"Hoy lo que menos prima en el mundo ecuestre es el bienestar animal"
Felipa Andrés Alonso presenta en la Real Escuela el libro 'Montar bien y elegir bien a tu caballo' en el que reflexiona sobre la equitación actual y acerca al aficionado a la nomenclatura del material y técnicas ecuestres
l último día de Manolo Ruiz en la Real Escuela de Jerez
Felipe Andrés Alonso (Ciudad Real, 1980) cuenta con amplia experiencia dentro del mundo del ecuestre, tanto desde la perspectiva del jinete como desde su faceta como veterinario. Este hecho, unido a su labor como docente en la Facultad de Veterinaria de Madrid, le ha permitido aglutinar el conocimiento pertinente como para adentrarse en la publicación de su primer libro, 'Montar bien y elegir bien a tu caballo' (Editorial Kolima), que fue presentado ayer en la Real Escuela de Arte Ecuestre junto a su director, Rafael Olvera.
Tras editar varios fundamentos y manuales generales sobre el caballo (Equitación para veterinarios y La equitación como herramienta terapéutica), Felipe Andrés Alonso publicó el pasado mes de noviembre este libro con el que busca "dar difusión a la cultura del mundo de la equitación".
"Desde mi perspectiva como jinete y como veterinario, he comprobado que la gente tiene muchas carencias en lo que es la cultura ecuestre, desde las denominaciones de los diferentes manejos, al mismo vocabulario del material empleado e incluso, por ejemplo, en la elección de la embocadura", explica.
"La gente tiene mucha prisa por montar, y les da igual ni conocen muchos conceptos, buscan subirse al caballo, montar y poco más". Para comprender este hecho, "a mí me gusta recurrir a un ejemplo, y siempre digo que es como si uno se compra un coche antes de sacarse el carnet de conducir".
Dentro del libro se abordan cuestiones como los clásicos exámenes de precompra, "desde los análisis sanguíneos hasta las placas para probar en qué estado están las articulaciones", pero preferentemente se analiza con exactitud "la biomecánica de los movimientos del caballo, algo fundamental, pero que está quedando a un lado. La biomecánica es la clave para comprender cómo se mueve un caballo y te hace interpretar cuál es tu equitación, basada en los fundamentos clásicos, pero enfocada a la rehabilitación. Lo importante es el bienestar animal".
En palabras del veterinario, hoy día priman otras cosas, y al final te das cuenta, por ejemplo, que "hay profesores de equitación que cuando se les pregunta por ciertas cosas, no tienen ni idea, no son capaces de darte una explicación profunda de determinados conceptos ecuestres".
Su público objetivo es "muy variado, porque este libro va enfocado a todos los niveles, desde el jinete profesional a la persona que acaba de interesarse por el mundo del caballo, desde gente con mucha experiencia a jóvenes noveles que acaban de empezar en esto. No hay una profundización desmedida, sólo doy los cabos necesarios y a partir de ahí, el que esté interesado, que vaya tirando del que más le interese".
En su recorrido por la cultura ecuestre, Felipe Andrés Alonso ha recurrido al contexto histórico, a la lectura de tratados y documentos clásicos, de ahí que reconozca abiertamente "que en equitación está todo inventado". Aún así, su libro se acerca a las escuelas alemanas y francesas "que son la base" y que también quedan reflejadas en dicha publicación. "Como pasa en otras facetas de la vida, cuando un arte se convierte en un deporte de competición y con mucho dinero de por medio, al final todo va a encaminado al resultadismo, todo va deprisa para encontrar rápidamente los resultados y se pierden cosas, entre ellas el bienestar del animal".
Precisamente, esa celeridad de la sociedad actual en determinadas parcelas, no escapa al mundo del caballo, por eso lamenta que "hoy día vale todo y a cualquier precio". Sobre esta cuestión, y al centrarse en la alta competición, Felipe Andrés Alonso, cuya labor actualmente es rehabilitar a caballos que han perdido la funcionalidad operativa, considera que "es la tendencia de hoy, se prefiere la espectacularidad, sacrificando la estética y la belleza del caballo. Un buen jinete se aprecia en la invisibilidad de las ayudas, pero hoy día eso no ocurre, sobre todo en la alta competición".
Por eso mismo, "algunos caballos interpretan la pista como una tortura y eso no puede ser". Además, critica también que "muchos de los jueces que hay hoy día en competición, no han domado un caballo en su vida. Pienso que, como ocurre en la abogacía, para ser juez debes ser antes maestro de equitación, por ejemplo un maestro retirado, no lo que se ve hoy".
Por último, Felipe Andrés Alonso agradeció a la Real Escuela de Arte Ecuestre y a su director, Rafael Olvera, también veterinario, su acogida, destacando su importancia dentro del mundo del caballo. "He estado aquí en varias ocasiones, la última el año pasado haciendo una formación, y siempre me han recibido muy bien".
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