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“Habrá que mentalizarse para estar un año sin obispo”

Federico Mantaras | Administrador Diocesano de Asidonia-Jerez

El nuevo administrador diocesano apuesta por un sacerdote como nuevo obispo que ocupará su Iglesia pero que vendrá de fuera de la Diócesis de Asidonia-Jerez

El sacerdote Federico Mantaras Ruiz-Berdejo teniendo como fondo la Catedral de Jerez. / Pascual
Manuel Sotelino

11 de octubre 2020 - 05:05

Jerez/—Esta semana ha sido usted nombrado administrador diocesano de Asidonia-Jerez. Cuéntenos qué atribuciones tiene esta figura eclesiástica.

—El Administrador Diocesano es el encargado de gobernar la Diócesis en este tiempo de transición, hasta la llegada del nuevo Obispo. El Derecho Canónico le otorga funciones parecidas a las del Obispo, pero “no puede innovar”, es decir no puede tomar decisiones importantes que puedan hipotecar a la Diócesis. En principio no puede cambiar párrocos, ni hacer grandes dispendios económicos…Tal y como establece el Derecho Canónico, es el Colegio de Consultores el que elige al administrador diocesano. Generalmente cuando se llega a una sede vacante es el Vicario General el que es nombrado. Los siete miembros del Colegio de Consultores tienen voto libre y secreto y, en conciencia, pueden elegir para este cargo a cualquier sacerdote de la Diócesis, o de fuera de la Diócesis, que consideran adecuado. Lo cierto es que, siendo un periodo de transición, es lógico que se elija al Vicario General porque ya conoce los asuntos diocesanos y puede llevar adelante el gobierno de la Diócesis con cierta continuidad.

—Dentro de las competencias del administrador diocesano, no se contempla la elección de vicarias episcopales, las cuales han sido cesadas a día de hoy. Pero sí se puede contar con los vicarios nombrados por el anterior obispo para mantener las mismas funciones ¿Será una de las primeras decisiones que tome?

—Efectivamente el Vicario General y el Vicario Episcopal cesaron el pasado día dos de octubre, cuando don José tomo posesión en Canarias. Cuando el día seis fui elegido Administrador, renové todos los oficios y cargos diocesanos, pero los vicarios dejaron de llamarse así y pasaron a llamarse delegados del Administrador.

—Tampoco se contempla la ordenación de diáconos ni presbíteros salvo que haya pasado un año y con el permiso del colegio consultivo ¿Hay algunas ordenaciones que están pendientes de llevar a cabo a un corto plazo en la Diócesis?

—No queda pendiente por ahora ninguna ordenación. Don José, el último acto público que hizo fue el de ordenar dos sacerdotes y dos diáconos el pasado 26 de septiembre. Lo próximo que tocaría sería la ordenación sacerdotal de estos dos diáconos, y eso le tocará al nuevo Obispo.

—Saber cuánto tiempo puede durar esta fase de transición hasta la llegada de un nuevo obispo es imposible pero ¿se prepara usted para un periodo largo a tenor de la espera de nuevos prelados de algunas diócesis como Coria-Cáceres o Ibiza-Formentera?

—Precisamente el otro día nos visitó el Obispo de Córdoba, que vino a darnos una conferencia en la Semana de Teología. Charlando con él, nos dijo que nos mentalizáramos para estar un año sin Obispo, pues eso es, más o menos, lo que suelen tardar en elegirlo.

—Posiblemente será usted una de las primeras personas en conocer el nombre de la persona que llegará como nuevo pastor de Asidonia-Jerez.

—Supongo que sí, pero creo que hasta entonces tendrán que pasar varios meses. Cuando don José tomó posesión de Canarias el pasado día dos, el nuncio comenzó el proceso de investigación y estudio para elaborar una terna de sacerdotes que tengan el perfil adecuado para ser Obispo de Jerez, esa terna se elabora preguntando a muchísimas personas, clérigos y laicos. Después el nuncio elabora un informe de cada una de esas tres personas y lo envía a Roma, a la Congregación de Obispos. Ellos lo estudian y presentan al Papa el nombre del candidato que consideren más apto para que le dé el visto bueno y lo haga Obispo de Jerez.

—Puede ser incluso que el nombre sea el de Federico Mantaras. Así al menos ha venido ocurriendo en más de una ocasión.

—Todo es posible, aunque lo más frecuente es que sea elegido un sacerdote de fuera de la Diócesis. Lo normal es que, como pasó con don Juan del Río y don José Mazuelos, se consagre aquí como Obispo y tome posesión de su Iglesia en nuestra Catedral.

—En cualquiera de los casos, qué le pide el nuevo administrador diocesano a la persona que sea designada como nuevo obispo de esta Diócesis?

—Pido a Dios que nos mande un Obispo según el corazón de Cristo, un Obispo que esté lleno del fuego del amor de Dios, un Obispo que a todos nos contagie las ganas de evangelizar y que nos empuje a llevar la medicina del Jesucristo a un mundo tan enfermo.

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