La génesis de la saeta
Reserva flamenca
El jerezano Juan Salido Freyre edita el ensayo ‘La saeta. Su origen flamenco’ donde realiza un exhaustivo recorrido sobre este cante en una horquilla que va desde 1875 a 1936
Jerez/Desde hace ya varias décadas, Juan Salido se ha preocupado de indagar y conocer los secretos y origen de la saeta de Jerez. Su amplio y exhaustivo conocimiento sobre esta temática, constatado a través de diferentes ponencias y disertaciones sobre la misma, se complementa ahora con la publicación del libro ‘La Saeta. Su origen flamenco’ (Ed. Almuzara).
Dicha publicación, que fue presentada oficialmente el pasado viernes en Jerez, es fruto de un proceso de investigación que ha servido como trabajo de fin de máster en el Master de Investigación y Análisis del Flamenco de la UCA.
A través de un riguroso ensayo, Juan Salido cimenta su investigación en una horquilla cronológica que va desde 1875 hasta 1936, apoyándose en toda la bibliografía relacionada con la saeta, rastreando en la prensa de la época (en especial en el periódico El Guadalete) y otra serie de fuentes documentales de gran valor.
Como introducción a la temática, el autor repasa primeramente todos y cada uno de los estudios sobre la saeta, desde las primeras apreciaciones que realizan el sacerdote y folclorista José María Sbarbi (’Las saetas’) y antropólogo Antonio Machado Álvarez ‘Demófilo’ (’Las saetas populares) en 1880 hasta las últimas aportaciones realizadas sobre en la biografía de Manuel Torre escrita por Carlos Martín Ballester, José Manuel Gamboa, Ramón Soler y Norberto Torres.
Del mismo modo, Salido nos adentra en la evolución de este cante y sus influencias, situándonos en la denominada saeta preflamenca.
No obstante, la mayor aportación de este trabajo radica en todo lo concerniente a la saeta jerezana, origen de la saeta flamenca. Aquí destacamos el excelente censo de saeteros jerezanos que se ha rescatado desde finales del siglo XVIII hasta finales del siglo XX. En este punto se abre además un importante aporte para el futuro, toda vez que muchos de estos cantaores son auténticos desconocidos y bien pudieran ser objeto de estudio en un futuro, como ocurre con José Aliaño, al que en la prensa de la época se denomina ‘El rey de la saetas’ y del que se tienen a día de hoy escasa información.
Dentro de este ensayo encontramos también las curiosas aportaciones que Salido realiza gracias a las novelas Juan Miseria, de Padre Luis Coloma, y La Bodega, de Vicente Blasco Ibáñez, en las que se hace especial referencia a la saeta en Jerez.
Finalmente, el libro se detiene en las primeras grabaciones de saetas flamencas, cifradas en 1908 con Manuel Torre y La Serrana, ambos jerezanos.
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