La fabulosa colección de árboles del Parque Williams; la araucaria que mira al sur (I)

El Ayuntamiento jerezano ha informado recientemente su deseo de acometer la reforma “integral” en los jardines del Parque Williams, en pleno corazón de la ciudad, en uno de los más interesantes espacios verdes que se conservan en Jerez,

en uno de los grandes y soberbios jardines románticos que se diseñaron para cada una de sus majestuosas bodegas en el s.XIX o para casas palaciegas tan elegantes como La Atalaya o Pemartín.

Y esperamos que también se respete “integralmente”, que se conserve en este proyecto de reforma, de alguna forma necesaria, el espíritu y las formas del ideal romántico que inspiró, no solo a los fundadores de la histórica Bodega Williams & Humbert en 1877, sino a todas las demás, que en aquel siglo (Domecq, González Byass, Misa, Mérito, etc) crearon una colección de recreos botánicos únicos en el mundo.

Lugares para respirar, para soñar y donde se plantaron especies arbóreas traídas de las Indias y de los rincones más alejados del planeta y que hoy, todavía, pueden ser admirados por centenares de miles de personas que visitan, cada año, sus instalaciones. Y que se asombran al contemplar árboles tan interesantes como esta rara Araucaria columnaris que ilustra la preciosa foto de Antonio Galiano, que importaron desde la Nueva Caledonia y que hoy con más de 100 años, y pese a haber sufrido impetuosos embates de toda clase de vientos, sigue apuntando al Sur, es decir hacia el Ecuador.

Hay muchos árboles descomunales y valiosos en este fabuloso jardín, de los que hablaremos en próximas apariciones, pero sobre todo allí, en ese tesoro verde de Jerez, aún se respira el sentimiento profundo que va unido a la “belleza que crea la propia Naturaleza por sí sola”, el ideal del romanticismo que lo creó hace tanto tiempo. Algo que cualquier reforma, por necesaria que sea, debe ser preservado.