Un fin de semana para los Santos
Festividad
Muchas familias acuden al cementerio para rezar a sus seres queridos.

Mañana se celebra la festividad de Todos los Santos y durante este fin de semana muchas familias se han acercado al cementerio para rezar ante sus seres queridos y renovar las flores de sus tumbas. El buen tiempo de estos días propició que desde bien temprano el aparcamiento junto al camposanto se llenara ayer de coches, ocupando hasta una explanada sin asfaltar que 'alivió' el colapso del tráfico.
Cubos, fregonas, estropajos y muchas flores. El ritual se repite cada año con la presencia de puestos de frutos secos, aceitunas y productos de la huerta, como cebollas nuevas y calabazas, en las inmediaciones del cementerio. Ya una vez dentro, un poste -parecido a la marquesina del autobús- indicaba que ahí comenzaba la cola para coger una escalera para llegar a los nichos más altos de los 'cuarteles'. Aunque ya la mayoría se la lleva de casa, muchas familias aguardaban turno de pie y al sol hasta que alguien que ya la había utilizado la dejaba en la entrada.
Cubos, fregonas, estropajos y mucha flores. Los familiares de los fallecidos entraban y salían sin hacer mucho 'ruido'. El silencio y la solemnidad reinó entre los patios, mucho andar con la cabeza baja y las manos entrelazadas. Aunque para la mayoría no es la única visita en el año, en estos días no se puede faltar a Todos los Santos, así sea para limpiar sólo el polvo del mármol o para cambiar ese ramo de margaritas blancas que se dejó semanas atrás. Los contenedores colocados en los laterales de los bloques se fueron llenando de flores viejas, esas que han perdido el color por un sol de justicia que ayer provocó que más de uno se tuviera que mojar la nuca para refrescarse.
Cubos, fregonas, estropajos y mucha flores. Cada año cuesta encontrar a personas jóvenes que acudan a la cita con sus fallecidos por la festividad. La mayoría son personas mayores que 'arreglan' el lugar donde duermen las almas de sus parejas, padres, hermanos, hijos..., dejando entrever que la tradición de acudir al cementerio por Todos los Santos quizás no se trasmita de generación en generación como hace años.
Ayer fue raro no ver a alguien conocido que también decidió acudir en domingo a la anual cita. Vecinos de barriada, amigos, e incluso aquellos familiares de los que yacen al lado del que se va a rezar se abrazaban entre cruces y cipreses.
Cubos, fregonas, estropajos y muchas flores. Flores de todos los colores, de todas las especies, de todas las formas. Ramos o coronas. Dentro del cementerio se levantan estos días más puestos de flores de los habituales, haciendo una especie de 'mercadillo' de color que permite al que quiere poner flores frescas o a los 'despistados' que no la llevaron de casa comprar su ramo y cumplir con la tradición.
Cabe recordar que desde el pasado miércoles y hasta mañana, el Ayuntamiento ha reforzado el servicio de autobuses urbanos para facilitar la llegada al cementerio a través de la línea 7, que cuenta con un itinerario de ida y vuelta desde plaza de Las Angustias. Esta línea, denominada 'Angustias-cementerio municipal-Angustias' está operativa hoy, 31 de octubre, de 16 horas a 19.30 horas, y mañana se amplía desde las 10 a 19.30 horas.
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