"Hemos enviado sombreros a Tokio, Nicaragua y Australia"

José María González ante los dos sombreros que lo han hecho más conocido.
José María González ante los dos sombreros que lo han hecho más conocido.

La tienda de sombreros González lleva 125 años haciendo sombreros de forma manual, un oficio que han heredado cuatro generaciones. Llevan tres años en la calle Bizcocheros y asegura que tiene clientes de toda la vida.

-¿Le han disminuido los clientes desde que ha cambiado la tienda de sitio?

-Alguno que otro, pero los que de verdad quieren comprarme un sombrero, saben donde encontrarme y eso es debido a la fama que tienen. Aquí se los hace Manolo Domecq, el hijo, los sobrinos, los hermanos Peralta, Pablo Hermoso de Mendoza y Fermín Bohórquez, padre e hijo.

-Sus sombreros de ala ancha son famosos en el mundo entero ¿cuál es el sitio más lejano al que ha enviado uno?

-Tengo clientes de Sevilla. Allí hay tiendas que los elaboran, pero aún así vienen aquí a que les haga a medida los sombreros de ala ancha. El sitio más lejano donde hemos enviado un sombrero ha sido a Tokio. Un día nos llamaron por teléfono y nos encargaron un sombrero, enviaron las medidas por correos, en un paquete con señas de Tokio, se lo hicimos y lo enviamos. También hay sombreros nuestros en Nicaragua, Australia, Barcelona, Cantabria....

-¿Usted no pensó en dedicarse a otra cosa que no fuese hacer sombreros?

- A mí no me gustaba estudiar. Mi padre me prguntó un día si yo quería estudiar y le dije que no, así que me mandó como aprendiz a la fábrica de sombreros de la calle Caracuel. Aprendí haciendo miniaturas, que es muy trabajoso. Prefiero hacer dos sombreros grandes que una miniatura.

-¿Recuerda cual fue su primer sombrero?

-No, porque se trabajaba en cadena, cada uno hacía una parte y luego se cambiaban los puestos, así se aprendía a hacer de todo.

-¿Puede considerarse el sombrero como una prenda exclusivamente masculina ?

-Hay muchas mujeres que llevan sombrero de hombre y gorras. Algunas vienen buscando el sombrero de señora pero eso no lo he trabajado yo nunca, así que se llevan los de hombre. La que se quiere comprar un sombrero se lo compra.

-Antes se consideraba el sombrero como una prenda de vestir igual que una chaqueta. ¿Esa cultura ha desaparecido?

-Antes llevaba todo el mundo sombrero. Ahora la gente sólo lleva las gorras americanas de tela que te calientan la cabeza como si fuera uralita. Para la gente lo veo muy bonito, pero no es práctico.

-¿Qué tipo de materiales emplea?

-Usamos fieltro. Todos los sombreros están hechos con fieltro de lana o de pelo de conejo. El de pelo es más fino que el de lana.

-¿Cómo se conserva un sombrero de los que usted hace?

-Eso tiene mucho trabajo. Antes arreglaba muchos, pero he dejado de hacerlo. Cuando tenía la tienda en la calle Lancería tenía más espacio y en una estantería ponía los sombreros arreglados pero no los cobraba hasta que no venían a por ellos. Me harté de trabajar para que no los recogieran, así que los que se me quedaban colgados se los daba a las hermanitas de los pobres

-Este año le han dado el premio 'Sombrero de Oro' que otorga la Asociación Sombrero de Ala Ancha por su labor creadora y divulgativa en Jerez . ¿Cómo ha recibido este premio?

-Figúrate. Me hice un sombrero nuevo sólo par ir a recogerlo. Nunca me habían dado un premio ni se habían acordado de nosotros Incluso mi hijo fue a pedir un local en el Zoco de Artesanos y no se lo concedieron porque dijeron que lo que nosotros hacemos no es artesanía.

-¿El sombrero de ala ancha es igual que un sombrero cordobés?

-No tiene nada que ver, lo que pasa es que Manolo Escobar cantaba en su copla 'una jaca cartujana y sombrero cordobés' y eso se le ha quedado a la gente. Pero el sombrero cordobés es otro modelo, tiene la copa más cónica, pero vamos que el sombrero de ala ancha es de toda Andalucía.

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