadas, o de observar y valorar como serían como padres o madres, personajes representados a través de una ilustración que es básicamente la misma, pero cambiando detalles de ropa, peinado o profesión. A pesar de que el estudio no pretende ser un análisis científico, sí que permite reflexionar sobre las elecciones y razonamientos de los participantes. Así, por ejemplo, entre 12 rostros de mujeres y 12 de hombres es llamativo el hecho de que la mujer médico nunca fue elegida, y que en el personaje masculino el más votado fue el más estereotipado, con traje de chaqueta y pelo corto.
Este estudio se llevó a cabo en 1994, y han pasado casi 30 años de la experiencia. Me pregunto si se repitiera hoy en día, ¿variarían los resultados? ¿Seguirían los niños y niñas prefiriendo los finales de cuento que terminan en la feliz y convencional pareja con perdices incluidas? Como modelo de padres ¿seguirían los niños eligiendo a la chica sexy y al padre empresario? ¿Sería ahora también la mujer médico un modelo ignorado?
Una de las conclusiones que se desprenden del estudio de Adela Turín es que los estereotipos de género, recogidos principalmente a través de la ilustración, calan tanto en las mentalidades, que no se cuestionan y se asumen sin la más mínima crítica. Si hacia los 3 y 4 años los niños y las niñas ya se han identificado con sus papeles sexuales, los libros de ilustraciones suelen confirmar dicha identificación. Muchos autores y editoriales se han lanzado últimamente a promover el papel femenino en los cuentos, invirtiendo roles de género, pero no nos engañemos. No hay una varita mágica con la que nos transformemos en personas distintas por leer un libro. Lo que sí podemos es, a través de los libros, hacer pensar, sembrar una duda, sorprender al lector, ofrecerle otro espejo donde mirarse distinto al que cuelga encima del lavabo. Y así, tal vez, caminemos hacia un mundo donde cada tortuga se preocupa de la libertad de su pareja, y trata de aliviarle su carga. Donde los trabajos domésticos de ratas y ratones reciben la importancia que merecen. Donde los bonobos y las bonobas tienen las mismas oportunidades en el ejercicio de su profesión. Donde no hay ninguna elefanta encerrada en su jaula rosa de ornamentos. Entonces, como el final de “Rosa caramelo” que da nombre a este artículo, sí podríamos decir con Adela: “Y desde entonces, todas las personas fueron iguales”.
Reseña de libros
Una feliz catástrofe
- Autora: Adela Turin.
- Ilustración: Nella Bosnia.
- Editorial: Kalandraka.
- La catástrofe cambia todo en la familia y se pasa de una vida monótona, a nuevos roles y aventuras.
Rosa Caramelo
- Autora: Adela Turin.
- Ilustración: Nella Bosnia.
- Editorial: Kalandraka.
- Historia donde todos los elefantes son de color rosa menos Margarita. Pero pronto nuestra protagonista se dará cuenta que esta no solo será la única diferencia y luchará por la igualdad entre los elefantes.
La historia de los bonobos con gafas
- Autora: Adela Turin.
- Ilustración: Nella Bosnia.
- Editorial: Kalandraka.
- Mientras ellas recolectaban comida y criaban a la prole, los bonobos no aceptaban que las bonobas pudiesen aprender y evolucionar. Pero un día, las bonobas decidieron actuar.
Arturo y Clementina
- Autora: Adela Turin.
- Ilustración: Nella Bosnia.
- Editorial: Kalandraka.
- Dos jóvenes y hermosas tortugas tienen una historia de amor donde, Arturo en vez de respetar el espacio y a la pareja decide anular y atar en corto a Clementina.Una dura historia con la que prenderemos todos y todas.
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