Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Política decente
LOS viticultores del Marco de Jerez no midieron bien el riesgo de mezclar política y vino cuando impulsaron la entrada de Antonio Fernández en el Consejo Regulador. Sabían que el ex consejero de Empleo tendría que comparecer ante la Justicia -en calidad de testigo- por el caso Mercasevilla, algo que había evitado anteriormente por su condición de aforado. Claro que aún no se había destapado la caja de Pandora de la trama de los ERE (expedientes de regulación de empleo), por otra parte imprevisible, que ha puesto al ex titular andaluz de Empleo y actual presidente de la institución jerezana del vino en el ojo del huracán, objetivo principal del bombardeo mediático cuya sombra se extiende sobre el Marco de Jerez.
Fernández, contra el que no pesa hasta la fecha imputación ni condena, está en el punto de mira por la gestión de las ayudas para los ERE -el fondo de casi 700 millones de euros del que dispuso la Consejería para rescatar a empresas en apuros y que un ex director general de Empleo definió como 'fondo de reptiles'- y la detección de decenas de 'intrusos' en los expedientes aprobados bajo su mandato y el de su antecesor -José Antonio Viera- con cargo a dicho fondo.
La presión mediática empieza a pasar factura al sector, en el que algunos operadores ven a Fernández como un 'intruso' -en el buen sentido del término acuñado para identificar a los prejubilados a través del ERE de alguna empresa para la que nunca trabajaron-, un extraño que se 'coló' en el Consejo con el beneplácito de los operadores del Marco, sin excluir a los que cuestionan su continuidad a sus espaldas, aunque no lo manifiesten en público.
La elección de Fernández como presidente del Consejo estuvo salpicada de dudas desde antes incluso de su proclamación en noviembre del año pasado, cuando las bodegas, tras la apretada votación para la designación del candidato que perdieron por un voto al ausentarse uno de sus vocales, apelaron como último recurso a su incompatibilidad como ex alto cargo de la Junta, primero, y como diputado socialista, después.
Pero el exconsejero logró salvar ambos escollos, el primero con la declaración de compatibilidad y el segundo con el abandono del escaño, aunque a regañadientes, para tomar posesión del cargo de presidente del vino.
Fernández, curtido en peores batallas, supo jugar bien sus cartas para imponerse al candidato de las bodegas con las reglas del juego de la democracia. Se llegó a comentar que algunos operadores del sector le debían 'favores', pero ni entonces ni ahora se habló de estrategia premeditada como algún medio ha dado a entender al recordar que el expediente de regulación de los consejos del vino y el brandy se aprobó con Fernández aún como titular andaluz de Empleo.
El ex diputado llegó con la aureola de buen gestor y el aval de los viticultores, que vieron en Fernández la persona idónea para conciliar los intereses del sector e implicar a las Administraciones públicas en la búsqueda de soluciones reales a los problemas del Marco, pero el tiempo ha jugado en su contra.
El Marco no es ajeno al bombardeo que sufre el presidente del vino, que salpica indirectamente al buen nombre y la imagen de los vinos de Jerez, y algunos de los que le ofrecieron apoyo incondicional empiezan a dudar del acierto de su decisión. El sector se divide entre los que defienden la presunción de inocencia y los que opinan que, aún sin pruebas, hay cosas intangibles que se deben tener en cuenta, entre ellas la imagen del jerez, que todos coinciden en que se está viendo dañada.
Las bodegas, que ni ocultaron su decepción por la victoria del exconsejero ni adoptaron medida alguna contra quienes las propiciaron desde sus filas, entienden que Fernández terminará cediendo a la presión. "La situación es complicada y nada deseable, desde el punto de vista del sector, que vive con gran tensión todo lo que está ocurriendo", manifiesta una fuente autorizada de la patronal Fedejerez, quien piensa que "Fernández tiene que dar el paso porque tiene la cabeza en otro sitio y porque cuanto antes se deslinde su etapa en la Consejería de los asuntos relacionados con el vino, mucho mejor".
Hasta el momento, la justicia no ha detectado ninguna irregularidad punible en los expedientes de las bodegas del Marco ni en el de los Consejos Reguladores, de los que solo han trascendido errores o coincidencias que no pasan de ser anécdotas.
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