La fiebre de los 'Sherry Casks'
Un envinador de botas de Huelva intenta apropiarse de términos protegidos por la D.O. del jerez El Consejo realiza las primeras auditorías voluntarias para la certificación de las botas envinadas
La Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) ha frenado el intento de una bodega de Huelva de 'apropiarse' la marca 'Sherry Cask' y muchos de sus derivados ('Amontillado Cask' 'Oloroso Cask', 'Palo Cortado Cask', 'Manzanilla Cask'...), para las que solicitó el registro a fin de consagrar una práctica que el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jerez-Xéres-Sherry considera fraudulenta.
La bodega José y Miguel Martín, S.L., de Bollullos Par del Condado, buscaba así respaldo legal para que los destiladores que le compran sus botas envinadas con lo que los británicos denominan sherry style wines (vinos al estilo sherry) pudiesen usar en sus etiquetas algunos de los términos protegidos por la Denominación de Origen jerezana que gozan de creciente prestigio en los mercados y que algunas de las principales marcas de whisky utilizan como reclamo. La firma onubense, que ha decidido la decisión de la OEMP, también se ha inscrito en el Consejo Regulador del jerez, pero este paso no le da derecho al uso de los términos protegidos, salvo que a partir de ahora compre uva del Marco para el envinado de las botas y se someta a un seguimiento voluntario que garantice su trazabilidad.
La fiebre de los 'sherry casks' se extiende y el Consejo Regulador ha iniciado los pasos para aumentar la vigilancia y el control sobre un negocio en pleno auge y que despierta el interés tanto de bodegueros del Marco como de otras zonas productoras de Andalucía (Montilla y Condado de Huelva).
El Consejo ya tiene ultimado el proceso. Tras obtener el visto bueno de la Consejería de Agricultura, la institución jerezana del vino ha comenzado ya a realizar las primeras auditorías a los envinadores que, voluntariamente, quieran inscribirse en el nuevo registro de esta actividad que dará derecho al uso de términos como 'Sherry Cask' para su incorporación a las etiquetas de los destilados que envejecen en botas envinadas con jerez y que le aportan color y aromas únicos.
El Consejo cuenta como aliados con algunas de las principales destilerías, caso de la escocesa The Macallan, que solicitó el establecimiento de un certificado que garantice el uso del término sólo en aquellas bebidas que envejecen en las botas envinadas del Marco de Jerez.
La intención es rodar el sistema y aunque tenga carácter voluntario, será excluyente, explica el director general del Consejo, César Saldaña, quien subraya que aunque la institución jerezana del vino no puede obligar a nadie a someterse al proceso, sí puede limitar la concesión de la certificación.
El Consejo tiene una marca, un nombre que tiene un valor y las empresas lo aprecian, por eso se presta al fraude, historia que conocen de sobras los operadores del Marco, que históricamente han tenido que luchar contra imitadores del vino de Jerez que proliferaron por todo el mundo, unos ya extintos como el 'British Sherry' al que tumbó en el famoso juicio celebrado en el Reino Unido y que dio la razón a los bodegueros jerezanos, y otros aún en vigor, como los falsos sherries californianos, a los que se limitó la aparición de nuevas marcas, pero no la comercialización de las que existían con anterioridad.
El uso de las botas de jerez para el envejecimiento del whisky tiene su origen en Reino Unido, donde los destiladores comenzaron a usar casualmente los 'Sherry Cask' en los que hasta no hace muchas décadas se exportaban los caldos jerezanos para envejecer sus productos.
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