El gobierno espera tener en junio el nuevo ente gestor del Villamarta
La gestión de equipamientos y servicios municipales
Junta y Ayuntamiento discrepan sobre la liquidación de la fundación del teatro. En esta semana se presentará el cambio de estatutos del órgano que asumirá el espacio escénico.
El teatro Villamarta tiene programado para el próximo 12 de junio el último espectáculo de esta temporada. Para esa fecha, el gobierno local espera que ya esté operativa la fundación que se encargará de la gestión del principal equipamiento cultural de la ciudad y, de este modo, pueda comenzar a diseñar y contratar el siguiente ciclo de representaciones -es habitual que la programación se retome en el mes de septiembre-.
A escasos dos meses de esa fecha, son muchos los pasos que aún tienen que darse para hacer efectivo el traspaso. Son dos procesos administrativos que, aunque con actores en común, deben discurrir de forma paralela y sin contratiempos para que se cumplan estas previsiones. Por un lado, tiene que liquidarse la fundación Teatro Villamarta y, por otro, rediseñarse la Fundación Universitaria de Jerez para que pueda asumir y explotar el mayor espacio escénico de la ciudad.
Ambos procedimientos deben ser tutelados por el Protectorado de Fundaciones de Andalucía, el organismo dependiente de Junta encargado de asesorar a este tipo de instituciones. Pero, ayer la alcaldesa, Mamen Sánchez, desveló que ha surgido una discrepancia técnica entre ambas administraciones. El Protectorado advierte de que la liquidación de una fundación debe contar con la ratificación del juzgado, extremo que no comparte el gobierno local al entender que la extinción de este ente se produce de facto tras un cambio realizado en la ley que regula las administraciones locales. No obstante, se espera que hoy se reciba una respuesta definitiva del organismo autonómico para evitar que se bloquee en los primeros compases el proceso de disolución de la Fundación Teatro Villamarta, que fue creada en 1997, y que por ley debe pasar a la historia por la acumulación de pérdidas económicas.
Por lo pronto, ayer se volvió a reunir su patronato para realizar una modificación en la liquidación contable de 2014, que ha arrojado unos números rojos de unos 367.000 euros, unos 108.000 euros menos de lo inicialmente calculado por un "error material" no especificado por el gobierno local en un comunicado emitido ayer. Ahora, y tal y como le exige la Ley de Fundaciones de Andalucía, deberá elaborar un balance final con las cuentas actualizadas antes de que pueda culminarse este procedimiento. Según el presupuesto de 2014, el patronato arrastraba una deuda de 2,5 millones de euros con entidades de crédito y de algo más de un millón con proveedores. Ahora, deberá concretarse una propuesta de liquidación para determinar la fórmula con la que hacer frente a estos débitos.
Eso sí, y pase lo que pase con el final de la Fundación Teatro Villamarta, la regidora se apresuró a asegurar que esto no afectará al desembarco en el teatro de la Fundación Universitaria, un órgano creado en la década de los ochenta por el Ayuntamiento para incentivar la actividad universitaria en la ciudad. La alcaldesa adelantó que en esta semana se concluirá el borrador con la modificación de los estatutos de esta institución, que cambiará también de nombre -la denominación aún no ha sido hecha pública-. Asimismo, está previsto que hoy se reúna un "comité de expertos" para que planteen propuestas para el nuevo modelo de gestión que se pretende implantar en el teatro. La rediseñada fundación asumirá los 25 trabajadores que actualmente conforman la plantilla del teatro Villamarta.
No obstante, ambos procesos requieren del beneplácito del Protectorado de Fundaciones de Andalucía. De hecho, tanto la liquidación del Villamarta como la reformulación de los estatutos de la institución universitaria requieren de un informe previo de este organismo dependiente de la Consejería de Cultura. Para ambos dictámenes, tiene un plazo de tres meses para emitirlo. Por lo tanto, tanto Ayuntamiento como la Junta deben ser diligentes para evitar retrasos en este proceso y, por ende, que surjan dificultades en el diseño y contratación de la próxima temporada del teatro Villamarta.
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