"El foco de la plaga de moscas no está en nuestra nave se pongan como se pongan"

Un transportista vinculado a la empresa del sector cárnico en la que la Junta sitúa el foco de la plaga de moscas en Jerez niega tajantemente que el origen del problema esté en la nave del polígono industrial de El Portal, que ocupa un escalón intermedio en la gestión de subproductos animales no destinados al consumo humano.

“El problema no viene de la nave; llevamos seis años trabajando aquí y estábamos asustados porque había millones de moscas y nunca habíamos visto algo así”, asegura J.M., exsocio de la empresa ubicada en las proximidades de la Estación Depuradora de de Aguas Residuales (EDAR) del Guadalete en la que se almacenan los restos de origen animal, quien deja entrever que han buscado un cabeza de turco.

“En cualquier sitio donde hay animales o restos de animales suele haber moscas, pero hace una semana y media que empezamos a notar que había demasiadas moscas, era algo exagerado que veníamos comentando entre los empresarios de esta zona, pero no se nos ocurrió avisar a las autoridades", detalla este autónomo, encargado del transporte de los restos a un centro de tratamiento de la zona norte de Sevilla, conocido en la zona como ‘la fábrica de la peste’ por el hedor que desprende su actividad.

Su alegato en defensa de la labor que desarrolla la empresa intermediaria jerezana contrasta con la reacción de la Junta de Andalucía, que ha decretado el cese de la actividad y el cierre de la nave, concediendo un plazo de 48 horas a sus propietarios para desinfectar las instalaciones y subsanar las deficiencias higiénico-sanitarias observadas en la inspección técnica.

En declaraciones a este medio, el responsable de la empresa insiste en que “se pongan como se pongan, el foco no está aquí. Nos han dado de plazo hasta el lunes para que desalojemos la nave y la limpiemos antes de realizar una nueva inspección, y así lo vamos a hacer, pero tengo vecinos de Torrox -zona desde la que se dio la voz de alarma por la plaga de moscas- que están dispuestos a firmar lo que estoy diciendo”.

J.M. apunta a un episodio reciente de mortandad de peces en la propia laguna de Torrox y al estercolado de tierras de labor en las inmediaciones como posibles focos de la plaga de moscas, que según afirma, terminaron por ‘anidar’ también a espaldas de la nave del polígono de El Portal debido a una filtración, caldo de cultivo como las heces, la basura y los animales en descomposición para que estos insectos depositen sus huevos.

Tras la declaración del distrito sanitario por parte de la Junta y el Ayuntamiento, los técnicos encontraron larvas en el “pequeño chaco” que se formó a raíz de la filtración provocada, según el transportista, por un problema en la junta de dilatación derivado de otra nave anexa a medio construir a distinta altura a espaldas de la instalación.

Según la información recabada por este medio, la inspección determinó que la cámara de almacenamiento, además de no reunir las condiciones higiénicos-sanitarias que se exigen para el desarrollo de este tipo de actividad, tampoco estaba bien sellada.

El exsocio de la empresa señalada por la Junta como responsable de la plaga de moscas, que el delegado territorial de Agricultura en la provincia, David Gil, atribuye a una “negligencia del propietario”, recuerda que la gestión de subproductos animales está sujeta a rigurosas inspecciones periódicas por parte de la Administración competente -la Junta y el Ayuntamiento se reparten las competencias en la materia-.

En concreto, explica, por esta nave pasan a diario entre 4.000 y 6.000 kilos de subproductos animales, que permanecen por un máximo de 24 horas antes de su traslado a la fábrica de la zona norte de Sevilla que cuenta con autorización para su tratamiento. Los técnicos de la Junta inspeccionan las instalaciones cada tres meses, cuatro a lo sumo, sin que hasta la fecha se hubiera detectado ninguna deficiencia.

El exsocio de la empresa afirma que, aunque no se habían percatado de la filtración, de un tiempo a esta parte venían observando problemas de humedad en la parte trasera de la nave. De hecho, asegura, en varias ocasiones le trasladaron al propietario de la nave, por la que comparte que pagan 2.300 euros al mes de alquiler, de la necesidad de solucionar este problema.